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C's incrementa la presión fiscal hacia el PSOE-A

Marín mantiene que C's está "preparado" para entenderse con PP a nivel nacional a la vez que con PSOE en Andalucía

Olga Granado

C's no está dispuesto a que el PP-A se apunte los logros en materia de reducción de presión fiscal en Andalucía, una cuestión de la que las dos formaciones han hecho su caballo de batalla: los populares desde hace años y ciudadanos desde su irrupción esta legislatura en el Parlamento de Andalucía. Máxime cuando los dos pelean por el mismo espacio electoral. “Sería injusto que los andaluces pensaran que si el impuesto baja es porque el PP-A lo ha conseguido”, ha reconocido este martes el portavoz parlamentario de C's, Juan Marín, después de que los populares posaran con las cajas con las más de 300.000 firmas que dicen haber recogido desde comienzos de año por toda Andalucía contra el impuesto de sucesiones y donaciones.

Por eso, y después de que desde el PSOE-A recordaran que la reducción que han prometido para este impuesto depende de factores como los resultados de las próximas elecciones generales (que pueden dar lugar a un Gobierno de la Nación que opte por armonizarlo para todas las comunidades autónomas) o que la Junta de Andalucía no se vea obligada a hacer ajustes (como los que hace unas semanas exigió el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y luego reculó), Juan Marín se ha apresurado en dejar claro a los socialistas que el compromiso es para este año y, en concreto, para dentro de poco más de un mes.

En esta línea, les ha advertido de que “no busquen excusas”, pese a que puede entender que “haya motivos ideológicos” en el sentido de que para la derecha es más fácil reducir impuestos. El líder de C's ha recordado -“y lo haré todas las veces que haga falta”- que el grupo de trabajo que constituyó con el PSOE-A en el Parlamento de Andalucía el pasado mes de noviembre para abordar cambios en este tributo debe tener sus conclusiones -“y por escrito”- en este primer semestre: o sea el tope es el 30 de junio, para que las medidas empiecen a aplicarse este ejercicio.

Ha reconocido, de hecho, las tensiones con los socialistas en la materia. Incluso que el grupo de trabajo “estuvo a punto de romperse”, entre otras cosas cuando la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, insinuó que no sería posible que entraran en vigor este ejercicio y se remitía a 2017 o que “las condiciones de los ingresos lo permitieran”. Sin embargo, en C's dan por hecho que habrá un anuncio en este sentido en las próximas semanas, sin aventurar si coincidirá con la campaña del 26J o en los cuatro días posteriores a la cita con las urnas. Porque no dan un día más. “Lo hemos dicho y lo cumplimos”, ha insistido Juan Marín.

De este modo, cuando el portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez, ha comentado que, por ejemplo, hay que tener en cuenta que “hay un nuevo escenario” en el que habrá que esperar a las decisiones que podría adoptar el nuevo ejecutivo, “o Andalucía perdería una oportunidad de beneficiarse de una financiación directa” si se modifica el tributo para todo el país, Juan Marín ha respondido: “No lo comparto. Nosotros ya tenemos un compromiso”.

De fondo está la cuestión de que el PSOE-A preferiría que esos ingresos que Andalucía dejaría de percibir -unos 300 millones de euros por ejercicio- fueran compensados por la Administración General del Estado. Pero C's entiende, por un lado, que con el nuevo marco “puede incluso incrementarse la recaudación” por este tributo, penalizando sólo a los que reciban las herencias más elevadas, como ocurre en otras comunidades autónomas con esta tasa muy reducida y que ingresan más. Y por otro, que estamos “en un contexto de recuperación de la economía” que tiene que comenzar a sentirse en lo que los ciudadanos pagan por impuestos.

Por ello, C's ha dejado claro que será su principal herramienta de presión, como ya fue para que apoyaran los presupuestos autonómicos de 2016 con un PSOE-A en minoría, y donde acordaron tanto la negociación de este impuesto en el citado grupo de trabajo como una reducción de dos puntos en el tramo autonómico del IRPF que entró en vigor a comienzos del ejercicio. Pero no pararán con esto. Juan Marín ha recordado que esta modificación en el IRPF debe extenderse a otros tramos y llegar a los tres puntos de cara a 2017, con lo que de nuevo jugarán esta baza para presionar a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.

Y también de contestar a los populares, a los que desde C's no se cansan de decirles que en unos meses han conseguido con nueve diputados “todo lo que el PP-A no ha logrado en más de 30 años” que lleva en la oposición, de lo que presumen por su capacidad de diálogo y ser útiles en la política. Claro que hay que tener en cuenta que el PP-A -que ha presentado decenas de veces proposiciones de ley en este sentido- nunca ha sido llave de gobierno en Andalucía y es precisamente esto lo que le permite jugar con un PSOE-A que los necesita sin remedio a cambio de ciertas concesiones.

Todo ello en un contexto de precampaña donde el PSOE-A intenta neutralizar la idea de que su secretaria general, Susana Díaz, está en el ala derecha del partido; C's quitarse a su vez la credencial que le han colocado de estar sometido a los socialistas; y el PP-A que no le coman el terreno; mientras las otras dos formaciones del arco parlamentario, Podemos e IU, creen mantenerse firmes en sus principios en contra de esas políticas en materia fiscal.

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