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Un país lleno de puntos para apostar: las casas de juego crecen a pesar de las advertencias sobre la ludopatía

Mapa de los puntos de apuesta de Codere

Jesús Travieso

Apostar cada vez es más fácil. Las apuestas online han crecido de una manera notable en los últimos años, especialmente tras la aprobación de la Ley del Juego de 2012. Pero también lo han hecho los establecimientos físicos en los que pujar a través de distintas cuotas por victorias, empates o derrotas. Una expansión que, según el sector del juego, responde a la normalidad de un negocio que lleva poco tiempo pudiendo desarrollarse. Pero que entraña riesgos a la hora de fomentar la ludopatía y afectar a la gente susceptible de caer en la misma o que está en rehabilitación, como denuncian las asociaciones que ayudan a estas personas.

Que cada vez existen más puntos para apostar no solo lo reflejan los datos oficiales de comunidades como Madrid o Valencia. Las propias webs oficiales de las empresas de juego no ocultan que están en un buen momento. Es el caso de Codere, que dispone de un buscador en el que se puede encontrar cualquiera de sus puntos para apostar. La imagen que sale de ese mapa es muy llamativa: miles de puntos verdes llenan el mapa de todo el país, incluidas Baleares y Canarias. Una muestra del éxito de un negocio que difundió el dibujante J.R. Mora, y que se hizo viral a través de Twitter. En total, Codere dispone de 9.383 terminales de juego, según datos de su página web.

El volumen del juego ha crecido de 2016 a 2017 un 11%. Una cifra que supone una evolución “ordenada”, señalan fuentes del sector a eldiario.es. Pero que no ha solucionado otra realidad del momento que vive el juego, que desde 2007 se ha reducido un 24%, dicen las mismas fuentes. Un descenso, señalan, motivado por la crisis económica y por la caída del juego en los bingos o las máquinas tragaperras. Una mala racha que ahora están solucionando las apuestas online. Pero también la proliferación de locales en los que jugar.

“Ya no solo es que haya un acceso cada vez más fácil, es que cada vez hay más juegos en los salones. Y no es algo exclusivo de estos locales, ya que ahora hay máquinas de apuestas deportivas en los bares”, explica Consuelo Tomás, responsable de Instituto Valenciano de Ludopatía y Adicciones no tóxicas. La también psicóloga critica que estos negocios ofrecen alicientes como el del anonimato, a través de métodos como que no se vea nada desde fuera utilizando cristales tintados. “Tampoco hay relojes, y no se ve si es de noche o de día. Así el jugador pierde la noción del tiempo”, explica Tomás, que da un dato: en la Comunidad Valenciana crecieron los locales de este tipo 12,5% de 2016 a 2017.

El caso de Madrid

La Comunidad de Madrid está en el foco debido al crecimiento de los locales de este sector. Según datos oficiales, en toda la región había 385 salones de juego a cierre de 2017. Son casi 60 más de los 328 con los que se terminó en 2016. En total, estos establecimientos han crecido un 49,81% desde 2013. Un desarrollo significativo, pero que se queda pequeño comparado con el de los locales específicos de apuestas. En 2013 había 47 en toda la comunidad; ahora hay 190, es decir, un 304,26% más en cinco años.

Las apuestas están ligadas a Madrid en los últimos meses debido a que cada vez haya más locales para apostar. Uno de los motivos es que se estén instalando en barrios pobres de manera masiva, como publicó El Confidencial, que cifró en un 140% el aumento desde 2014, al pasar de 55 espacios a 133. También por situaciones como las que desveló El País, que contó que en Puente de Vallecas se concentraban 10 casas de apuestas en un radio de 250 metros. Todo en una zona con la renta per cápita más baja de la ciudad.

“El problema es tal que tenemos una casa de apuestas al lado de la asociación”, cuenta a eldiario.es Diana Alonso, psicóloga en la Asociación para la Prevención y Ayuda al Ludópata (APAL). Desde esta organización tratan con personas con problemas con el juego, y sus responsables señalan que han triplicado el número de asociados desde 2012. Con una particularidad importante: muchos de ellos son menores de edad.

Alonso denuncia que en algunos salones no se respetan los controles de autoprohibidos, es decir, la gente con problemas de ludopatía que se limita a sí misma acceder al juego. Lo que no cree esta experta es que haya una estrategia de ir a por barrios pobres, ya que se dan casos de locales en lugares con rentas normales. Eso sí, colocados entre una frutería y un instituto. “¿A por qué público van? No creo que sea a por los señores mayores. No debería haber una casa de apuestas al lado de un instituto”, añade.

Desde la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid señalan que con sus 385 salones están por debajo de la media española, al acoger 5,92 por cada 100.000 habitantes. Unos datos extraídos de la Asociación Nacional de Empresarios de Salones de España (ANESAR), y que colocan a Madrid por debajo de Murcia, que lidera el ránking con 325 locales (22,10 por cada 100.000 habitantes) o Valencia, que tiene 334 y 6,76 de media.

El sector: “La mayoría disfruta del juego sin problema”

Las empresas de apuestas aseguran que se está demonizando su sector. Fuentes consultadas por eldiario.es denuncian que se les está poniendo en el disparadero cuando su actividad es completamente legal y está totalmente regulada. Además, insisten en que un 99,5% de la población juega sin problemas, y que la ludopatía es, afortunadamente, es residual en comparación con otros problemas, que no simples adicciones.

“Hace 10 años apenas había casas de apuestas. Madrid empezó a desarrollarlas, y la última ha sido Andalucía, lo que ha provocado un crecimiento más importante”, explica Alejandro Landaluce, director general de la patronal Consejo Empresarial del Juego (CeJuego). Este portavoz defiende que el juego de azar es una opción de ocio como cualquier otra. “Hay una parte de la sociedad que disfruta de ello. Y en el futuro será sustituido por otra cosa. Y no pasará nada”, señala.

Desde la Asociación Española de Empresarios de Salones de Juego y Recreativos (ANESAR), explican que a cierre de 2017 había 3.136 salones abiertos. Una cifra “alejada de la alcanzada en la década de los 80, cuando había casi 5.000 salones”, señalan fuentes de esta organización. Además, señalan que no les consta que algún empresario “utilice el criterio de la renta para establecerse en determinada ubicación”.

Landaluce asegura que no existe una estrategia de instalarse en barrios con rentas per cápita más bajas, y que todo depende “del precio del metro cuadrado”. Además, afirma que la agrupación de varias casas de apuestas en una misma zona no se diferencia de las que usan otros negocios. “Es como cualquier otro retail, de muchas ventas de poco. Interesa agruparse para facilitar un efecto llamada, como ocurre con las tiendas de ropa o los cines. Principalmente, en zonas en las que exista un tránsito suficiente. Si ves cuatro pizzerías juntas, no te alarma”, dice el responsable de CeJuego.

Desde la patronal también lamentan que se centre todo en el “0,5%” que tiene problemas con el juego y se desenfoque el “99,5%” que gasta su tiempo y su dinero en ello sin problema. Unos porcentajes que, según esta patronal, aparecen en uno de los informes de la Dirección General de Ordenación del Juego, y que eldiario.es no ha logrado contrastar en distintos documentos de este organismo. Unos datos que sí aparecen en uno de los informes de la fundación Codere.

Para Anesar, centrarlo todo en los salones supone dejar de lado “otros establecimientos autorizados como bares, bingos, casinos”, además de los puntos de venta de loterías o la ONCE. “También podríamos hablar de la gran accesibilidad de los millones de móviles y dispositivos que pueden servir también como plataformas de juego online”, dicen desde esta asociación, que recalda que la publicidad del sector está “muy restringida”, al contrario de lo que ocurre con juegos públicos como la ONCE y el juego online.

El director general de CeJuego insiste en que se pone el foco en la ludopatía, que según él es una “pequeña realidad”, a la que “hay que cuidar para que vaya a menos”. “Una casa de apuestas no es un sitio donde te atraigan ni te atrapen. La gente va porque se lo pasa bien. Lo que hay que mirar es que se cumpla con la legislación”, añade. “La población española tiene una relación normal y responsable con el juego en general, lo que es consecuencia de una normativa bien hecha, de unos controles administrativos e inspectores eficaces o de una industria comprometida”, añaden desde ANESAR.

Sobre si los locales no disponen de relojes y buscan que los jugadores se queden y pierdan la noción del tiempo, ANESAR asegura que “aunque existan condiciones normativas, la decoración y distribución del local también depende del criterio de los empresarios, como en otros establecimientos comerciales”. En palabras de Landaluce, asegura que esto responde a que tenían que estar prácticamente ocultos porque no se les permitía hacer publicidad. “Era más bien la administración la que te obligaba a que no se viera lo que pasaba ahí dentro para no fomentar el juego”, recalca.

Las advertencias de los expertos

Desde APAL, Diana Alonso explica que no usan la palabra “ludópata” como algo peyorativo, y que intentan hacer ver desde el primer momento que lo que les ocurre es un problema psicológico, no un vicio. “Ellos creen que tienen un simple problema de abuso. Pero hablamos de problemas de deuda, de incluso estar a familiares. Además, estos locales fomentan que puedan pasar de las apuestas deportivas a otros juegos”, explica la psicóloga.

Esta experta sí alerta de que reducirlo todo a los barrios pobres puede tener efectos contraproducentes. “Aquí hemos tenido chicos con la vida resuelta. Si se reduce todo a que los afectados son personas con poco nivel adquisitivo, se manda un mensaje a las familias con dinero de que los suyos no tienen un problema”, explica Alonso. Eso sí, matiza que esta situación siempre será un “problema social”, ya que no es lo mismo alguien a quien pueden desahuciar que otro que puede asumir las deudas del juego.

“Los más jóvenes tienden a confundir la estadística con el azar. Creen que con sus conocimientos van a ganar seguro. Y no es así”, añade Consuelo Tomás. La psicóloga no cree que las empresas vayan a buscar un perfil concreto de jugador, ya que “cualquiera les vale”. Pero sí avisa de que las personas son más vulnerables al juego en cuanto existe más proliferación de oferta. “Debería estar alejado de los centros urbanos. Eso ayudaría. Pero lo más importante es concienciar: es un trastorno adictivo, que cumple los criterios de cualquier droga que genera tolerancia y síndrome de abstinencia”, insiste Tomás.

Este medio ha contactado con tres de las grandes empresas de juego que más locales tienen en todo el país. Codere ha declinado participar en la redacción de este artículo. Desde Sportium se remiten a las palabras del portavoz de CeJuego en este reportaje. Luckia no ha respondido a la propuesta de eldiario.es.

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