Por qué se regala carbón a los niños que se han portado mal: el origen de esta tradición que perdura

Esta Nochebuena, Papá Noel llegará a millones de hogares en todo el mundo para dejar los regalos navideños, e igual harán los Reyes Magos en la madrugada del 5 al 6 de enero, o los diferentes personajes que se celebran en cada parte de España o del mundo. No todo serán regalos, pues para los niños que no se han portado bien lo que se les dejará es carbón, pero ¿de dónde viene esta idea?

Pues depende también de la cultura y tradición, pero la idea tiene raíces históricas, religiosas y culturales, aunque no un origen claro. Si atendemos al origen de la figura de Papá Noel, que se basa en el personaje de San Nicolás, que era un obispo cristiano del siglo IV, este repartía su riqueza entre las familias más pobres, pero era importante el buen comportamiento, con lo que él no lo había tenido, no recibía regalo.

Esta idea de una enseñanza moral se arraigó para los más pequeños, con lo que ya fuera Papá Noel u otras figuras, siempre llevaban la idea de que los regalos eran resultados de un buen comportamiento durante todo el año. Con esta idea nacieron personajes como los Krampus en Centroeuropa, que castigan a los traviesos, la Befana o los Reyes Magos en España, Italia y países cristianos, que dejan también carbón a los niños que se han portado mal.

El carbón como castigo ‘suave’ durante Navidad

Si pensamos, tiene cierto sentido que Papá Noel regale carbón a los niños que se portan mal, pues la tradición nos dice que este entra por la chimenea, por lo que cuando llega a casa de alguien que no se merece premio, coge un trozo del carbón que hay en ella y lo coloca bajo el árbol, un método sencillo para ahorrar tiempo con su larga noche de trabajo.

En el caso de los Reyes Magos, la idea del regalo de carbón tiene diferentes vertientes y mitos relacionados. En uno de ellos se asegura que es un paje real, Carbonilla, quien es el que vigila a los niños durante todo el año y luego les dice a estos como se han portado para que cuando lean las cartas comprueben si se merecen regalos o carbón, y si es esto último es el paje quien visita los hogares y no sus Majestades.

Otro mito se relaciona con que es Baltasar el que cumple la función de Carbonilla, y otra se vincula más con la tradición cristiana, al asegurar que el carbón un símbolo de la ceniza que se forma al derretir los regalos de los Reyes Magos, oro, incienso y mirra, al Niño Jesús, lo que es así una metáfora de la negación de regalo a ese niño que se ha portado mal.

¿Por qué carbón?

La elección como carbón se ha establecido en siglos pasados, cuando era un elemento útil para calentarse o cocinar, representaba algo barato y poco deseado por los niños, pero también servía como advertencia simbólica y no castigo cruel, pues, aunque no se ha regalado algo pedido, no se les deja sin nada.

En la actualidad, el carbón se simboliza con una fabricación de azúcar o chocolate que se usa de forma como un juguete más que como un castigo real, pero refuerza a su vez la idea de reflexión y mejora para el niño que lo recibe, aunque no de miedo o temor.