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Arrimadas se ofrece a apoyar unos Presupuestos de “emergencia” mientras Casado ahonda en el choque con Sánchez

Arrimadas pide a Sánchez un plan nacional que coordine todas las actuaciones

Carmen Moraga / Iñigo Aduriz

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Inés Arrimadas ha optado por templar su discurso de oposición contra el Gobierno bipartito de PSOE y Unidas Podemos ante la crisis generada por la epidemia del coronavirus COVID-19. La dirigente de Ciudadanos ha tendido la mano al Gobierno ofreciéndose a apoyar unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de “emergencia nacional” que impulsen medidas “drásticas” para afrontar la crisis, tanto en su vertiente social como económica.

De esta manera, Arrimadas se distancia del líder del Partido Popular, Pablo Casado, con el que hasta ahora había manteniendo un discurso muy similar frente a las decisiones tomadas por el Ejecutivo progresista. Y también se aleja radicalmente de Vox y su aceradas críticas hacia Sánchez.

A última hora de este jueves, Casado ahondaba en la brecha con el Gobierno y rompía por completo la “lealtad” que le había prometido a principios de semana ante el agravamiento de la epidemia. En una rueda de prensa improvisada el líder del PP tildaba la intervención de Sánchez tras el Consejo de Ministros de “muy decepcionante”.

“Nos deja más preocupados”, aseguraba el líder de los populares. “Consideramos que las medidas son claramente insuficientes para contener la expansión de este virus”, añadía, para concluir que las anunciadas por Sánchez “no son las medidas para reactivar una economía en caída libre”. “El Gobierno está reaccionando muy tarde y se está parapetando en la ciencia en vez de tener un liderazgo político”, llegaba a decir el líder del PP.

El negativo de las pruebas de Casado

Casado, que reconocía que tras el positivo de la expresidenta del Congreso Ana Pastor él mismo se había realizado las pruebas del coronavirus con un resultado negativo, calificaba la situación de “extremadamente grave” y por eso consideraba que “no se va a detener la expansión del coronavirus con sugerencias, sino con medidas contundentes”.

A su juicio, Sánchez “debe tomar las riendas y ponerse al frente de la crisis” asumiendo “sus responsabilidades. Además, tildaba de ”grave negligencia“ que el Ejecutivo ”alentara a los españoles a concentraciones multitudinarias“ el 8M, unas protestas a las que también se sumaron dirigentes del PP.

Arrimadas, en cambio, optaba por una actitud de plena colaboración con el Ejecutivo que ha sido muy celebrada por el sector crítico, con cuyo líder, Francisco Igea, ha mantenido hasta hace unos días un duro enfrentamiento. La contundente victoria de Arrimadas en las primarias consiguió acallar al dirigente castellano leonés que de inmediato cerró filas con la nueva presidenta de su partido para atajar cualquier conato de división.

Unos PGE “para adelantarnos al coronavirus”

“Trasladamos el apoyo al Ejecutivo para que se tramiten unos presupuestos urgentes para poder aprobar y consensuar unas cuentas de emergencia nacional y le tendemos la mano para que en las próximas horas podamos adelantarnos al coronavirus” , afirmaba este jueves Arrimadas en una rueda de prensa.

A su juicio, este momento de suma gravedad requiere que estos PGE “sean los de la unidad política, social y territorial”. “Necesitamos medidas realistas y contundentes lo antes posible”, añadía, desgranando sus propuestas que, según señalaba, envió este mismo jueves a Sánchez para que las estudie. Esas iniciativas pasan por “reforzar del sistema sanitario autonómico, garantizar el apoyo a las familias y a las Pymes afectadas, e impulsar ayudas para los autónomos”.

“Este debe ser un momento de unión, no de reproches”, sentenciaba Arrimadas, quien, pese a todo, tenía que recurrir al PP para poder pedir conjuntamente la comparecencia monográfica de Sánchez en el Congreso con el fin de que explique cómo va a afrontar la crisis.

Precisamente el presidente del Gobierno tiene planificado para este sábado una videoconferencia con los presidentes autonómicos y el lunes otra con los líderes de los partidos nacionales para abordar la situación. Pero a Arrimadas le parece que se está perdiendo “un tiempo precioso” y le pide que “se adelanten las reuniones”: “Dos y cuatro días son muchas horas y hay que ser rápidos”, sentenciaba. La líder de Ciudadanos terminó su comparecencia lanzando un mensaje de “tranquilidad” a todos los afectados. “Vamos a salir de esta”, aseguró.

El partido decidió el lunes pasado aplazar su próxima Asamblea General, que iba a celebrarse este fin de semana en Madrid, así como cualquier acto “multitudinario”, hasta que la situación de la epidemia lo aconseje. El martes Arrimadas convocó en la sede del partido a los consejeros de Sanidad y Economía de Madrid, Murcia y Andalucía, en donde comparten gobierno con el PP, para tratar la crisis del coronavirus.

Su actitud de “mano tendida” al Gobierno ha sido saludada por el sector crítico de su partido, que hasta hace unos días la criticaban por haberse negado a pactar con los socialistas, optando de nuevo por situarse a la derecha del tablero político cerrando coaliciones electorales con el PP. El vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, fue el primero en felicitarla en Twitter.

Una estrategia diferenciada

Con este gesto de colaboración con el Gobierno, inédito hasta ahora, la nueva presidenta de Ciudadanos se desmarca de la línea dura de oposición que sigue manteniendo Pablo Casado. En Vox tampoco parecen dispuestos a dar tregua al Gobierno en un momento tan delicado como este. El partido de extrema derecha, pese a que ya conocía el riesgo de contagio por coronavirus, mantuvo este domingo la convocatoria de su Asamblea Nacional en Vistalegre “ante la falta de acciones e indicaciones concretas y concisas por parte del Gobierno”, aunque pidió a la población más vulnerable“ que siguieran el acto a través de Internet.

El martes se conocía que el secretario general, Javier Ortega Smith –que había viajado previamente a Milán y Vitoria, dos importantes focos de infección– había dado positivo en la prueba de coronavirus. De inmediato, los dirigentes de Vox pidieron “perdón” por haber mantenido el multitudinario acto en Madrid pero culparon a Sánchez de ello, solo con el fin de poder mantener la manifestación feminista del 8M. El miércoles, Santiago Abascal aparecía en un vídeo en su cuenta de Twitter acusando al Jefe del Ejecutivo de “ocultar información”.

“El Gobierno ha ocultado información: el Gobierno ha salido con guantes de látex detrás de una pancarta mientras afirmaba que no había que tomar medidas y que los focos estaban controlados”, escribieron, pese a que en la concentración del año anterior algunas de las ministras que acudieron también llevaban guantes azules de látex.

El partido ha pedido, como medidas de contención de la epidemia, endurecer los controles en las fronteras de Ceuta y Melilla para evitar la llegada ilegal de inmigrantes. Y también prohibir la entrada de aviones, otro tipo de transportes y de turistas procedentes de China, Corea del Sur e Italia.

“El Gobierno tienen la indecencia de salir a reírse de los españoles”. “Nos gobiernan psicópatas”, escribió en el perfil oficial de Twitter el partido de extrema derecha.

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