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Incubadoras de bolsillo para salvar bebés prematuros

El saco Nest permite mantener la tempertura de los bebés prematuros (Embrace Global)

Isaac Altable

Cada año vienen al mundo más de 150 millones de bebés. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de esos nacimientos son prematuros. De esa cantidad de niños y niñas, 1,1 millones mueren. Los analistas de la OMS aseguran que “el 75% de estas muertes serían evitables con un tratamiento adecuado”. Son más de 750.000 bebés que fallecen y podrian sobrevivir.

Una de las claves para conseguir esa superviviencia, según los médicos, es conseguir mantener y regular la temperatura de esos cuerpecitos que llegan a la inhóspita atmósfera antes de tiempo. Es una imagen ya muy familiar las salas de los hospitales con las famosas incubadoras protegiendo a los recièn nacidos mientras ganan peso y se hacen fuertes. Pero las incubadoras son un objeto tecnológico no tan familiar en latitudes diferentes a las del mundo occidental. Además, se trata de aparatos caros y con un gran consumo de energía. Dos variables que los convierten en un lujo.

Con esas premisas, una estudiante de la universidad norteamericana de Stanford llamada Jane Chen desarrolló un proyecto de estudio para lidiar con ese volumen de prematuros que terminan por morir. Era 2008, y hoy, en 2013, su empresa Embrace palía la mortandad infantil por nacimientos antes de término y bebés con poco peso en la India. Según los cálculos de Embrace, no sólo las muertes directas de pequeños son evitables: “Cuatro millones de niños y niñas fallecen en el primer mes de vida por problemas derivados de un nacimiento prematuro”, dicen.

Embrace ha desarrollado una tecnología, que llama Nest, que mantiene la temperatura del infante y que cuesta un 1% de lo que otras soluciones. Además, no necesita una fuente permanente de alimentación“. El diseño es como el de un pequeño ”saco de dormir en miniatura“. Con él se puede ”mantener constante la temperatura de sus cuerpos hasta seis horas“. Esto les da la oportunidad a los bebés de crecer y vivir. El modelo de negocio, cuentan, es mediante la asociación con instituciones locales.

Este modelo requiere que asociaciones o entidades “en el campo” participen del proyecto de Embrace. “Distribuimos estos calentadores en colaboración con las ONG u otras instituciones de salud pública, no servimos ni vendemos el producto a particulares”, analizan. Su manera de trabajar y asociarse es mediante grupos que estén ya trabajando sobre los partos prematuros y cuenten con una estructura que “asegure que hay necesidad de esta tecnología al tiempo que existe una infraestructura para hacerla efectiva”. Embrace es un emprendimiento que trata de volcar una situación social desfavorable aunque funciona con muchos de los mecanismos de cualquier otra empresa que se involucra en el mercado internacional.

Porque además de contar con su equipo técnico, si se mira a la estructura del proyecto se observan su consejo de administración, sus asesores y sus inversores privados detrás de la voluntad de llevar los Nests a las madres y bebés de la India (también tienen programas pilotos en África). La India es su primer teatro de operaciones quizá porque es el Estado con mayor número de prematuros del mundo: según la OMS más de 3,5 millones. Le siguen China con 1,7 millones, Nigeria con 0,775 millones y Pakistán con 0,745. Sin embargo, por tasa, África es la líder de esta peligrosa categoría: Malaui soporta un 18%, Congo un 16,7%. Zimbabue, Guinea Ecuatorial y Mozambique también superan el 16% de bebés antes de término.

Uno de los analistas de la OMS sobre los nacimientos prematuros, el doctor Christopher Howson, explica que “ es dramática la brecha de supervivencia entre los países de ingresos bajos y altos para los bebés nacidos antes de las 28 semanas”. Y añade: “En países de bajos ingresos, más del 90% de los bebés extremadamente prematuros mueren en los primeros días de vida, mientras que menos del 10% mueren en países de altos ingresos.”

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