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El PSOE, dispuesto a gobernar con los presupuestos del PP para garantizarse el apoyo del PNV

Los líderes de PSOE y PNV, Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar, en una imagen de archivo

Gonzalo Cortizo / Iñigo Aduriz

Pedro Sánchez está dispuesto a asumir los presupuestos pactados por el PP con el PNV para conseguir el apoyo de los nacionalistas vascos a la moción de censura contra Rajoy. Las cuentas para este año tienen pendiente un trámite en el Senado, en donde el Partido Popular dispone todavía de mayoría absoluta. Esa votación se producirá a partir del 19 de junio y en torno a esa fecha orbitan todas las estrategias de este momento convulso.

En caso de llegar al Gobierno, Sánchez podría modificar las prioridades de gasto a través de decretos, una opción que dirigentes socialistas descartan. Las cuentas que el PSOE votó en contra “se mantendrían” en su esencia, tal y como confirman a eldiario.es fuentes de Ferraz. Incluso en entrevistas y declaraciones públicas, los dirigentes socialistas han empezado a deslizar esa idea: la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, aseguraba este lunes a Radio Nacional que los presupuestos de 2018 no se iban a tocar y que el gobierno del PSOE se pondría a trabajar en los de 2019.

La cuestión del dinero pactado con el PNV es fundamental y en los nacionalistas vascos en donde Ferraz ve la clave para conseguir culminar con éxito la moción a Rajoy. Frente a los socialistas, Ciudadanos insiste en pedir que Rajoy disuelva las Cortes y convoque elecciones. El presidente solo podría hacerlo después de la moción de censura y en caso de que esta fracasase. Si esto sucediera antes del 19 de junio y Rajoy disuelve el Parlamento, los presupuestos que tanto esfuerzo de negociación han supuesto para el PNV se convertirían automáticamente en papel mojado.

La factura que el PNV se juega en la operación no es pequeña: 540 millones de fondos públicos para inversiones en Euskadi. Por ahora, los nacionalistas vascos guardan silencio a la espera del primer contacto con el equipo de Sánchez. A última hora de la tarde de ese lunes, un portavoz de la formación nacionalista aseguraba con rotundidad: “A nosotros todavía no nos ha llamado nadie”.

En el PNV gobierna en el País Vasco en todas las principales instituciones junto al PSOE: comparten tareas en el Gobierno vasco, las diputaciones provinciales y en ayuntamientos como Vitoria, San Sebastián o Bilbao. La colaboración podría repetirse ahora para el Gobierno central pero con más condiciones que las estrictamente relacionadas con los 540 millones ya aludidos. Frente a la petición de Ciudadanos, el PNV no quiere elecciones ahora. También pedirán que Sánchez aclare cuál será su solución para el problema territorial que vive nuestro país y cómo pretende acelerar el levantamiento del artículo 155.

En el PP, mientras tanto, empiezan a insinuar la posibilidad de un movimiento político inédito: intentar tumbar en el Senado sus propios presupuestos, apoyados en su mayoría absoluta. Se trata de un amago de presión frente a una moción que en Génova creen que “cuenta con alguna posibilidad de éxito”. Un dirigente del Grupo Parlamentario Popular aseguraba este lunes en conversación informal con periodistas que si el PP decide hacer eso, Sánchez no conseguiría llegar a tiempo para aprobar el techo de gasto que solicita Europa, lo que “sería un problema del señor Sánchez, no nuestro”.

El debate sobre el techo de gasto es una de las principales preocupaciones para el PSOE cuando se pone en el escenario de llegar al Gobierno esta misma semana. Esa cifra implica recortes y dificultades para un candidato que ha prometido llegar a Moncloa con el cometido de “poner en marcha una agenda social para el país”.

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