Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La Justicia confirma 21 meses de cárcel al militar que estafó a sus compañeros con un falso tumor de su hija

Un miembro del Ejército del Aire

Alberto Pozas

2

La Justicia ha confirmado la condena de 21 meses de cárcel impuesta a un militar del Ejército del Aire por estafar a varios compañeros y superiores con una colecta de dinero para que su hija pequeña pudiera tratarse un cáncer que, en realidad, no padecía. El cabo hizo creer a sus compañeros que la niña tenía tumores en el riñón y llegaron a recolectar más de 1.000 euros para él. La sentencia no implica su entrada obligatoria en prisión y todavía es recurrible ante el Tribunal Supremo.

El caso, revelado por elDiario.es, arrancó en 2019 cuando este cabo destinado en la sección contra incendios del grupo de seguridad del Cuartel General del Ejército del Aire contó a sus compañeros que su hija había enfermado y la “difícil situación económica” que ello le estaba provocando. La niña tenía que ser llevada a Boston, en Estados Unidos, para buscar una cura. Sus compañeros y superiores abrieron un grupo de WhatsApp y empezaron a conseguir dinero para él: desde el donativo de 40 euros que hizo uno hasta los más de 1.000 euros que hizo un mando del Ejército del Aire.

Ellos, según la Justicia, actuaron movidos por “un ánimo compasivo” con el acusado apelando a la “solidaridad humana” de sus compañeros, pero sabiendo en todo momento que su hija no estaba enferma y que no necesitaba ningún dinero para tratar ninguna enfermedad. Algunos no reclamaron pero otros lo hicieron cuando empezaron a llegar rumores de otras bases de que habían sido engañados.

El resultado, acaba de confirmar el Tribunal Superior de Justicia, es una condena de 21 meses de cárcel por un delito continuado de estafa. A lo largo del proceso, uno de sus superiores explicó qué le llevó a donar 1.000 euros: “Confié plenamente en él, somos militares y compañeros y estábamos destinados en la misma Unidad. No solo como militar y compañero de trabajo, sino como amigo”, afirmó ante los jueces.

El militar condenado alegó ante el TSJ de Madrid que padecía “mitomanía y voluntad de llamar la atención”, razón por la cual llevó a sus compañeros a creer que su hija se moría y necesitaba un costoso tratamiento para salir adelante, lo que no era verdad. Afirmó, incluso, que “nunca existió por su parte ánimo recaudatorio alguno”. Los jueces contestan que su intención de engañar a la gente abusando de su buena voluntad y quedarse con el dinero estaba clara.

“Abusó de su buena fe y solidaridad”

Su objetivo, dice el Tribunal, era “hacer pasar por cierta una situación que no lo era, como mecanismo para inducir a error a otros, abusando al paso de su buena fe y sentimientos de solidaridad, de tal forma que incurrieron en paladino error y realizaron traspasos patrimoniales”. Algunos de ellos ni siquiera le reclamaron el dinero por la vía judicial. Su estrategia de defensa, según la cual nunca quiso sacarles dinero, es “inaceptable” para los jueces. “No se limitó a lamentar una enfermedad impostada, el embuste fue extensivo a pretendidas consecuencias económicas”, reprocha la sentencia.

Llegó a aportar su cuenta corriente para las donaciones y eso, zanjan, es incompatible con no querer quedarse el dinero. Una “persona media”, añade la sentencia, no habría actuado de otra manera: donando el dinero y buscando la manera de ayudar. La sentencia todavía es recurrible ante el Tribunal Supremo, pero en caso de ser declarada firme no implicará la entrada obligatoria en prisión del militar del Ejército del Aire.

Etiquetas
stats