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El fracaso en los presupuestos reabre el debate sobre el adelanto electoral en el PSOE

El presidente, Pedro Sánchez, junto al jefe del Gobierno marroquí.

Irene Castro

Gobierno y PSOE vuelven a enredarse con la posibilidad de adelantar las elecciones, al igual que tras cada revés que ha recibido el Ejecutivo de Pedro Sánchez. La negativa de llevar los Presupuestos Generales del Estado al Congreso si no están los apoyos amarrados ha reabierto el debate. La aprobación de las cuentas públicas para 2019 era el punto de inflexión que los socialistas unieron a la posibilidad de convocar los comicios. Ahora que el momento se acerca, el presidente reconoce que no los presentará si no tiene amarrados los apoyos, pero que seguirá en Moncloa sacando adelante la “agenda del cambio” a través de decretos hasta que el Parlamento se lo impida bloqueando sus iniciativas. 

Esa era la versión oficial que salía del Palacio de la Moncloa hasta que este lunes el hombre fuerte de Sánchez en el Gobierno y en Ferraz, José Luis Ábalos, abrió la puerta a que la fecha de las elecciones se acelere. “Nada es descartable”, respondió a la pregunta concreta de si ve factible que las generales coincidan con las municipales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo.

Se desmarcó así de la línea pautada y el presidente, que compareció un par de horas después desde Rabat, se limitó a decir que es de “sentido común” barajar todas las opciones, pero que será él quien decida cuándo llama a las urnas. En Moncloa justifican que Ábalos solo respondió a una pregunta concreta. Aún así, fuentes socialistas aseguran que su salida del argumentario no sentó bien a Sánchez. ¿Y por qué no repitió que su intención es agotar la legislatura? “No se le puede desautorizar”, coinciden varias fuentes consultadas. Sin embargo, otras fuentes consideran que el 26M es una de las fechas que se barajan para las generales. 

La intención de aguantar hasta el final de la legislatura desapareció ligeramente de la línea argumental –más allá de las declaraciones de la portavoz del Comité Electoral, Esther Peña, que sí lo repitió–.  En Moncloa como en Ferraz aseguran que nada ha cambiado en el argumentario, a pesar del cambio de criterio. “Nunca estuvo cerrada la puerta al adelanto electoral, pero vamos hasta el final. Esa es la opción mejor”, asegura un dirigente próximo a Sánchez y Ábalos: “Agotar es el objetivo, pero el presidente tiene la potestad para convocar cuando sea mejor para el interés general”, remata.

“No hay ninguna fecha decidida. Ábalos ha dicho que no es descartable y no lo es, como otras –explica uno de los miembros del gabinete de Sánchez–. Suma 54 días a día de hoy y, a partir de ahí, ningún domingo es descartable”. Los socialistas aseguran que aún hay que esperar a ver qué pasa finalmente con los presupuestos y deslizan que hay margen para retrasar su presentación.

“Lo último de la doctrina es presentarlos en abril”, expresó Ábalos en línea con lo dicho por el presidente el pasado miércoles en el Congreso: “Tengo todavía cuatro meses, según el cronómetro del Partido Popular”, le dijo a Pablo Casado antes de asegurar que su intención era presentarlos en el Congreso en diciembre, un extremo que admitió que existían posibilidades de no cumplir dos días después. 

Uno de los problemas que reconocen fuentes gubernamentales que tiene Sánchez para aguantar sin presupuestos es su beligerancia contra Rajoy para presentar los presupuestos. Primero le exigió convocar elecciones si no los presentaba y después que se sometiera a una cuestión de confianza si no lograba sacarlos adelante. El presidente se ha convertido en rehén del Sánchez jefe de la oposición

26M, una opción; octubre de 2019, “el ritmo natural”

A partir de las dificultades para sacar adelante los presupuestos resurge un debate existente en el seno del Gobierno y del PSOE. “El precedente nos da cinco meses de margen y con eso sí que se llega a octubre”, señalan fuentes de Moncloa, que asumen que ese sería el “ritmo natural” del adelanto electoral al que se podría llegar como máximo “sin presupuestos”. “Llegar a junio de 2020 es complicado”, admiten esas fuentes. 

El ministro de Fomento expuso en una respuesta a los periodistas la “teoría Ábalos”, según la denominan en Ferraz: “Dentro de las diferentes opciones que tenemos el 26 de mayo es una”, señalan fuentes socialistas. El también secretario de Organización del PSOE es de los dirigentes más proclives a adelantar los comicios. La celebración de un “superdomingo” no convence, no obstante, en las filas del partido más allá de la “obsesión” de Ábalos, según la denomina un dirigente socialista. 

“No lo veo, no me parece bien”, dijo con claridad el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page en Al Rojo Vivo (La Sexta), aunque también expresó que no sería “dramático”. Su explicación es que a los alcaldes y presidentes se les debe valorar por separado. En la comunidad que preside, los socialistas obtienen mejor resultado en las autonómicas que en las generales. “Casi nadie se plantearía convocar generales con las catalanas o vascas”, expresó García-Page, que apuntó también a octubre de 2019 como fecha más probable. 

“Sería la primera vez que sucedería y no sería bueno”, expresa otro presidente autonómico que aporta otra reflexión: “Las generales tienen que ser solo generales sin contaminar”. 

La otra opción es adelantarlas lo máximo posible para aprovechar el tirón de la moción de censura –Ábalos era el que se inclinaba por esta opción–. Marzo es la fecha de la que se habla. “No es una buena fecha porque si no cierras acuerdos para el gobierno central antes de las elecciones del 26 de mayo, te condiciona después a la hora de negociar los pactos municipales o autonómicos”, señalan fuentes socialistas. 

Sánchez decidirá “sin presiones”

“¿Pero quién ha planteado esa fecha?”, se preguntan en Moncloa. “Es la que le interesa a Pablo Iglesias”, sentencia una fuente próxima a un barón territorial, que considera que a Podemos no le irá tan bien como en 2015 en las grandes capitales, como Madrid, Zaragoza y Valencia, y que prefiere ir a las generales antes de tener que rendir cuentas si pierde alguna de las alcaldías importantes. 

Los portavoces socialistas coincidieron este lunes en arremeter veladamente contra el líder de Podemos por insinuar que presionará al presidente para que convoque elecciones. La decisión la tomará Sánchez “ni a remolque de nadie, ni por presiones de nadie, ni por intentos de bloqueo de otros”

Con todos los pros y contras que analizan los dirigentes socialistas en el partido, Moncloa o las presidencias autonómicas a la fecha de la cita electoral, en lo que todos coinciden también es en que la decisión “está en el aire” y que será Sánchez el que decida finalmente, aunque haya “distintos estrategas”, entre los que se encuentra Iván Redondo, partidario de aguantar.

“El ministro de Fomento ha señalado esa fecha como otras y ha recordado que la prerrogativa corresponde al presidente de Gobierno y no puedo estar más de acuerdo”, zanjó Sánchez desde Rabat, donde no quería, bajo ningún concepto, que el hipotético adelanto electoral empañara su esperada foto con el rey Mohamed VI, que le ha hecho esperar más de cinco meses para recibirle en audiencia. 

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