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GRÁFICO: ¿Cataluña va hacia la independencia o hacia la ingobernabilidad?

Astrid Barrio / Juan Rodríguez Teruel

La encuesta del GESOP para El Periódico publicada ayer plantea escenarios inéditos en el Parlament de Catalunya. Como todas las encuestas, se trata de una fotografía imperfecta del momento en que se realizó, no una predicción de lo que pasará. Pero los escenarios que sugiere van a condicionar las decisiones de los partidos en su competencia electoral. ¿Cuáles son los tres aspectos más relevantes?

Uno. Se vislumbra el Parlament más fragmentado de la historia, donde hasta 8 partidos podrían obtener representación parlamentaria: una fragmentación sin precedentes. Además, la suma de escaños de los dos partidos más importantes (que mida el grado de concentración de voto de unas elecciones) baja a un nivel inédito: 65 escaños. Lo nunca visto: que los dos primeros partidos juntos no alcancen mayoría absoluta. Si se confirmara este punto, para gobernar se necesitarían mayoría de, al menos, tres o cuatro partidos.

Gráfico 1. escaños ERC + CiU

Dos. El espacio soberanista/independentista alcanza un escenario paradójico: dominante y debilitado. Por primera vez, desde 1984, CiU y ERC no sumarían mayoría absoluta (ver gráfico 1). En 1992 llegaron a alcanzar 81 escaños. Desde 1999, la competencia entre CiU y ERC ha condicionado absolutamente la política catalana y ha alimentado la deriva secesionista. La aparición testimonial de la CUP no parece reforzar suficientemente las pérdidas que se producen en ese espacio.

Gráfico 2. Escaños espacio izquierda no independentista

Tres. El espacio de centroizquierda no independentista podría implosionar definitivamente, llevándose al PSC por delante. Dejando al margen la Porción de independentismo que hoy representa una parte de ICV, este espacio (el verdadero adversario del independentismo en Cataluña) quedaría trasformado por el ascenso de Ciutadans y la probable irrupción de Podemos.

Paradójicamente, y a diferencia del espacio soberanista, la fragmentación no solo no debilita este espacio. Al contrario, a la espera de analizar los datos de la encuesta con más detalle, parece sugerirse que Ciutadans y Podemos favorecerían una recuperación de electorado que en los últimos años se quedó en casa tras abandonar el PSC.

A lo mejor estos partidos logran aquello que PSC y PP nunca han logrado: superar la abstención diferencial y el voto dual. Es decir que no haya catalanes que se sientan al margen del proceso electoral en Catalunya y que no cambien su voto de las elecciones generales a las autonómicas. Si esto sucede, el efecto Podemos/Podem podría transformar la política catalana que hemos conocido y su impacto en el sistema político español.

A corto plazo, no podemos más que constatar la distancia que parece dibujarse entre la interpretación dominante del proceso catalán y sus verdaderos efectos electorales: más que dirigirse hacia una declaración unilateral de independencia, Cataluña parece abocarse a un escenario de ingobernabilidad.

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