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Los investigadores recuperan el audio de la caja negra pero aún no lo han descifrado

Un helicóptero en la zona en la que cayó el avión siniestrado / Foto: Ministerio de Interior francés

Irene Castro

Pocos avances en las 30 horas posteriores al accidente del avión de Germanwings que cubría el trayecto Barcelona-Düsseldorf. Los equipos de rescate, que hallaron este martes una de las cajas negras del aparato, no han comenzado todavía la recuperación de los cuerpos de las 150 víctimas que iban a bordo del 4U9525. Los investigadores de la catástrofe han conseguido extraer el archivo de audio que contiene los sonidos y voces de la cabina, aunque no han conseguido interpretarlos. Además, aseguran que las pesquisas pueden prolongarse durante semanas e incluso meses.

La Oficina de Investigación y Análisis de Accidentes de Aviación Civil (BEA) ha confirmado que el archivo que contiene las conversaciones de la cabina, y que son clave para determinar qué pasó después de perder el contacto con la aeronave, permitirá extraer datos “utilizables”. Se trata de un “archivo numérico” que tardará aún en descifrarse completamente. No obstante, el portavoz del organismo, Rémi Jouty, ha señalado que hay pocas probabilidades de que esté dañado.

“En este momento, evidentemente, no podemos tener una explicación o interpretación de las razones por las que el avión comenzó a descender. Tampoco por las que no pudo responder a los intentos de contacto efectuados desde el control aéreo”, ha resumido Jouty. Los pilotos no lanzaron ninguna llamada de emergencia antes de que se perdiera el contacto con la aeronave.

Los investigadores han descartado que el aparato explotara en el aire. Los restos son demasiado pequeños y están dispersos en un área relativamente pequeña, según las explicaciones que ha ofrecido un portavoz de la BEA durante una rueda de prensa. “Los restos de pequeño tamaño no son característicos de un avión que explota en pleno vuelo”, ha señalado.

La BEA sostiene que el avión mantuvo un descenso durante unos diez minutos -a una velocidad aproximada y constante de 1.000 metros por minuto- hasta que se estrelló. La última posición registrada en tierra es de 2.000 metros aproximadamente.

No explotó en el aire

El organismo rechaza que hubiera una parada del motor en pleno vuelo: “Las indicaciones apuntan que el avión voló hasta el final”, ha afirmado el portavoz, que ha explicado que se estrelló a “gran velocidad” contra las montañas y “se desintegró”.

Interrogado por la posibilidad de que el siniestro se produjera por un atentado, Jouty no se ha cerrado a “ninguna tesis”, aunque las declaraciones oficiales de Alemania y Francia lo han descartado. Lo que sí ha apuntado es que las condiciones meteorológicas no deberían haber influido: “Hemos recuperado todos los datos meteorológicos. No hay ninguna información que haga pensar que fuese un factor que provocase el accidente”.

También le han preguntado por los motivos por los que el avión despegó con cerca de 30 minutos de retraso del aeropuerto de Barcelona-El Prat con destino a Düsseldorf. El portavoz ha asegurado que la “prioridad” son las grabaciones y que la información sobre la demora se ha solicitado a las autoridades españolas y se añadirán a la investigación.

Incógnita sobre la segunda caja negra

El presidente francés, François Hollande, que ha comparecido junto a Mariano Rajoy y Angela Merkel, ha anunciado que se ha localizado el envoltorio de la segunda caja negra. Sin embargo, la BEA no ha podido confirmar ese extremo.

Rajoy, que ha visitado el centro de operaciones y la capilla ardiente junto a sus homólogos, ha expresado que los gobiernos implicados intentarán “repatriar a las víctimas en las mejores condiciones”. A primera hora de la mañana, el fiscal del caso, Brice Robin, ha descartado que los cuerpos fueran a ser recuperados este miércoles. Por el momento esas labores están paralizadas.

Los servicios de rescate insisten en la complejidad de acceder a la zona en la que se encuentran los restos. “Los condiciones de intervención sobre el terreno son muy difíciles. Los investigadores que trabajan están atados”, ha expresado Jouty. Mientras tanto, los equipos especializados acogen a los familiares de las víctimas que han decidido desplazarse hasta Seyne-Les-Alpes.

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