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Sumar cierra un acuerdo con la formación de Alberto Rodríguez y lo ultima con varios partidos a la espera de Podemos

Alberto Ortiz / Arturo Puente

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Hay avances pero ningún acuerdo cerrado entre los grandes partidos que pretenden integrarse en Sumar. Las negociaciones para la articulación de la futura coalición de la izquierda progresan a diferentes velocidades en la víspera del día que todas esas fuerzas se habían marcado para sellar un acuerdo. El equipo de Yolanda Díaz ha logrado un primer acuerdo con el Proyecto Drago de Alberto Rodríguez, pero las acusaciones cruzadas entre Podemos por un lado y Más Madrid, Compromís y los comuns por el otro han enrarecido el clima de las negociaciones cuando se acerca la recta final. 

Sumar ha cerrado el día con dos noticias positivas en un día que había comenzado con turbulencias. La plataforma con la que la vicepresidenta segunda pretende aglutinar a todo el espacio a la izquierda del PSOE anunció que el portavoz de la campaña para las generales será el eurodiputado de los comuns Ernest Urtasun. Además, a última hora de este martes logró un acuerdo con el proyecto del ex ‘número tres’ de Podemos, el primero de los quince que pretende alcanzar con las diferentes fuerzas de la izquierda. 

El comunicado con el que han anunciado la decisión no ofrece demasiados detalles. Se presentarán por las dos circunscripciones canarias (Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife) y se respetará la “obediencia canaria” en la toma de decisiones. “El acuerdo se ha llevado a cabo con plazos y contenidos, y creemos firmemente que coloca a Canarias en un marco de respeto mutuo con otros territorios y fuerzas transformadoras del conjunto del Estado”, explican. Según añaden, ya ha sido refrendado por su asamblea confederal. 

La noticia despeja solo algunas dudas, porque desde el partido no quieren avanzar si, por ejemplo, Alberto Rodríguez encabezará alguna de las dos listas, si Drago copará todos los puestos de salida o si habrá, por ejemplo, presencia de Podemos o Izquierda Unida en esas candidaturas. Hace cuatro años, Rodríguez se presentó como cabeza de lista de Unidas Podemos en Santa Cruz de Tenerife. El espacio confederal consiguió ese escaño y otro por Las Palmas. Tampoco hay más información sobre el reparto de recursos o la marca que llevará la coalición en esas circunscripciones. Lo que sí revela es que la forma en que se concrete el acuerdo global seguramente vaya precedida de pactos sellados de forma individual. Una suma de bilateralidades que compondrán la foto final de la coalición. 

Más allá de este primer acuerdo, el equipo negociador de Sumar tiene todavía los grandes asuntos mollares de la coalición por resolver. Sobre todo, cómo encajar en las mismas listas las ambiciones de Podemos con las de Compromís en la Comunidad Valenciana, Más Madrid en Madrid y los comuns en Catalunya. Pero también resolver qué presencia debe tener Izquierda Unida en el conjunto del país. O la Chunta Aragonesista, Batzarre o Iniciativa del Pueblo Andaluz en sus respectivos territorios. Tampoco el papel que tendrán los ecologistas Verdes Equo o Alianza Verde.

En el ensamblaje de todas estas partes hay una dificultad añadida: el partido de Díaz, Movimiento Sumar, registrado como herramienta instrumental para “facilitar la unidad”, aspira a incluir en las listas una cuota de independientes. Pero no solo. También entran en este cupo personas vinculadas a la política o que incluso tienen ahora un escaño por Unidas Podemos pero se han ido separando de las tesis del partido y ya no concurrirán como parte de sus listas. De las conversaciones no ha trascendido cuántas personas quiere incorporar la vicepresidenta para que la acompañen, pero esa variable añade aún más complejidad a la configuración de las candidaturas.

En las próximas horas podrían firmarse más pactos como el alcanzado este martes con Drago antes de la firma de ese acuerdo global. A última hora del martes, la líder de Más Madrid, Mónica García, afirmó en la SER que se muestra optimista sobre las negociaciones. “Habrá acuerdo 100%, porque detrás hay mucho más y nos estamos jugando mucho”, dijo.

Y eso a pesar de que, mientras la maratón de reuniones sigue, en las últimas horas el clima de tensión que permanecía de alguna manera latente durante la semana pasada comenzó a aflorar entre la noche del lunes y la mañana del martes. El detonante fueron unas declaraciones de Pablo Iglesias en Hora 25 en las que acusaba a Más Madrid y a Compromís, pero también a los comuns, de estar planteando vetos a Podemos en las listas de esos territorios, que son por otro lado los que más escaños reparten para el Congreso y en circunscripciones en las que Unidas Podemos ha tenido tradicionalmente mejores resultados. 

Las declaraciones de Iglesias en los micrófonos de la SER causaron estupor en los comuns, que se han entendido y han sido aliadas desde 2018 y que siempre han mantenido la fórmula de la coalición con Podemos en las elecciones generales.

Después de comprobar que Iglesias no se había confundido y seguía sosteniendo que los comuns le vetaban, en las filas del partido de Ada Colau la sorpresa se tornó en enfado. Fue en ese momento cuando sacaron a la luz la supuesta amenaza que Podemos habría hecho la semana anterior, cuando habría anunciado que mantenía conversaciones en paralelo con ERC. Algo que los de Oriol Junqueras corrieron a desmentir categóricamente.

La batalla entre dos formaciones que han mantenido más de cinco años de buena convivencia no es por muchos escaños, ni siquiera por un puñado importante. En el año 2019 Podemos consiguió en las listas de En Comú Podem dos puestos en números de salida (es decir, con opciones a entrar en el Congreso): el tres de Barcelona y el uno de Tarragona. Finalmente la candidatura obtuvo siete escaños, los esperados, y dos, los ya citados, fueron para Podemos.

Sin embargo, en las actuales negociaciones esa interpretación no se comparte. Para empezar, porque Podemos alega que el número uno por Barcelona, ocupado por Jaume Asens, era un puesto compartido entre los comuns y Podemos, dada la doble militancia del candidato. Tampoco está claro que en esta ocasión la candidatura tenga garantías de entrar por Tarragona, por lo que para mantener los dos puestos de salida debería reservarse al menos esos mismos dos entre los primeros cinco por Barcelona.

En Sumar se desvinculan de la decisión de los comuns de difundir esa información. “Es cosa suya”, sostenían este martes después de que comenzaran a circular los titulares en la prensa. La discreción sobre las conversaciones era una petición expresa que Yolanda Díaz trasladó a todas las partes al comienzo de las negociaciones y la sensación general es que este tipo de mensajes, los de Iglesias pero también la reacción de los catalanes, no ayudan al proyecto de unidad que se pretende concretar. La vicepresidenta segunda enfatizó el lunes en un foro organizado por elDiario.es que Sumar no es “solo un acuerdo entre partidos” sino un “proyecto de país”, un mensaje que este martes la plataforma ha replicado en sus redes sociales. 

Las palabras de Iglesias en la SER venían precedidas de numerosas especulaciones sobre la posibilidad de que algunos partidos en Sumar quisiesen imponer vetos a Podemos en general pero a figuras en particular como la ministra de Igualdad, Irene Montero, algo que fuentes de diferentes partidos rechazaban que estuviese sucediendo al menos hasta ese momento, puesto que las negociaciones del fin de semana no habían llegado ni siquiera al punto de las listas. 

Este martes, después de que tanto Compromís, en boca de su portavoz Joan Baldoví, o los comuns y Más Madrid rechazaran haber impuesto vetos a Podemos, el ‘número dos’ de la lista de Rita Maestre al Ayuntamiento de Madrid, Félix López Rey, escribió un tuit en el que pedía a Irene Montero y a Ione Belarra que diesen un paso al costado. “Imponer a Irene Montero y Ione Belarra, las ministras peor valoradas del Gobierno, es un error de Pablo Iglesias que pone en peligro la construcción de una alternativa de progreso. Es tiempo de generosidad y altura de miras. Garzón marcó el camino. ¡Piensen en la gente!”, dijo en un mensaje que desde Más Madrid se apresuraron en destacar que era personal y no representaba a la organización. 

La líder de Más Madrid también afirmó públicamente este martes en Hora 25 que esas palabras pertenecen única y exclusivamente a la opinión del histórico dirigente social activista, hoy concejal en el Ayuntamiento. “No comparto las palabras de Félix Lopez Rey, no calculó el foro, no es una opinión de Más Madrid. Los detalles por responsabilidad están siendo discretos porque tenemos un compromiso firme”, dijo García. La portavoz de ese partido en la Asamblea de Madrid sí quiso negar las palabras de Iglesias en los mismos micrófonos: “El señor Iglesias mintió claramente, Más Madrid no ha vetado a ningún partido, no sé cuál es la intención más allá de hacer daño al acuerdo”.

“Nosotros no hemos vetado a nadie, no hemos hablado de nombres, no hemos hablado de otros partidos. Nos hemos sentado para decir hacia dónde queremos ir”, añadió preguntada concretamente por ese supuesto veto a Montero.

Quedan tres días efectivos para que cierre el plazo en el que los partidos deben registrar las coaliciones para las generales del 23 de julio, aunque las fuerzas que pretenden integrarse en Sumar se habían puesto de acuerdo en fijar el miércoles como fecha límite para llegar a un pacto que contentase a todo el mundo, aunque esa fecha podría irse postergando. Los partidos quieren evitar una situación como la de las últimas autonómicas andaluzas y, al mismo tiempo, dar margen a cada una de las formaciones a que pueda convocar una consulta a sus bases para refrendar el acuerdo de coalición. Para eso quedan 24 horas y el ruido ha comenzado a subir de volumen. 

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