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Sánchez e Iglesias se reúnen esta tarde en Moncloa para sondear un acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, y Pablo Iglesias, en el Congreso.

Aitor Riveiro / Irene Castro

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias volverán a reunirse en el Palacio de la Moncloa para sondear las opciones de un acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. La cita tendrá lugar “en las próximas horas”, según ha adelantado La Sexta y ha confirmado eldiario.es. Ambos dirigentes se verán esta tarde, antes de que el presidente en funciones viaje a Japón el miércoles para la cumbre del G20 y después de que Sánchez recibiera ayer a Pablo Casado durante hora y media. Albert Rivera rechazó la invitación.

Fuentes de Podemos confirman la reunión que mantendrán esta tarde Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en La Moncloa y que esta se produce a petición de Sánchez, después de que el grupo confederal hubiera reclamado recuperar el diálogo. El objetivo de Unidas Podemos, afirman las mismas fuentes, es pedirle al líder socialista, en primer lugar, que les aclare cuál es exactamente su posición actual respecto a la formación de Gobierno, dado que en los últimos días han escuchado “mensajes muy diversos” y “posiciones contradictorias” desde el PSOE.

También le trasladarán al presidente en funciones la conveniencia, a juicio de Unidas Podemos, de devolver las conversaciones al ámbito de la mesa de negociación, fuera de la lógica de la “partida de ping pong” en los medios de comunicación. Una idea que ya expresó este lunes Iglesias después de reunirse con CCOO y UGT y recabar su apoyo para las conversaciones con el PSOE. El líder ugetista, Pepe Álvarez, señaló ante los medios que “la participación de Unidas Podemos en un Gobierno estable y fuerte es fundamental”.

En Unidas Podemos, por último, aseguran que acuden a la reunión con la esperanza de lograr avances en la negociación de un ejecutivo conjunto con el PSOE. Desde Podemos no ocultan su malestar con esta nueva filtración, pero confirmaron su existencia ante las preguntas de los periodistas.

Será la cuarta reunión conocida entre Iglesias y Sánchez desde las pasadas elecciones generales del 28 de abril y la segunda pretendidamente secreta. El pasado lunes 17 de junio ya se produjo un encuentro discreto, desvelado por eldiario.es y en el que ambos líderes constataron sus divergencias sobre la fórmula de Gobierno que quieren implementar.

Las relaciones entre los secretarios generales del PSOE y de Unidas Podemos no pasan por sus mejores momentos. Sánchez rechaza la entrada en el Consejo de Ministros del que hasta hace unos días era su “socio preferente” y le ofrece puestos de segundo nivel y sin concretar en el Gobierno. Iglesias, por su parte, mantiene su intención de negociar un programa social potente y establecer como única garantía de su cumplimiento la presencia del grupo confederal en el Gabinete.

La reunión de este martes se produce una semana después de que el PSOE señalara que las “posiciones están muy alejadas” tras el encuentro de Sánchez e Iglesias. A la revelación de esa cita, Moncloa respondió con la filtración de una oferta para Unidas Podemos: su entrada en escalones secundarios del Gobierno (en ningún caso en el Consejo de Ministros, según expresó la vicepresidenta) además de un acuerdo programático y la preferencia en el Parlamento. Desde entonces, la presión del PSOE se ha centrado en exigir a Unidas Podemos una respuesta al ofrecimiento.

Pedro Sánchez intentará su investidura el próximo mes de julio, tenga o no garantizados los apoyos necesarios para ser designado presidente del Gobierno por el Congreso. En Unidas Podemos sostienen que serán las bases las que decidirán qué hacer en dicha votación, pero la dirección se inclina por no apoyarla salvo que se cumplan las condiciones marcadas.

Mientras tanto, el PSOE intenta presionar a Ciudadanos para que facilite su investidura, lo que dejaría a Unidas Podemos fuera de juego. La ruptura sufrida por la ejecutiva de Albert Rivera con las dimisiones de Toni Roldán y Javier Nart por desavenencias con la estrategia del partido se ha convertido en la última opción para los de Sánchez de aumentar la presión sobre Rivera.

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