Visto bueno vecinal a la remodelación del norte de Madrid
El 75% de los madrileños cree que el proyecto del Distrito Castellana Norte -también conocido como Operación Chamartín- es bueno o muy bueno para la ciudad. Es una de las principales conclusiones de una encuesta encargada por los impulsores del proyecto y dada a conocer esta semana. El grado de aceptación sube hasta el 81% entre los vecinos de los barrios implicados en el proyecto, como son Fuencarral, Begoña, Las Tablas, Montecarmelo y Sanchinarro, todos situados en el norte de la ciudad.
El proyecto, que está pendiente del visto bueno del Ayuntamiento para comenzar a andar, prevé la ampliación en casi cuatro kilómetros del Paseo de la Castellana, así como la construcción de cerca de 18.000 viviendas y 878.150 metros cuadrados de oficinas en la zona, entre otras actuaciones. Casi tres de cada cuatro encuestados cree que el proyecto, que también contempla que más de la mitad del suelo sean equipamientos sociales, servicios urbanos y zonas verdes, es bastante o muy necesario.
La encuesta, realizada a partir de las entrevistas a 1.600 vecinos de los barrios directamente afectados y de otras zonas de la ciudad, pone de manifiesto que entre los habitantes de las zonas colindantes a Distrito Castellana Norte la opinión mayoritaria -con un 83,8%- beneficiará a “la regeneración” de las mismas.
Valoración de la creación de empleo
A los entrevistados les preguntaron sobre las actuaciones previstas y cuál era su valoración al respecto. Tanto entre los vecinos de los barrios como entre el resto de habitantes, lo mejor puntuado -con un 96,2% y un 93,9%, respectivamente- es la creación de puestos de trabajo. La apertura de nuevas estaciones de metro y cercanías, la construcción de servicios públicos -como colegios, centros de salud, culturales o escuelas infantiles- o la solución de los problemas de tráfico del Nudo Norte son las actuaciones que mejor valoran.
La edificación de viviendas nuevas es la actuación del proyecto que menos se valora entre los encuestados, si bien tiene una aceptación del 74,3% entre los vecinos de los barrios implicados y un 73,4%, entre los del resto de la ciudad. La extensión de la red de una vía ciclista -con una longitud de casi 13 kilómetros- es la segunda dimensión del proyecto menos valorada, aunque con una opinión positiva del 82%.
Para un 52,6% de los encuestados, el proyecto está “teniendo mucho o bastante en cuenta” las necesidades vecinales de la zona, mientras que un 32,4% contesta que poco o nada. Los habitantes de las zonas afectadas han valorado además “siete ámbitos de actuaciones adicionales”, se destaca en la nota de prensa sobre la investigación. La instalación de pantallas para “proteger del ruido de la carretera y y de los trenes” es lo mejor puntuado con un 93,3% de aceptación, seguido de la conexión y movilidad entre los diferentes barrios “para evitar su aislamiento” con un 92,2%.