Un turista enfada al Palazzo Maffei por romper una silla de Swarovski inspirada en Van Gogh al sentarse para una foto

Palazzo Maffei (Verona)

Raquel Sáez

0

La actitud de una pareja de turistas ha terminado por enfadar (y mucho) al Palazzo Maffei, un recinto histórico en Verona que actualmente alberga centenares de obras maestras y curiosidades de los últimos dos mil años. El museo ha publicado un vídeo en sus redes sociales en el que se ve como el hombre se sienta en la conocida como silla de Van Gogh, revestida con miles de cristales Swarovski, para echarse una fotografía y termina rompiéndose por el peso.

“Un gesto irresponsable causó graves daños a la silla Van Gogh de Nicola Bolla, una obra muy delicada, cubierta completamente con cientos de cristales Swarovski”, lamenta el Palazzo Maffei a través de una publicación a través de redes sociales, con la que quiere concienciar a los visitantes del “valor del arte y el respeto que se merece”.

Los trabajadores denuncian la actitud de estos visitantes, que esperaron a que los vigilantes saliesen de la sala en la que se exponía esta obra delicada obra de Nicola Bolla para sacar la arriesgada fotografía. En primer lugar, la mujer se acerca al asiento y simula que se apoya sobre él, mientras que el hombre captura el momento. Cuando llega el turno del segundo, se atreve incluso a sentarse encima, según se puede observar en el vídeo publicado. Y la silla se rompe.

La pareja comprueba que los daños en esta obra de arte son importantes pero, en vez de informar al personal del museo de lo ocurrido, salen rápidamente de la sala para que no les puedan decir nada. Sin embargo, no reparan en que todo ha sido grabado por las cámaras de seguridad.

Final feliz para la silla de Van Gogh

El Palazzo Maffei temía que los daños en la silla fuesen irreparables. “Durante días no sabíamos si habría sido posible restaurarlo”, reconocen en el comunicado. Finalmente, pudieron salvar esta obra de arte: “Un sincero agradecimiento va a la policía, a nuestro departamento de seguridad y a los restauradores, cuyo valioso trabajo permitió la recuperación del trabajo”.

Los responsables temían que algo así pudiera ocurrir. “La pesadilla de cada museo se ha convertido en realidad”, sostienen. Con todo, esperan que lo ocurrido sirva como un toque de atención.

Por último, aprovechan para lanzar un mensaje de agradecimiento a los visitantes responsables: “Un agradecimiento especial a todos los que camináis por los salones del museo cada día con cuidado, atención y maravilla. Porque el arte no es solo para ver. Esto es ser amado. Es para ser protegido”.

Etiquetas
stats