Cristianos de base critican a Reig Pla por las terapias: “Está al nivel de los políticos que pretenden volvernos a las cavernas”
Los obispos españoles respaldan en público, y sin fisuras, al obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, y sus pseudoterapias para 'curar' la homosexualidad. El pasado viernes, en una inusual nota al término de la Asamblea Plenaria del Episcopado, su portavoz, Luis Argüello, expresaba “su apoyo y afecto a monseñor Juan Antonio Reig Pla y a los colaboradores del COF [Centro de Orientación Familiar]”, así como su “más firme rechazo a la irrupción de un grupo de personas vociferantes en un templo donde se estaba celebrando la liturgia de la Iglesia”.
La opinión de la Conferencia Episcopal, ¿es la voz de la Iglesia española? Formalmente sí, pero la realidad es bien distinta. La gran mayoría de los católicos de a pie abominan de las prácticas que buscan 'curar' la homosexualidad, entendiendo que “se trata de un tema que pertenece más al ámbito científico que al religioso”, según explica Evaristo Villar, portavoz de Redes Cristianas.
Este sacerdote denuncia cómo “este colectivo ha estado siempre humillado y maltratado religiosamente”. “La actitud, y la práctica de Reig Pla es sencillamente anticristiana y antievangélica, y se sitúa al mismo nivel de la xenofobia que defienden y practican los políticos que pretenden volvernos a las cavernas neandertales”, sostiene Evaristo, en referencia a la gruesa línea que une al obispo de Alcalá con Vox, a través de asociaciones ultracatólicas como HazteOir.
Cristianos LGTBI+H
Para Raúl Peña, portavoz de CRISMHOM (Comunidad de Cristianas y Cristianos de Madrid Homosexuales), resulta lamentable que “la existencia de estas prácticas fuera conocida desde hace años, pero solo ahora, gracias a la iniciativa periodística de eldiario.es, se ha podido tener constancia documental de las mismas”.
“Solo el prejuicio y la ideología pueden llevar a considerar deseable cambiar la condición sexual”, sostiene Raúl, quien denuncia cómo estas prácticas “no llegan, en el mejor de los casos a cambiar la condición y en el peor, pueden producir graves trastornos psíquicos y conducir incluso al suicidio”.
“Como personas cristianas LGTBI+H, que nos sabemos hijos queridos de Dios, que nos hizo y nos ama tales y como somos, condenamos enérgicamente la puesta en práctica de dichas terapias, nos congratulamos de que hayan salido a la luz como prácticas ilegales y peligrosas que son, e instamos a los poderes públicos a investigar con seriedad y diligencia los hechos y a aplicar las sanciones pertinentes”, culmina el portavoz de CRISMHOM.
Un enfoque “erróneo e inadmisible”
Para Emi Robles, de Proconcil (Movimiento por el Celibato Opcional), “la homosexualidad en sí misma no es ninguna enfermedad ni una amenaza social”, por lo que “hay que reconocerla, aceptarla y ayudar a la integración de las personas tal como son”.
Respecto a los cursos de Alcalá, la teóloga denuncia “ese enfoque culpabilizador y de revertir lo que tratan como una perversión, quebrando la identidad” que “es erróneo e inadmisible, a nivel ético y -probablemente- a nivel legal”.
Finalmente, Jesús López, portavoz del Foro 'Curas Madrid y +', lamenta la “obsesión que Reig Pla tiene con los homosexuales y su empeño en conseguir que dejen de serlo”. En su opinión, el obispo de Alcalá “habla y actúa de esa manera porque cree que es lo que Dios le pide que haga y lo que cabe esperar de alguien que se llama cristiano y que es 'pastor de la Iglesia católica”.
Sin embargo, considerar que la homosexualidad es una enfermedad “es una abominación moral”, apunta el sacerdote, que contrapone a Reig al propio Jesús de Nazaret quien “ante personas con ese tipo de inclinación sexual lo que le preocuparía principalmente es cómo lograr que sean felices y que su vida se caracterice por amar a Dios, al que no vemos, y al prójimo, al que tenemos a nuestro lado”, y no la condena al infierno.
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