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La Justicia ahoga las grandes obras hidráulicas previstas por el Gobierno central y los regantes

Río Gállego

Miguel Barluenga

Huesca —

Dos reveses judiciales consecutivos han puesto contra las cuerdas los dos proyectos hidráulicos de mayor envergadura previstos por el Gobierno central: los embalses de Biscarrués y Almudévar en la provincia de Huesca. A la sentencia de la Audiencia Nacional que anulaba el anteproyecto del primero se ha unido la admisión a trámite del recurso contencioso-administrativo interpuesto por Ecologistas en Acción contra el segundo. Además, el apoyo popular a la supervivencia de La Galliguera se ha plasmado en la entrega de más de 100.000 firmas contra Biscarrués en la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

En pocos meses, ambos pantanos ha pasado de tener el beneplácito del Ministerio de Medio Ambiente a frenarse en los Tribunales. El último capítulo de esta historia de tiras y aflojas lo vuelve a firmar la Audiencia Nacional. Esta ha requerido al Ejecutivo que ordene la remisión de los expedientes administrativos que se impugnan para que Ecologistas en Acción pueda examinarlos. Además, deberá notificar la resolución a aquéllos que aparezcan como interesados en los expedientes para que puedan personarse como demandados en la causa que se abre.

Ecologistas en Acción tiene previsto denunciar “una serie de irregularidades de naturaleza administrativa y técnica”, que considera graves y ha instado a la asociación de regantes Riegos del Alto Aragón a que “desista en su empecinamiento en unas obras hidráulicas que les aportarían una cantidad de agua muy pequeña a un coste muy elevado y con un enorme impacto ambiental y socioeconómico”. Los 170 hectómetros cúbicos de capacidad de Almudévar, mayores que los 35 de Biscarrués pese a tratarse de una balsa lateral de esta, inundarían más de 1.100 hectáreas de terrenos y costarían 102 millones de euros frente a los 126 de su hermana mayor.

Esta asociación profundiza en la guerra entre regantes y afectados por los proyectados embalses al juzgar como “muy inoportuna” la intención de la presidencia de Riegos del Alto Aragón de ampliar aún más el regadío, “no solo por el impacto ambiental asociado, sino por la imposibilidad hidrológica de satisfacer las nuevas demandas de agua que se generarían dada la desorbitada cantidad de agua por hectárea que utiliza el sistema regable”. Las previsiones del cambio climático, con menos agua y más calor en un futuro inmediato, “harían todavía más inviable la extensión del regadío que pretende la presidencia de Riegos del Alto Aragón”.

Dos proyectos “indisociables” para unos y otros

Ecologistas en Acción coincide con Riegos del Alto Aragón y con el Ministerio de Agricultura en que los embalses de Biscarrués y Almudévar son “indisociables”, de manera que ambos procedimientos deberían ser “paralizados”. El pasado 28 de julio terminó el periodo de información pública y el plazo para presentar alegaciones por Biscarrués y su mayor opositor, la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, que engloba a Ayuntamientos, empresas y afectados por el proyecto en la zona de La Galliguera, lo ‘celebró’ de una manera simbólica.

La entrega de más de 100.000 firmas contra el embalse en la CHE representa “más de 30 años de incertidumbres en los que nos hemos dirigido a instituciones públicas, representantes políticos, ciudadanos… para pedir que se respetara un tramo del río Gállego que nunca debió verse amenazado. Ahora, más fuerte que nunca, podemos decir que nuestra reivindicación tiene un gran respaldo social”, se dice desde la Coordinadora.

Por ello, añaden sus portavoces que “lo conseguido no solo tenemos que celebrarlo los afectados que vivimos y trabajamos en La Galliguera, sino también todo el colectivo en general que ha aportado para defender el valle. Con este nuevo hito histórico vemos el futuro con un poco más de libertad pero sin dejar de sentir la amenaza, continuamos con el peso de llevar tantas décadas perjudicados por políticas de planificación hidrológica obsoletas”.

Riegos del Alto Aragón y Medio Ambiente recurrirán

Esa amenaza a la que se refieren se encarna en estos momentos en el recurso de casación que Riegos del Alto Aragón va a interponer en el Tribunal Supremo con el fin de que este desautorice la sentencia de la Audiencia Nacional y devuelva el impulso a los actores que promueven Biscarrués. La Justicia anuló el anteproyecto por entender que incumple la Directiva Marco del Agua, no ha presentado la Declaración de Impacto Ambiental en tiempo y forma y carece de un informe de viabilidad económica, técnica, social y ambiental y de la recuperación de costes. Aunque no se pronuncia de manera oficial, Medio Ambiente se unirá a los regantes en su regreso a los tribunales el mes que viene. No están solos.

Apoyo del Gobierno autonómico

El consejero de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, ha mostrado en repetidas ocasiones su  “total apoyo” al proyecto de construcción del embalse de Almudévar, una infraestructura “absolutamente imprescindible para el desarrollo de Aragón. No sé a qué gravedad o incumplimientos se pueden referir y me parece legítimo que digan eso por su estrategia de oposición a estas actuaciones de regulación, pero no comparto en absoluto ese planteamiento”, añade.

Por su parte, Podemos juzga los proyectos de Biscarrués y Almudévar como “la vieja política de gestión hidrológica basada en el hormigón” y le pide al presidente aragonés, Javier Lambán (PSOE), que “descarte” este proyecto y “empiece a trabajar por un nuevo Pacto del Agua en la comunidad participado y con viabilidad para afrontar el futuro”.

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