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ELA y UGT auguran el “colapso” de Lanbide si el Ejecutivo mantiene sus planes

Trabajadores de Lanbide recorren Vitoria en una de las huelgas de hace unos meses.

Aitor Guenaga

Bilbao —

La reestructuración interna que planea el Gobierno para Lanbide y la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) se ha encontrado con la oposición de todos los sindicatos. Las dos principales centrales en el Servicio Vasco de Empleo, ELA y UGT, coinciden en el diagnóstico: la oferta de 868 plazas -más otras 50 para un programa temporal de empleo de la RPT- son “absolutamente insuficientes” y, además, echa por la borda la experiencia del colectivo de 190 administrativos técnicos y auxiliares que son “los que han gestionado la Renta de Garantía de Ingresos en todos estos años”, se señala desde ambos sindicatos. La “reestructuración” que defiende el Gobierno va a provocar, a juicio de ambas centrales, un “colapso de Lanbide” ante “la reducción de personal” en parte de las 42 oficinas actuales, “reducción que en algunas oficinas puede llegar al 25%”, según cifra el portavoz de ELA, Ramón Uriarte.

De manera sorpresiva, el Ejecutivo decidió suspender la reunión prevista para ayer de la mesa sectorial en la que los representantes del Gobierno y las centrales tenían previsto tratar las alegaciones presentadas por los diferentes sindicatos a los planes de la Administración. ELA, central mayoritaria, cargó contra la decisión “unilateral” de suspender el encuentro, al tiempo que cesuraba “la permanente pretensión del Gobierno de desacreditar la reclamación de la plantilla y los continuos retrasos y suspensiones de reuniones, sin el menor respeto a la negociación”. Portavoces del Departamento de Administración Pública negaron cualquier intencionalidad a la suspensión y argumentaron que era mejor dejarla para otro día ante la falta de tiempo suficiente para abordar “sin prisas” el debate. Las mismas fuentes indicaron que no hay fijada fecha para el encuentro.

Todos los sindicatos que se tenían que haber sentado en la reunión han asegurado que la propuesta del Gobierno no vale para el momento de crisis y desempleo que vive la sociedad vasca. “Esta plantilla está prevista para un desempleo del 9 % y de 30.000 perceptores de la RGI y ahora mismo en Euskadi sufrimos más de un 17 % de paro y más de 64.000 perceptores de la RGI”, han denunciado tanto el portavoz de ELA en la negociación, Ramón Uriarte, como los sindicatos CC OO y UGT en sus comparecencias en la comisión correspondiente de la Cámara vasca.

Otro de los problemas reside en la salida que pueden tener finalmente los 190 administrativos técnicos auxiliares, trabajadores sobre los que ha descansado la tratamitación de la RGI en los últimos años. Este colectivo fue nombrado de manera interina entre abril y mayo de 2012 y fueron sacados de las bolsas de trabajo que tenía el propio Gobierno vasco, a las que habían accedido tras el correspondiente examen, según recuerda el secretario general de UGT, Raúl Arza. Es uno de las batallas de la negociación. La Administración se escuda en que todos ellos sabían desde el primer día que el puesto que desempeñaban “su duración y final están vinculados a la creación de los puestos que asuman dicha competencia y a su provisión reglamentaria”, según ha recordado esta misma semana el consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka.

Es decir, lo que plantea el consejero es que esos puestos no tiene nombre y apellido y que su provisión se debe realizar siguiendo los principios de igualdad, mérito y capacidad de la Función Pública. Lo contrario sería “actuar arbitrariamente” porque “no está permitido consolidar por decreto situaciones de empleo público definidas por su carácter interino o temporal”, aduce Erkoreka.

Puestos “estructurales”

El representante de ELA, sin embargo, explica que los trabajadores no pretenden quedarse con un puesto en propiedad. “La única pretensión pasa porque no les echen a la calle hasta que se produzca la cobertura reglamentaria de las vacantes. Es estrictamente falso que los responsables de Lanbide y Función Pública dejaran patente que la finalización de esos nombramientos se iba a producir antes de esa cobertura reglamentaria, tal como afirma el consejero. Justo al contrario, en su momento se nos dijo que esos puestos eran estructurales y que el tratamiento que iban a tener a futuro era el mismo que el resto de interinos”, apunta el representante de ELA.

Pero también preocupan los planes de reestructuración del servicio en las diferentes oficinas territoriales. Actualmente trabajan en Lanbide 874 personas. En los servicios centrales hay 220 puestos (la mayoría, 152, en Vitoria) y en las 42 oficinas locales con las que cuenta Lanbide trabajan 632 personas. Finalmente, hay dos centros de formación con 22 puestos (14 en Sestao y 8 en Lasarte). Esta organización es “inviable” y genera “distorsiones”, según los responsables de Lanbide. El ejecutivo cree que hay que “reestructurar la organización para potenciar la orientación integral y personalizada buscando la eficacia de la intermediación laboral”.

“¿Pero cómo van a favorecer esa intermediación laboral?”, se pregunta Raúl Arza, cuando el propio consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, reconocía que la gestión de la RGI “se ha comido a Lanbide”. El líder de UGT en Euskadi cree que puede haber fórmulas para de manera transitoria ampliar la plantilla, mantener determinados puestos interinos para dar salida a las necesidades reales del servicio con el nivel de desempleo que arrastra Euskadi y pactar de manera escalonada amortizaciones de plazas según cambien la tendencia del paro y las necesidades de perceptores de RGI. Arza recuerda que en cinco años más de 60 personas que provenían del SEPE -la plantilla de más edad- y se integraron en Lanbide estarán en edad de jubilarse.

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