La barriada sevillana de Los Pajaritos se rehabilitará sin tirar los bloques de viviendas para ahorrar costes y evitar el éxodo de los vecinos

El proyecto para rehabilitar Los Pajaritos, una de las barriadas más deprimidas de España, cambia radicalmente de fórmula. Si la idea inicial era el derribo de todos los bloques de pisos para construirlos nuevos, y así se hizo con los dos primeros en la etapa de Juan Ignacio Zoido (PP) como alcalde, ahora se apuesta por la restauración directa de los inmuebles sin que entre la piqueta. Los motivos son básicamente económicos, pero también sociales, ya que en los edificios de nueva planta se reduce el número de viviendas y eso se traduciría en que un 30% de los residentes tendría que irse del barrio.
En Los Pajaritos ya se demolieron y construyeron 62 hogares repartidos en dos edificios, por lo que queda pendiente la mayor parte: 14 bloques con 428 viviendas públicas. Con el nuevo modelo de rehabilitación hará falta una inversión de casi 33 millones de euros, frente a los 70 millones que serían necesarios si se mantuviese la idea de hacer tabla rasa, derribar y construir de nueva planta. Es decir, menos de la mitad. Y a esta cantidad, además, habría que sumar el coste de realojar en otras zonas de la ciudad al 30% de las familias.
144 pisos para empezar
La barriada (construida entre 1959 y 1962) se completa con otras 1.180 viviendas privadas, que más adelante también se restaurarán aunque se encuentran en mejor estado que las de titularidad municipal. Así que el primer paso se dará con cuatro bloques en los que se distribuyen 144 pisos, un tercio del total. Si todo discurre tal y como se ha diseñado por parte del Ayuntamiento hispalense, las obras empezarían como tarde a principios de 2022, e incluirán la reparación de cimentaciones, estructuras, cubiertas y fachadas, la sustitución de cubiertas de fibrocemento y de instalaciones y la reurbanización de calles y espacios libres y comunes.
Los Pajaritos se ha dividido en tres Áreas de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU), y estas 144 viviendas integran el primero de ellos, que se ha presentado a un programa de ayudas de la Junta de Andalucía que financiaría la mitad de los seis millones de euros necesarios para esta transformación. Para los restantes 284 pisos se necesitarán otros 12 millones de euros, que en este caso se van a intentar obtener de los fondos Next Generation de la Unión Europea.
Demoler las escaleras
Ya en una tercera fase, para la que también se busca financiación externa, se actuaría en el conjunto de las 428 viviendas para que tengan accesibilidad universal y suficiencia energética, además de mejorar la eficiencia energética de las fachadas. El coste global de estas actuaciones se acercaría a los 15 millones de euros, e incluye medidas como tejados fotovoltaicos y la demolición de las escaleras para ubicarlas en el exterior de los edificios, para así poder instalar ascensores en el espacio que queda libre.
Sumando las partidas de las tres fases, nos salen los casi 33 millones de euros necesarios para la transformación de Los Pajaritos, con lo que el coste por vivienda rondaría los 77.000 euros. Si todo marcha viento en popa, las obras para el conjunto de los 14 bloques de propiedad municipal necesitarán entre cinco y diez años.
El único problema es que la financiación no está ni mucho menos garantizada, ya que en su mayor parte se fía a la obtención de fondos autonómicos, estatales y europeos. Para las primeras 144 viviendas casi se da por hecho que se logrará la ayuda de la Junta, o al menos esa es la percepción que tienen en el Consistorio hispalense. Para el resto de proyectos, habrá que cruzar los dedos.
Ritmo muy distinto
¿Y qué es lo que ocurriría si no llegan estos fondos? Pues “habría que ser mucho más modestos en los objetivos. O hay ayuda de otras administraciones públicas o la velocidad será bastante menor”, admite el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, para quien “es prácticamente imposible que cualquier ayuntamiento pueda acometer una rehabilitación de estas características con cargo al presupuesto municipal”. “Este es un paso más de un camino largo” con el que se “generan más oportunidades para los ciudadanos de Los Pajaritos”, apostilla el delegado de Bienestar Social, Juan Manuel Flores.
El gobierno de Juan Espadas (PSOE) defiende este nuevo modelo de intervención como “más rápido, eficiente, viable económicamente y que contribuye de mejor manera a la mejora de todo el entorno”. La idea inicial de tirar los bloques es sensiblemente más cara (165.000 euros por vivienda) y necesita mucho más tiempo: entre unas cuestiones y otras, la construcción de los dos inmuebles que se derribaron se prolongó durante más de seis años, necesitó de un edificio puente para realojar a los vecinos y luego no fueron pocos los que no quisieron volver a sus casas.
Con la nueva fórmula, resalta el gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa), Felipe Castro, los realojos necesarios serán muy cortos: la mayoría de uno o dos días, y de dos meses máximo en los 36 casos en los que hay que cambiar las cubiertas. Todo se completará con una red de saneamiento nueva y el soterramiento de la red eléctrica, con lo que al final la zona ganará en “belleza y dignidad”.
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