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El Gobierno aprueba la ley del “solo sí es sí” en medio de una bronca entre Carmen Calvo e Irene Montero

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en el traspaso de carteras.

Aitor Riveiro / Irene Castro

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El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes al Anteproyecto de Ley de Libertades Sexuales en medio de una guerra entre la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, cuyo ministerio ha pilotado la redacción de la norma. Desde Unidas Podemos ven como un éxito la aprobación del proyecto frente a lo que consideran un intento de “bloqueo” de la vicepresidenta socialista y del Ministerio de Justicia, que dirige Juan Carlos Campo. “Igualdad ha ganado la batalla”, sostienen fuentes consultadas por eldiario.es. Desde la vicepresidencia primera evitan entrar en esa polémica: “Esta es una ley de todo el Gobierno en la que todos los ministerios siempre tienen cosas que decir. No hay un ellos y un nosotros. Se han mejorado cosas desde del acuerdo”.

La bronca entre Calvo y Montero viene de largo y provocó la primera crisis en el Gobierno de coalición, que tuvo que reunir la mesa permanente de seguimiento del pacto firmado entre el PSOE y Unidas Podemos. Ya en julio del año pasado, durante las negociaciones fallidas para un Gobierno conjunto, la cartera de Igualdad fue uno de los elementos de disputa. Y volvió a serlo en las conversaciones, esta vez fructíferas, que dieron lugar al actual Ejecutivo.

“Esta vez Igualdad ha ganado la batalla, pero para cualquier otra ley feminista habrá que volver a seguir peleando con todo”, apuntan a eldiario.es fuentes de la negociación. En las filas de Montero “sorprende que se tengan reticencias ante una ley que por fin blinda que solo sí sea sí” y consideran que “Justicia y Calvo han bloqueado con excusas de cuestiones técnicas” la norma, “mientras le costó un mes sentarse a hablar sobre la propuesta de Igualdad”. En la parte socialista del Gobierno insisten en que no se ha boicoteado el proyecto y que se ha tramitado con normalidad aportando modificaciones desde distintos departamentos. 

Los detalles del texto que se ha aprobado este martes en el Consejo de Ministros se cerraron este mismo lunes, en medio de filtraciones a la prensa que criticaban tanto el fondo como la forma de la norma. Desde la parte socialista del gabinete sostenían que eran modificaciones normales en la tramitación de cualquier norma que sale del Consejo de Ministros, aunque admitían que la redacción de Igualdad tenía contradicciones respecto a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, del Convenio de Estambul y también que se invadían competencias de las comunidades autónomas.

Sin embargo, desde el sector de Unidas Podemos insisten en que desde el primer borrador, que se presentó el mes pasado, Justicia intentó bloquear la tramitación de la norma, lo que dio lugar a una primera bronca interna. Se refieren reuniones a las que no acudía la otra parte y cómo otros ministerios sí hicieron las aportaciones que se les solicitaba. Ese conflicto se solucionó en la mesa permanente de PSOE y Unidas Podemos en la que se acordó que la modificación del Código Penal para lo relativo al consentimiento sexual se incluyera en esta normativa y no en la reforma integral del código, que era lo que defendía a priori la parte socialista del Ejecutivo. Esa misma tarde se celebró una reunión entre Igualdad y Justicia.

Iglesias: “En las excusas técnicas hay machismo frustrado”

Sin embargo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Irene Montero ha evitado esa polémica y se ha limitado a decir, a preguntas de los periodistas sobre las divergencias, “en esta última fase el texto se ha ido enriqueciendo con aportaciones de otros ministerios sin alterar lo sustancial de la ley” en la línea de lo que manifiesta la parte socialista del Ejecutivo. 

“Una vez que un anteproyecto se aprueba en el Consejo de Ministros es ya un proyecto del Ejecutivo no de ningún departamento en concreto”, ha aprovechado para decir la portavoz, María Jesús Montero, que ha intervenido para quitar hierro al asunto al explicar que en “todos los trámites previos hay que hablar con el resto de departamentos”. 

“Nada que añadir. Este es un anteproyecto de ley ambicioso. Los debates que tenemos en el Consejo de Ministros o entre departamentos se quedan en esa puerta y no tengo nada más que añadir”, ha dicho la ministra de Igualdad, preguntada específicamente por las críticas que han manifestado fuentes de su departamento. 

En esa misma línea se ha pronunciado el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, a su llegada a la sesión de control en el Senado al asegurar que “las discrepancias que haya dentro del Gobierno se resuelven a puerta cerrada”. Sin embargo, preguntado por las dudas técnicas que ha suscitado el proyecto ha lanzado un mensaje: “A las mujeres se les ha puesto muchísimas excusas, que han sido una manera de limitar y tratar de detener el avance del movimiento feminista. En las excusas técnicas hay mucho machismo frustrado”. 

Previamente, Calvo había tratado de zanjar la polémica: “Nos sentimos muy orgullosos”, ha recalcado en declaraciones a los medios en el Senado, haciendo mención a “todos” los miembros del Consejo de Ministros. “El Gobierno ha puesto a circular un proyecto muy importante en una semana definitiva en lo que representa la violencia de género. Es otro gran paso que da este país y lo hace un Gobierno progresista”, ha celebrado. Calvo ha remarcado que pese a que han sido “diferentes ministerios” los que “de manera coordinada” han trabajado en el proyecto de ley, la iniciativa nace del “impulso que ha dado la ministra de Igualdad”, Irene Montero, informa Iñigo Aduriz.

Fuentes de la negociación explican que costó mucho organizar la primera reunión de trabajo con Justicia, después de varios intentos en los que dando largas. “A Igualdad le ha costado mucho hacer entender a Calvo y Justicia la prioridad de esta ley”, aseguran. “A este ministro de Justicia hay que obligarle a hacer avances feministas. Esta va a ser una de las peleas de Igualdad esta legislatura”, zanjan.

En el departamento de Calvo no han sentado bien esas críticas. “Unos están en unas cosas y otros en otras”, lamentan sobre las acusaciones que vierten desde la parte de Unidas Podemos en el Gobierno. “El anteproyecto es de todo el Gobierno. Se ha trabajado al máximo posible”, sentencian fuentes de la vicepresidencia primera, que aseguran que “es falso” que se haya intentado bloquear la aprobación de la ley impulsada por Igualdad.

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