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La miel de la Alcarria, en peligro tras un invierno cálido

Recolección de abejas en Castilla-La Mancha

Francisca Bravo Miranda

No es la primera vez que los apicultores de la Alcarria se enfrentan a unas condiciones que están lejos de ser las perfectas para la producción de miel. Este invierno, particularmente cálido y “atípico”, en palabras del investigador del Centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo, Mariano Higes, no ayudará a la producción de mil de este año. El equipo de Higes trabaja en el Centro, que depende de la Consejería de Agricultura, junto a las asociaciones de apicultores de la provincia para prever los efectos de los cambios tan bruscos de temperatura que han soportado las colmenas este invierno.

“Las abejas asocian su ciclo de crecimiento a las floraciones y si estas se adelantan, ellas también lo harán”, explica el investigador en el laboratorio de patología apícola. En este sentido, señala que las particularidades climáticas empezaron con el otoño, que se alargó, y siguieron con el invierno que ha llegado “a golpes”. “Las colonias de abejas han tenido actividad cuando debían estar paradas”, señala Higes. La calidez del invierno no sólo ha afectado el funcionamiento de los insectos, sino que también favorece la multiplicación de patógenos como Varroa Destructor entre las especies.

“Estamos todos expectantes”, señala Higes, ¿Puede esto afectar a la producción de la miel? “Evidentemente, esto puede provocar que haya menos miel, si se adelanta la floración y luego las plantas no resisten a los días más fríos”, señala el investigador. Sin embargo, desde el centro son precavidos y prefieren no hacer pronósticos tan tajantes, si bien reconocen que la actividad de las abejas ha sido atípica. “Depende de cuanto llueva en primavera, pero sí puede ser que la cosecha temprana (a finales de primavera) se pueda dañar”, explica el investigador.

Desde el Centro trabajan con los apicultores de la zona en las previsiones para evitar daños, como las enfermedades se propaguen entre las abejas. “Lo que intentamos hacer ahora es ampliar nuestra área de especialidad y ver qué puede afectar a los insectos”, señala Higas. El centro depende de las líneas que marca el Ministerio a nivel nacional, y se trata de planes plurianuales.

Los apicultores señalan que lo único que les queda es “resistir”

El presidente de la Denominación de Origen 'Miel de la Alcarria', Félix Esteban, coincide con las preocupaciones del Centro Apícola en que, si las abejas no se encuentran bien “sanitariamente”, la producción sea menor este año. “No ha hecho frío, así que las abejas no han tenido su parón”, señala Esteban. Los apicultores entienden que esto impide que se “corten” algunas enfermedades parasitarias y que las colmenas estarán más afectadas de lo normal, e incluso que algunas abejas habrán muerto mientras hibernan. “Habrá menos abejas, y las que haya puede que estén enfermitas”, concede Esteban.

No hay ayudas “ni milagros” para apoyar al sector en este caso, señala Esteban, por lo que lo único que pueden hacer los apicultores es “resistir, tal como hemos hecho otros años”. El presidente de la D.O afirma que se está priorizando la producción profesional y que los ciclos de este tipo se repiten cada pocos años. Sin embargo, también reconoce que la situación sanitaria de los animales se va agravando “cada año más” y que este año es “más alarmante”. “Intentamos utilizar las mejores técnicas para salvar las explotaciones y seguir adelante con la marcha normal de las colmenas”. La miel de la Alcarria de denominación de origen se distribuye en su práctica totalidad en territorio nacional.

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