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Un fiero exdeportista y un tranquilo gestor se juegan elecciones en Pakistán

EFE

Islamabad —

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El fiero ex jugador de críquet Imran Khan y el pragmático Shahbaz Sharif, hermano del ex primer ministro Nawaz Sharif, se postulan como los principales candidatos a imponerse en las elecciones generales del 25 de julio en Pakistán, entre denuncias de interferencias por parte del Ejército.

Bilawal Bhutto, al frente del Partido Popular de Pakistán (PPP) e hijo de la asesinada ex primera ministra Benazir Bhutto, es el tercer actor en discordia y podría jugar un papel decisivo en la formación de un Gobierno de coalición.

A pocos días de que 105 millones de paquistaníes voten en 85.000 colegios electorales, las encuestas se dividen entre una victoria de Khan o de Shahbaz Sharif.

Educado en Oxford, campeón del mundo de críquet en 1992 con la selección paquistaní y “playboy” en los 80 en Reino Unido, Khan se halla más cerca que nunca de ocupar el puesto de primer ministro tras comenzar su carrera política en 1996 e ir ganando espacio en el Parlamento con el Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI).

El exdeportista de 65 años es popular entre los jóvenes de las zonas urbanas con un discurso escorado a la derecha, centrado en la corrupción y contra las elites tradicionales.

Alejado de su antigua imagen de “playboy”, se ha acercado a sectores religiosos, lo que le ha valido el apodo de “talibán Khan”, y también ha sido acusado de populista.

Durante años sus contrincantes políticos no le tomaron en serio, pero durante la última legislatura protagonizó continuas protestas contra el Gobierno de la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N) de Nawaz.

Su partido logró 34 escaños en las elecciones de 2013, lo que le convirtió en la tercera fuerza política, y ahora promete un “nuevo Pakistán”.

Por su parte, Shahbaz sustituye a su hermano Nawaz al frente de la Liga Musulmana de Pakistán, tras su inhabilitación por el Tribunal Supremo cuando era primer ministro por no revelar un sueldo que ya no recibía.

Con Nawaz en prisión cumpliendo 10 años por un caso de corrupción, Shahbaz da el salto a la política nacional tras haber gobernado los últimos 10 años la provincia del Punyab, la mayor del país con la mitad de los 205 millones de paquistaníes.

Con un estilo tranquilo, tiene fama de pragmático y buen gestor a sus 66 años, aunque carece del carisma de su hermano mayor.

En los últimos comicios de 2013 el PML-N logró una mayoría absoluta con 178 escaños de 274 en juego.

A sus 29 años, Bilawal Bhutto trata de recuperar el antiguo brillo del partido que lideró su popular madre Benazir, asesinada en un atentado en 2007 cuando hacía campaña electoral, y quien fue primera ministra en dos ocasiones en la década de los 90.

Educado en Oxford, el joven político lidera por primera vez su partido en unas elecciones generales y tiene pocas posibilidades de imponerse, después de que su formación gobernase entre 2008 y 2013.

Sobre él gravita su padre Asif Ali Zardari, presidente del país en el último Gobierno que lideró su partido, y que cuenta con una reputación de corrupto que le hace impopular.

El joven candidato ha abrazado el legado político de su madre con un programa enfocado a cumplir los “sueños” de Benazir.

El PPP fue la segunda fuerza política en el último parlamento tras lograr 46 escaños en 2013.

Un cuarto protagonista es el poderoso Ejército paquistaní, acusado por grupos de derechos humanos y partidos políticos de interferir en estos comicios en favor de Khan.

La PML-N ha denunciado casos judiciales contra sus miembros, presiones para que algunos de sus candidatos abandonen el partido y acoso para evitar que regrese al poder tras lograr una mayoría absoluta en 2013.

El propio Nawaz ha denunciado que fue inhabilitado porque su Gobierno acusó de traición ante los tribunales al exdictador militar Pervez Musharraf, quien le expulsó del poder en un golpe incruento en 1999.

El Ejército ha negado interferir en el proceso electoral y ha afirmado que solo trabaja para que se celebren los comicios de forma segura.

El ente marcial ha gobernado el país la mitad de su historia tras dar tres golpes de Estado y se considera que en los periodos democráticos domina la política exterior y la seguridad nacional.

Estos comicios son los segundos en la historia del país en los que un Gobierno acaba un mandato completo, después de que lo consiguiese el PPP en 2013.

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