Estas salinas de Cádiz podrían ayudar a luchar contra el cambio climático

Imagen de las salinas de la bahía gaditana

Alberto Gómez

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Absorber dióxido de carbono. Es decir, luchar contra el cambio climático. Es lo que consigue no el ser humano, con determinadas acciones, sino las salinas de la bahía de Cádiz, según un estudio desarrollado por investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (Icman), centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La investigación, publicada en la revista Journal of Enviromental Management, destaca que lo que consiguen dichas salinas situadas en la provincia andaluza, es convertirse en sumideros capaces de absorber y almacenar dióxido de carbono desde la atmósfera.

Las protagonistas de tan buena acción son salinas industriales y artesanales, explotaciones acuícolas y zonas sin actividad humana y que, haciendo de sumideros, ayudan a mitigar el impacto del cambio climático, según asegura el propio CSIC, lo que es toda una buena noticia.

La investigación mencionada demuestra que los ambientes hipersalinos, como los esteros dedicados a la producción de salmuera, absorben y acaban eliminando una elevada cantidad de dióxido de carbono atmosférico.

Por otra parte, los embalses de almacenamiento de agua para extracción de sal y las marismas destinadas a prácticas acuícolas, cuya salinidad es moderada, emiten dióxido de carbono durante las estaciones cálidas pero “lo secuestran” durante las estaciones frías.

Más de 400 toneladas anuales

El estudio publicado, en el que también han participado las universidades de Cádiz y Málaga, forma parte de la tesis doctoral de Silvia Amaya Vías, del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (Icman-CSIC). La publicación destaca que las salinas industriales extensivas pueden llegar a incorporar “más de 400 toneladas anuales de dióxido de carbono desde la atmósfera”.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron diferentes parámetros ambientales que influyen en el intercambio de dióxido de carbono entre el agua y la atmósfera. Además, emplearon drones y satélites para cuantificar la extensión de cada uno de los sistemas analizados.

El papel de los ecosistemas costeros como sumideros de carbono es conocido, pero la contribución de las marismas modificadas para actividades económicas había sido muy poco investigada hasta la fecha. Afortunadamente para el planeta, este estudio integral considera a las salinas gaditanas todo un aliado.

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