El PP le da al PSOE su tercer zarpazo histórico en la provincia de Sevilla aupado en su rotunda victoria en la capital
La hasta hace poco impoluta hoja de servicios electoral del PSOE en la provincia de Sevilla tiene desde este domingo un tachón más después de que el PP se impusiese sólo por 1.381 votos de diferencia en las europeas. La diferencia es minúscula, en la práctica un empate técnico con una separación de sólo 0,19 puntos porcentuales (34,63 frente a 34,44), que refleja un considerable crecimiento de los populares (casi de un 17%), pero sobre todo un espectacular hundimiento de apoyos de los socialistas (-9,3%) que encabeza la capital. Junto a ello, Sumar ha ganado en un único municipio (Casariche) y Podemos sólo se ha impuesto en Marinaleda, superando a ambas formaciones el Se Acabó la Fiesta (SALF) de Alvise Pérez, que se ha convertido en la cuarta fuerza política tanto en la capital como en la provincia.
Hasta la fecha, el PSOE sevillano se había impuesto en todas las citas electorales desde la restauración de la democracia excepto en dos, las municipales de 1979 ante UCD y las autonómicas de 2022, cuando el PP de Juan Manuel Moreno trituró a los socialistas en todas las provincias para cimentar su rotunda mayoría absoluta. A estas dos derrotas se une ahora la de las europeas del pasado domingo, con lo que la única cita electoral en la que el PSOE nunca ha dado su brazo a torcer todavía es en unas generales.
Los exiguos 1.381 votos de diferencia tienen su explicación más directa en lo ocurrido en la capital, donde el PP le ha sacado al PSOE 19.109 apoyos y una diferencia de casi siete puntos porcentuales, situación que contrasta con las 47.795 papeletas de más que obtuvieron los socialistas frente a los populares en las europeas de 2019. El resultado del domingo se explica con la pérdida de 28.406 votos del PSOE y el crecimiento en 38.498 votos del PP, que ha salido victorioso en todo el ciclo electoral en la capital: andaluzas, municipales, generales y europeas.
Sanz aprovecha para acelerar su presupuesto
Todo esto se traduce también en que los populares han ganado en siete de los once distritos de Sevilla: Bellavista-La Palmera, Casco Antiguo, Los Remedios –aquí el porcentaje ha sido brutal, del 64,10%–, Nervión, San Pablo-Santa Justa, Sur y Triana. Al PSOE le han quedado sus feudos clásicos, como son Cerro-Amate, Este-Alcosa-Torreblanca, Macarena y Macarena Norte.
La claridad del triunfo del PP en la capital ha sido especialmente celebrado por el alcalde hispalense, José Luis Sanz, que ha aprovechado la ocasión para incluso animar a los partidos de la oposición (PSOE, Vox y Podemos-IU) a que presenten en el registro municipal el compromiso de que no le van a montar una moción de censura. No parece que los tres aludidos estén muy por la labor, pero el regidor se ha subido a la ola victoriosa para acelerar así la aprobación del presupuesto municipal, que todavía debe esperar un mes para su refrendo inicial al estar vinculado a la cuestión de confianza que perdió el pasado viernes.
Pero si contundente ha sido el costalazo socialista en Sevilla, la sangría de votos ha sido mucho mayor en la provincia ya que en total (incluida la capital) se ha dejado en el tintero 147.142 apoyos mientras que el PP ha crecido en 90.147 para el resultado final: triunfo popular por 250.866 sufragios frente a los 249.485 de los socialistas. Todo ello, pese a que el PSOE ha ganado en 77 municipios y el PP en 27, mientras que Sumar y Podemos se han impuesto en uno cada uno.
El Coronil, la batalla más reñida
Por localidades, no puede decirse que haya habido grandes sorpresas, si acaso que Carmona ha vuelto a votar al PSOE y Utrera se ha inclinado por el PP. Lo que sí es que se han acortado mucho las distancias sobre todo en las ciudades más grandes, incluidas históricas plazas socialistas como Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra. Donde más reñida ha estado la cuestión ha sido en El Coronil, donde el PSOE ganó a Podemos por 0,24 puntos porcentuales, y en Carmona, con victoria socialista sobre los populares por 0,26. También ha habido menos de un punto de diferencia en Huévar y Lora del Río (en ambos casos con victoria socialista) y en Utrera.
El otro gran titular lo deja el hundimiento de Podemos en la provincia, con 25.275 votos que significan que en cinco años ha perdido 96.870 apoyos. Los 43.230 sufragios cosechados por Sumar tampoco son los esperados, lo que en conjunto dibuja un panorama bastante desolador para las formaciones a la izquierda del PSOE que contrasta con el pequeño crecimiento de Vox, un 2,40% para escalar hasta 69.622 votos.
Pero en el ala más a la ultraderecha, irrumpe con estrépito el Se Acabó la Fiesta (SALF) de Alvise Pérez, que se convierte en la cuarta fuerza más votada en la provincia con 45.640 apoyos. Supone así, porcentualmente, el mayor crecimiento, mientras que en el otro lado de la balanza está el certificado de defunción de Ciudadanos, que ha pasado de los 115.167 sufragios hace cinco años a los 5.839 del pasado domingo.
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