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ENTREVISTA | Eduardo Madina

“Me gustan más quienes se van en silencio y ayudando al PSOE”

Gonzalo Cortizo

En los últimos años apenas ha dado entrevistas, pero ahora parece haber roto el silencio que se impuso tras perder la batalla que convirtió a Pedro Sánchez en secretario general del PSOE.

Eduardo Madina se define como “militante de base” y responde con negativas cada vez que se le pregunta si volverá a intentar liderar el PSOE. Llega pronto a la cita en la redacción de eldiario.es en el día en el que el Centro de Investigaciones Sociológicas ofrece la última foto fija de un partido en caída libre.

Acabamos de conocer el último CIS, ¿lo ha visto?

Sí. No me ha sorprendido. Fue un trabajo de campo hecho en los días posteriores a la peor crisis que ha tenido este partido en muchos años. Lo raro hubiera sido un resultado distinto.

¿La considera una fotografía desvirtuada?

La considero la foto de esos días con la mitad de una Ejecutiva encerrada en Ferraz, un Comité Federal muy difícil, la dimisión del entonces secretario general. Es la foto de ese instante, de esa semana. Yo creo que hoy el momento es otro y la realidad demoscópica será otra. Dentro de unos meses y unos años, como esto es dinámico, estoy convencido de que variará.

¿Cómo vivió ese 1 de octubre?

Yo no había visto nunca nada parecido. En mi opinión a la dirección se le fue de las manos. Creo que proponer un Congreso en 20 días en plena campaña electoral fue un grave error, cuyas consecuencias asumió el propio secretario general presentando su dimisión tras aquella votación que perdió. El recuerdo es el del peor Comité Federal que hemos vivido en muchos años.

Pedro Sánchez ha dimitido como primer paso para intentar recuperar el poder. ¿Cómo valora esa dimisión y qué espera de Sánchez?

Yo respeto lo que decidió. Hay otros compañeros que optaron por no respetar la posición que marcó el Comité Federal y otros hicimos lo que hemos hecho siempre: aceptar, estemos más o menos de acuerdo, el resultado de las votaciones.

A partir de aquí, uno elige cómo quiere irse. Yo siempre me he fijado más en quienes se han ido en silencio, respetando y ayudando al partido, que en quienes han elegido otros caminos.

El PSOE va a mirar hacia adelante. Ya lo está haciendo y estoy convencido de que el próximo congreso mirará hacia adelante.

¿Qué le pediría a Sánchez? ¿Cuál sería su mensaje para el exsecretario general?

El mismo que he copiado de otros anteriores secretarios generales. De los cuatro que hemos tenido. Todos optaron, cuando llegó el momento, por irse en silencio ayudando al partido. Yo creo que esa es una buena pauta y tengo la sensación de que ese tipo de comportamiento está dentro de la cultura del partido.

¿Cree que Sánchez puede hacer daño al PSOE?

Insisto en que me gustan más quienes se van en silencio ayudando al PSOE y tratando de construir un proyecto que no es personal. El PSOE es patrimonio de toda la sociedad española y contribuir en ese esfuerzo de un proyecto colectivo y no personal creo que es una buena pauta. Yo es a lo que me voy a dedicar.

¿Vio su entrevista en Salvados?

¿Qué le pareció?

En muchas partes, sorprendente. No sé, cada uno gestiona el punto de vista que tiene sobre la realidad como quiere. Yo hace dos años perdí un congreso y opté por el silencio para que los que se quedaron al mando tuvieran todo el campo libre. Volvería a hacer exactamente lo mismo. El silencio y el respeto me parecen una buena vía.

¿Cree que Sánchez hubiera sido secretario general sin el apoyo de Susana Díaz o Ximo Puig?

Yo le puedo hablar de mí. Yo me presenté libre, con un proyecto autónomo que se sujetaba en un proyecto de país y que pretendía convencer al PSOE. No trencé alianzas artificiales, no busqué nada que no fuera mi propia autonomía y mi propia libertad. Perdí también de forma libre. Actuar de forma libre y autónoma suele ser una buena cosa.

No me ha contestado. A día de hoy, cuando habla con Susana Díaz, ¿le echa en cara aquello?

Yo soy poco de echar en cara nada. La candidatura que ganó aquel congreso supo trenzar alianzas que yo no supe trenzar. Quien lo hizo mal fui yo: debí haber trenzado más alianzas para tener más aliados internos y poder haber ganado aquel congreso porque sigo convencido de que mi proyecto era mejor. Aquello es pasado y el pasado ya no vuelve.

A mucha gente le puede sorprender que, en el PSOE, la misma persona que pone a un secretario general es quien lo tumba.

Creo que hubo una mayoría en el partido que optó por decir no al intento de resolver en solo 20 días un congreso que daba la sensación de que no estaba pensado para resolver los problemas de fondo del socialismo y que no partía de un análisis de los resultados que fueron los peores de nuestra historia.

¿Ha habido presiones de los poderes financieros para que el PSOE se abstuviera en la investidura de Rajoy?

No. Ha habido una deliberación interna. El PSOE opta por decir: el país tiene que tener un sistema institucional que funcione normalmente. Y lo hace tras una deliberación y una votación. Y luego, hay un grupo de compañeros que deciden no aceptar esa decisión. A mí no me ha llamado nadie para fijar mi posición, como supongo que a ustedes tampoco para fijar la línea editorial de eldiario.es.

Pedro Sánchez ha dicho que sí ha habido presiones de los poderes financieros. ¿A quién tenemos que creer?

Vamos a ver. Los medios de comunicación son libres en su línea editorial y los ciudadanos son libres de decidir qué medio siguen y cuáles no. Lo último que tiene que hacer un responsable político es presionar a ningún medio de comunicación para que modifique su línea editorial. Esa es mi posición. Yo creo en una forma de entender la libertad de expresión que es esa, y si hay gente que opina de otra manera, está bien que lo digan. Cada uno opina en sus líneas editoriales como medio de comunicación como le da la gana.

Yo creo que eso es un poco lo que pasó: el Comité Federal tomó una decisión al margen de líneas editoriales ni presiones de ningún tipo. De forma libre y de forma autónoma porque el PSOE tiene órganos democráticos donde estas cosas suceden. Nada más.

¿Cuál es su opinión sobre el papel que ha jugado Juan Luis Cebrián y el Grupo Prisa en lo que les ha pasado a ustedes?

No distinto al que ha jugado cualquier otro medio de comunicación. Es libre para opinar lo que le dé la gana. Ha habido líneas editoriales de medios de derechas con un enfoque más hacia la derecha que durante mucho tiempo han sido muy críticos con muchos de nosotros. Nunca se nos ocurrió ir a denunciar a ningún director de ninguno de esos medios ni a llamarles nada en ningún programa, por una idea fundamental que tenemos algunos: los medios son libres para opinar lo que quieran y para enfocar la realidad a través de su mirada como les dé la gana.

Yo creo que no respetar eso es una grave deficiencia de comprensión de lo que significa la libertad de expresión y la libertad de información. Yo creo en políticos que no se metan en los medios y creo en medios que se metan en lo que quieran porque ya habrá luego ciudadanos y ciudadanas que decidirán si los leen o no los leen, los escuchan o no los escuchan. Me parece sorprendente que estemos hablando de esto.

Le pregunto por El País porque entiendo que no es un periódico cualquiera desde la óptica del PSOE. Quizá por tradición tenga otro cariz, otra influencia.

No, también eldiario.es lo leen la mayoría de los militantes del PSOE que conozco y todos sus dirigentes. Y también algunas televisiones y también algunas radios, que son las que más nos parece que se aproximan a nuestra forma de mirar, con matices a veces.

Hablemos de la abstención. ¿Por qué no la defendieron antes, en el Comité Federal del julio?

Porque pensábamos que era posible un Gobierno alternativo que Ciudadanos y Podemos se encargaron de, vetándose mutuamente, impedir. Es verdad que nadie ha querido hacer un esfuerzo. El primer esfuerzo debería haber sido una lectura correcta de los resultados y de la aritmética del Parlamento, que obligaba a posiciones políticas poco tradicionales con respecto a lo que hemos vivido en los últimos años en nuestro país.

O alguien hacía un esfuerzo o el sistema institucional se tiraría 500 días bloqueado y el país 500 días parado. El PSOE no negoció nada, no pidió contrapartidas de nada y cuando se vio que ya no había opciones de un Gobierno alternativo, decidimos desbloquear a cambio de nada.

Hemos desbloqueado el sistema institucional del país. Esto era una decisión sencilla: la factura la pagaba el país o la factura la pagaba el PSOE y el PSOE decidió pagarla, en vista de que nadie quería hacer un esfuerzo, de que todo era gente vetándose. Si la nueva política son los vetos, yo prefiero la antigua.

¿Cree que a la larga esta decisión la van a poder rentabilizar?

Estoy un poco agotado de partidos que solo piensan en la rentabilidad propia de las cosas que hacen. Estoy agotado de políticos que solo piensan en la rentabilidad personal de las cosas que hacen. Esto no está para eso. Esto que decía el viejo Ramón Rubial: primero el país, después el partido y al final tú. Ese orden de prioridades algunos lo han invertido y a mí me agota, me genera un hastío y un rechazo de piel.

Es justo al revés. ¿Va a rentabilizar el país un funcionamiento institucional normal? Si es así, al PSOE le irá bien. Pero dependerá de qué hagamos.

Si ahora nos dormimos y no hacemos labor de oposición, pues no nos volverán a votar. Si somos capaces de darle duro a un Gobierno en minoría de un partido que viene acostumbrado a gobernar con mayoría absoluta, creo que podemos tener una legislatura muy viva, que cambie muchas cosas. Podemos cargarnos las leyes más duras, las más agresivas contra la sociedad que hizo ese Gobierno del PP en sus años de mayoría y podremos hacer que este país tenga una realidad mejor mañana. Si sabemos hacerlo, nos votarán. Si no, pues dentro de unos años no nos votarán.

Dice usted que la factura la ha pagado el PSOE. ¿Cuál es la moneda que se ha abonado? ¿La credibilidad?

Hemos tenido un desgarro obvio interno que prácticamente se ha retransmitido en directo. Es obvio que un sector de la militancia del partido no está de acuerdo. Supongo que habrá un sector de la sociedad que sí lo estará, lo iremos viendo en el futuro. Es verdad que estamos en una situación de gestora porque el anterior equipo de la dirección ha dimitido. Estamos algo mejor, pero todavía mal.

La factura, claro que la estamos pagando. En el detallado pone que el coste del desbloqueo no ha sido, de entrada, compartido por un sector de la militancia.

Tenemos mucho que coser y mucho que currar y mucho que demostrar de por qué hemos hecho esto y para qué hemos hecho esto. Lo hemos hecho para defender aquellas ideas que estaban en nuestro programa y que votaron cinco millones y medio de personas. Si el Parlamento no funciona, no las podemos defender. Para eso estamos y, ya que nadie hacía el esfuerzo, lo hicimos nosotros. El país no podía seguir parado. Era un absurdo político. Eso hemos hecho.

¿Comprende usted a quien no le crea cuando dice que van a crujir a Rajoy?

Claro. Y además lo respeto. Crujir en el sentido de derogar sus leyes. El Partido Popular no tiene mayoría para sujetar la ley educativa, no tiene mayoría para subir las pensiones solo un 0,25%. Con sus 137 diputados, no tiene para sujetar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo o la Lecrim. Si somos capaces de hacerlo bien, el Parlamento crujirá esa políticas. Le dará duro a esas políticas.

¿Usted cree que se puede gobernar desde el Parlamento?

No. Yo estoy en contra de la idea de Gobierno desde el Parlamento. Soy de los que creen en la idea de separación de poderes. El Parlamento legisla y controla al Gobierno.

Hay un matiz en el que no nos fijamos nunca: este Partido Popular sacó ocho millones de votos y nosotros cinco y medio. Ellos, un resultado algo por debajo de su media histórica y nosotros, el peor en más de un siglo de historia. Y todo parte del hundimiento electoral al que nos llevó la anterior etapa que ha hecho que las aritméticas en el Parlamento para la formación de Gobierno sean todas endiabladas.

No se podía gobernar con 85 diputados. ¿Se puede controlar al Gobierno con 85 diputados? Claro, somos el primer partido de la oposición.

Rajoy, en su discurso de investidura, les envió a ustedes un mensaje claro cuando decía que no va a permitir que le tumben sus anteriores leyes.

Debe defender sus leyes. Son suyas. Y nosotros debemos derogarlas porque no las queremos. Y él comprobará la diferencia existente entre 188 diputados y 137. El Parlamento no es del señor Rajoy. Esas leyes pueden caer y van a caer, le guste al señor Rajoy o no.

Él debe defenderlas. La Ley de Seguridad Ciudadana, que conculcó libertades, es suya. Que las defienda. Y a la hora de la votación que mire el cuadro de votación y comprobará cosas que no le gustarán.

Le pido un pronóstico. ¿Vamos a una legislatura corta o no?

No lo sé. Tras un Parlamento dormido estos cuatro años, casi inocuo, vamos a una legislatura muy viva y espero que productiva, que seamos capaces de modificar leyes y de alcanzar pactos en algunas cosas nucleares. Vamos a ver si el Parlamento produce realidades que sean buenas para el país.

¿Usted entiende que Antonio Hernando se haya quedado al frente de la portavocía del PSOE en el Congreso?

Yo creo que ha sido un gran portavoz parlamentario. Y creo que el grupo parlamentario no fue permeable a todos los vaivenes orgánicos que en la etapa del señor Sánchez tuvo el PSOE. Protegió el grupo parlamentario de determinadas prácticas orgánicas, que, en mi opinión, hubiera sido mejor que no se desplegaran en estos dos años.

Ha contado con gente de todas las procedencias, que votó a distintas alternativas en aquel congreso del año 2014 y yo creo que es un gran portavoz parlamentario.

Que le critiquen, claro. Es que en política critican a la gente. La opinión pública es soberana para decidir si le gusta o no le gusta una actitud parlamentaria o un discurso. Yo creo que Hernando tenía un discurso complicado en la investidura pero que lo resolvió muy bien. Creo que tiene recorrido como portavoz.

¿Cree que hay que sancionar a los diputados de su grupo que votaron no a Rajoy? no

Nosotros tenemos un reglamento aceptado por todos y que prevé estas cosas. A nadie le obligan a entrar inscrito en el grupo parlamentario bajo coacción o amenaza. Todo el mundo acepta las normas de funcionamiento de forma voluntaria cuando va en las listas del PSOE y se inscribe como diputado o diputada del grupo. Sé que se va aplicar lo que está previsto y, por lo tanto, todo en orden.

¿Y qué pasa con el PSC?

Con el PSC tenemos un protocolo de relaciones que viene desde el año 1978 y que ha permitido una convivencia muy buena la mayoría del tiempo. Ahora es verdad que tenemos un problema y es que formaron parte de una votación, cuyo resultado no quisieron después aceptar. Espero que ese protocolo de relaciones, si se tiene que tocar, sea para mejorarlo y para optimizarlo, para que nunca más se reproduzca una situación como esta.

Entiendo que no espera grandes cambios en esa relación.

Espero que esa relación se modernice, se mejore y que reflexionen sobre qué es esto de formar parte de una votación, influir en el voto y después no aceptar el resultado.

¿La gestora está habilitada para hacer ese trabajo?

La gestora tiene las competencias de una dirección de partido hasta la convocatoria del próximo congreso. Convendría que todos defendiéramos su legitimidad.

¿Cuándo debe celebrarse el congreso del PSOE que resuelva el problema del liderazgo?

Entiendo a quienes creen que debe hacerse de forma urgente por estar en un proyecto personal, pero el PSOE no es un proyecto personal. Es un proyecto colectivo que en las últimas elecciones ha sacado por dos veces consecutivas el peor resultado de toda su historia democrática.

Tras los vaivenes ideológicos de estos últimos dos años, hay un cierto despiste sobre el perímetro de la socialdemocracia en España. Y es normal. Tenemos que fijar bien qué proyecto queremos. Eso a algunos no les va a gustar, pero va a requerir unos cuantos meses. Yo no formo parte de los que creen que los congresos se tienen que resolver en 20 días. No estoy en esa tesis y no lo voy a estar nunca.

El proyecto político no es de una persona ni de un candidato, es del conjunto del partido. Tenemos una herida seria y tenemos recorrido que hacer. Yo no entiendo la prisa de algunos.

¿Estamos hablando de Semana Santa, del verano?

Lo que el partido necesite. Me da igual el número de meses.

¿Por qué le dice a todos los que le preguntamos que usted no volverá a intentar dar el paso para ponerse al frente del PSOE?

Porque segundas partes nunca fueron buenas. Ya me presenté y no gané aquel congreso. Ya lo hice una vez, acepté el resultado al día siguiente y ahora mi labor es aportar y ayudar allí donde se me pida. Soy un militante de base del PSOE. Yo no tengo ningún cargo orgánico.

¿No lo hará, se lo pida quien se lo pida?

No lo haré, no.

¿El próximo secretario o secretaria general del PSOE deberá ser también el candidato?

Todo son opciones abiertas. Tradicionalmente el PSOE ha tenido en su secretario general a su candidato. Lo más normal es que eso siga siendo así. Pero todos los debates están abiertos.

¿Susana Díaz quiere dirigir el partido socialista?

Sé que hay mucha gente que quiere que lo haga, pero ella no sé si lo quiere o no lo quiere. En cualquier caso, llegará el momento en el que avancemos en el calendario del congreso y quienes quieran dar un paso adelante lo anunciarán.

¿Da el perfil para ese puesto?

Yo creo que es un gran referente del partido, que no es el único, tenemos muchos. Ya sé que ahora lo normal ha sido criticar entre compañeros a unos y a otros. Yo soy más de hablar bien de la gente. Yo creo que Susana Díaz es un gran referente del partido y si ella decide dar un paso adelante, en su momento, lo anunciará.

Yo le propongo que, cuando se presenten unos y otros, hacemos otra entrevista y yo le digo a quién apoyo.

Dice usted que Susana Díaz es un gran referente del partido. ¿Por qué?

Primero, porque es la secretaria general de la federación más importante del PSOE. Creo que es una de las voces más reconocibles a nivel nacional. Es la presidenta del Gobierno de la comunidad autónoma más poblada de nuestro país. Y no es ningún secreto que hay mucha gente que lleva ya mucho tiempo pidiéndole que dé el paso adelante. Creo que ella tiene, al menos, dos congresos de historia, así que no es de extrañar que su nombre suene, así como suenan otros.

No sé si le he entendido bien. ¿Me está diciendo que el valor referencial de la señora Díaz es una cuestión de músculo dentro del Partido Socialista?

He dicho que es también una de las voces más reconocibles a nivel nacional. Que no es la única. Yo no creo en partidos de voz única. Creo que el PSOE es un partido con muchas voces y muchos matices. Y yo creo que ella es una de las voces más reconocibles de este partido y usted también lo cree, aunque no me lo diga.

¿Habla con ella con frecuencia?

Sí.

¿Qué papel ha tenido Susana Díaz en la caída de Pedro Sánchez, en el paso del no a la abstención?no

Ella votó no al congreso que propuso Pedro en 20 días. Y yo también. Como ella y yo, mucha gente. De hecho, la mayoría que hace perder a la dirección federal la posición política y que su anterior secretario general asume con su dimisión.

Después fueron muchas las voces que dijeron que había que desbloquear la situación porque no somos los dueños de la arquitectura institucional de este país. Andalucía mayoritariamente votó en esa dirección, pero también muchos otros compañeros de otras comunidades autónomas. No creo que fuera una cosa de alguien en exclusiva. Casi nada de los movimientos políticos de los colectivos tienen un único dueño, y en este caso, tampoco.

¿Cuál es su opinión sobre el Gobierno que ha presentado Rajoy?

Ninguna sorpresa. Un Gobierno de continuidad para intentar salvar una obra política que no va a salvar. Un Gobierno con melancolía de una mayoría absoluta que ya no existe. Un Gobierno que no tiene un apoyo suficiente para sumar 176 y que, por tanto, no va a poder sujetar la obra política por la que Rajoy tiene cierta añoranza. Un Gobierno que tuvo el apoyo de ocho millones de españoles y que por eso gobierna.

Da la sensación de que para aprobar los presupuestos no van a tener grandes complicaciones. Basta con que el PNV dé el paso que no ha dado en la investidura.

Y algún otro partido nacionalista dará noticias en esa dirección. Estoy casi seguro. La gente cree que el presupuesto es una ley orgánica y no lo es. Es una ley ordinaria y solo hacen falta más síes que noes, y con eso sale adelante.

Nosotros lo vamos a leer pidiendo disculpas de antemano, porque últimamente parece que hay que pedir disculpas por decir que uno quiere leerse las cosas antes de decir lo que va a votar. Ya sé que hay gente que anuncia qué va a votar sobre algo que no ha leído. Nosotros preferimos leerlo y luego votaremos.

Intuyendo lo que quieren hacer, la posición del PSOE no va a ser proclive más que a defender una vía de enmiendas de incremento de la inversión social y de reducción de la carga fiscal sobre las clases trabajadoras que el PP no va a aceptar. Por lo tanto, si el PP no lo acepta, la conclusión de voto es sencilla.

Pero habrá mayorías alternativas que den al país estabilidad presupuestaria y, siento decepcionar a los más críticos, pero el PSOE no va a formar parte de ellas.

¿Cree que Rajoy va a cumplir el compromiso firmado con Ciudadanos que le obliga a marcharse a casa al acabar esta legislatura?

Mi sensación es que sí. Yo creo que esta será la última legislatura del señor Rajoy, casi seguro.

Y con respecto a Podemos, ¿cuál cree que es el papel que van a desempeñar en el Congreso?

Tengo la manía de sentir respeto por Podemos. Sé que no tiene buen público en algún sector interno del PSOE. Cuando están dentro de sus debates, yo tengo tendencia al respeto. Cosa que algunos dirigentes de Podemos no han tenido en el último mes en el PSOE.

Supongo que lo dan los trienios de cultura democrática. Pero lo aprenderán con el tiempo. Yo, a cada insulto y a cada calificativo propondré que mi partido devuelva respeto.

El futuro de Podemos será el que ellos decidan: si quieren tener una oposición constructiva o prefieren salirse del pleno, si prefieren aplaudir a Rufián, como el otro día, o si prefieren llegar a acuerdos en asuntos sociales donde creo que nos podemos entender.

Le molestó mucho la intervención de Gabriel Rufián.

Sobre el señor Rufián, me gustaría decir una cosa: si Esquerra Republicana de Catalunya ha tomado la decisión de romper puentes con todo lo que signifique la pluralidad, que elija a un profesional, no a un amateur de quinta comarcal que no tiene con sus palabras capacidad de rozar ni un solo milímetro de la historia centenaria de un partido como el PSOE.

Y yo le diría al señor Tardà, con quien tengo una muy buena relación, que la historia de ERC con determinados tipos de discurso se ve afectada también. Y a mí me gustaría que no se viese afectada y que quedaran puentes para poder trenzar futuros compartidos.

¿Ha tenido la ocasión de decir esto a Rufián o a Tardá?

No, pero me gustaría hablarlo con la señora Ana Pastor, que tiene un problema de gestión del pleno desde que ha empezado. Hay una cosa en el reglamento que se llama ir a la cuestión; si uno está debatiendo de política exterior, no puede ir a la cuota láctea de Ourense. Ese día, el señor Rufián no fue al tema y decidió insultar al PSOE. Seguramente le habrá dado mucho rédito en Twitter pero eso es un Parlamento serio y su formación política es una formación históricamente seria.

Si esa es su pretensión, les diría que pongan a un profesional, no a alguien que con ninguna de sus palabras roza siquiera un milímetro de una historia bella, larga y épica, con muchos muertos, con mucho exilio y con demasiada historia, como para que siquiera pueda llegar a comprenderla el señor Rufián.

¿Con quién en Podemos empatiza más usted, Iglesias o Errejón?

Con Íñigo Errejón no tengo prácticamente relación, salvo algún mensaje privado de Twitter hablando más de libros que de política. Con Pablo Iglesias coincidí en el 40º aniversario de El País, en una conversación que hicimos mano a mano y la verdad es que de ese día salió la relación cordial que tenemos.

No me meto en nada de lo que internamente están discutiendo. Les deseo suerte en sus debates y en las decisiones que tomen como partido, porque tienen detrás a cinco millones de personas. Yo sí sé lo que es Podemos, no he necesitado esperar dos años para ver lo que son y, en contra de lo que algunos de sus dirigentes tienen para el PSOE, yo para ellos tengo buenos deseos.

¿Y qué es Podemos?

El propio Pablo Iglesias lo dijo hace poco en el Parlamento. Le dijo al señor Rajoy: “Somos la consecuencia de su obra”. Han nacido, como todos los partidos, en una coyuntura determinada de la historia y ellos han nacido en esta. En su mano tienen decidir si quieren atravesarla y superarla o si van a pertenecer solo a esta coyuntura.

El PSOE ha atravesado muchas y, con momentos mejores y peores, aquí sigue.

Puedes ver la entrevista completa aquí:

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