Por un pasaje seguro y una UE que no mate
Unas trescientas personas en representación de una veintena de organizaciones, bajo el lema 'Pasaje seguro, una UE que no mate', se concentraban en la tarde-noche de este miércoles en la capital almeriense mostrando su solidaridad con los padecimientos de los refugiados que huyen de la guerra de Siria y otras naciones, repudiando la política de la Unión Europea y el acuerdo con Turquía. Van a seguir realizando acciones de protesta mientras sigan situaciones similares como las que sufren en los campamentos de la frontera entre Macedonia y Turquía.
En la concentración de la capital almeriense una de las palabras que más se oía era “indignación” aunque más de uno llegaba a hablar de “holocausto”. En torno a la Puerta Purchena, el corazón del centro de la ciudad, alrededor de la escultura de Nicolás Salmerón, el presidente almeriense de la I República que dimitió para no tener que firmar penas de muerte, y junto al ‘Cañillo’, se reunieron unas trescientas personas respondiendo a la convocatoria de una veintena de organizaciones. Eldiario.es/andalucia recavó la opinión del poeta Juan José Ceba, inmerso desde hace décadas en los movimientos sociales; del concejal de Izquierda Unida en el ayuntamiento, Rafael Esteban; de Mar Verdejo, de Equo y de la coordinadora provincial de IU y ex parlamentaria andaluza, Rosalía Martín:
Los asistentes dieron lectura a un comunicado, al igual que se hizo en el resto de provincias, mostrando las quejas de los asistentes por esta tragedia y denunciando las políticas neoliberales de la Unión Europea y las potencias occidentales ante el conflicto sirio y de otras naciones, que ofrecen diariamente en las televisiones del mundo la cara más amarga de las guerras. Hay refugiados que prefieren volver a sus países bajo las bombas antes que seguir en otro infierno como es, por ejemplo, el del campo de concentración en la frontera entre Grecia y Macedonia, donde sobreviven como los perros, rodeados de barro, sin apenas alimentos y bajo las agresiones de la policía y las alambradas.
Frente a esta desesperación hay organizaciones que llevan de forma altruista un poco de amor y de risa para los niños como grupos de payasos que de forma desinteresada les hacen olvidar por unos momentos sus tragedias. “Hacía seis años que no me reía”, respondía una mujer mayor a una televisión occidental después de que unos voluntarios payasos españoles lograran hacerle sonreir tras tanta desdicha. En Siria hay otros 'ángeles de la guarda' que ponen su vida en peligro por las víctimas de los bombardeos. Se les conoce como 'los cascos blancos', vigilan el cielo sirio e inmediatamente después de caer las bombas corren a los escombros de los edificios destruidos y ya han rescatado de las ruinas a miles de hombres, mujeres y niños, logrando desenterrarles y volverles a la vida.
Almería va a seguir organizándose para solidarizarse en lo posible con los refugiados. Como rezaba el comunicado leído en la Puerta Purchena, “nunca he estado allí, pero me gustaría tener esos niños jugando en mi jardín”.
