“Si no lo deciden ellas, ¿quién lo va a decidir?”
El proyecto de ley en el que trabaja el Ministerio de Justicia para reformar la ley del aborto ha despertado el recelo entre muchos sectores políticos y sociales, pero también entre profesionales de la medicina que consideran que el nuevo texto supone una regresión en los derechos fundamentales de las mujeres.
El doctor José Gurrea, ginecólogo de la Clínica Euskalduna de Bilbao, considera que “este proyecto no va a llegar a ningún lado” porque pone en manos de los médicos la decisión sobre una cuestión que atañe a la paciente. En su trabajo diario en la clínica, atiende a mujeres que voluntariamente deciden interrumpir su embarazo, siempre dentro de los plazos que establece la legislación vigente, es decir dentro de las primeras 14 semanas de gestación.
El doctor Gurrea recalca en varios momentos de la conversación que esa interrupción supone siempre a “la voluntad de la mujer” de no seguir adelante con la gestación y que el médico “no tiene ninguna responsabilidad” e insiste “es que si no lo deciden ellas, ¿quién lo va a decidir?”. Para el facultativo otro de los aspectos preocupantes del nuevo texto que prepara el Ejecutivo central es el que afecta a los supuestos en los que el feto presente una malformación. En ese caso la nueva ley habla de “una interrupción voluntaria del embarazo de causa psiquiátrica, o sea, que los psiquiatras indican un aborto. Los psiquiatras indican antidepresivos, ansiolíticos, antisicóticos… pero yo no he visto jamás en mi vida que un psiquiatra indique como tratamiento un aborto, eso no existe”.
Gurrea afirma que “lo que dice Gallardón es absolutamente inútil, y un proyecto totalmente descerebrado porque ningún psiquiatra indica un aborto”. En este sentido el ginecólogo considera que “queda claro que Gallardón es un ministro totalmente cobarde porque las malformaciones están perfectamente etiquetadas por los ginecólogos. Se trata de dirimir si son anomalías incompatibles con la vida o no”.
Con este panorama el doctor Gurrea advierte que “volveremos a lo que pasaba antes de 1985” y las mujeres tendrán que viajar a países donde se aplica la ley de plazos. “Se irán a Francia, Inglaterra, Holanda” dice, porque con la nueva ley “lo que se hace es prohibir técnicamente el aborto”. Pero en este sentido, Gurrea no cree que se formen redes clandestinas para abortar “porque los médicos no nos vamos a arriesgar a ir a la cárcel”.
