“Tordesillas no perdona la traición, del lado de los negacionistas y cobardes en lugar del pueblo”. Es la consigna que se escucha repetidamente en el puente por el que se accede a la explanada, donde se ha concentrado un grupo nutrido de personas. Los vecinos y aficionados al Toro de la Vega dicen que los políticos les “han dado una puñalada con un decretazo” y sostienen que los pueblos de tradición taurina miraban a la localidad vallisoletana como “un referente” hasta ahora. Mientras, los activistas por los derechos de los animales en una zona cercana gritan: “Tordesillas, vergüenza nacional”.