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La fiscal del 'caso Cabacas' se opone a todas las imputaciones pedidas por la familia

La abogada de la acusación particular, Jone Goirizelaia (derecha), junto a los padres de Íñigo Cabacas, Manu y Fina.

Aitor Guenaga

Bilbao —

La fiscal del 'caso Cabacas' -la muerte hace ahora justo dos años del seguidor del Athletic Íñigo Cabacas a consecuencia de una pelota de goma disparada por un ertzaina- se ha opuesto a la petición de la abogada de la familia, Jone Goirizelaia, de que declaren como imputados el mando de la Ertzaintza denominado en la causa Ugarteko, así como todos los agentes que llevaban escopetas el día de los hechos, el 5 de abril de 2012.

La letrada de la acusación particular en nombre de la familia de Cabacas presentó un recurso de reforma contra el auto de la juez instructora, Ana Torres, dictado el pasado 6 de noviembre, en el que la magistrada desestimaba numerosas diligencias y pruebas solicitadas por Goirizelaia. La fiscal del caso, Pilar Giménez, tras darle la juez traslado del recurso de la acusación, presentó un escrito en el que rechaza las peticiones de la letrada de la familia.

El escrito de tres oficilios, al que ha tenido acceso eldiarionorte.es, lleva fecha de 22 de noviembre del pasado año. Y desde entonces está pendiente que lo resuelva la magistrada del caso. Es decir que la juez Torres ha dejado pasar ya 137 días (más de cuatro meses) sin dar respuesta al recurso de la acusación particular, algo que ha generado un malestar creciente por el tiempo transcurrido y ha ocasionado sorpresa e incredulidad en medios judiciales de la Audiencia vizcaína. Sin embargo, Goirizelaia ha cargado básicamente contra la fiscalía -a la que reiteradamente ha acusado de “pasividad clara y manifiesta” y nunca contra la juez, a la que ha disculpado en todo momento por la “carga de trabajo”, al tiempo que alababa su dedicación. “La juez está haciendo una investigación concienzuda”, señaló hace varias semanas Gorizelaia, en la misma comparecencia en la que afeaba el trabajo de la fiscal por “no proponer pruebas, no va a las declaraciones y si va, prácticamente no hace preguntas”.

Al conocer el contenido del escrito de la fiscal del 'caso Cabacas' se entiende mejor esa postura de la letrada, al margen de la carga de trabajo que a buen seguro tiene la juez. De hecho, la Fiscalía se opone a todas las imputaciones pedidas por la familia en su estrategia de subir peldaños en el escalafón de responsabilidades en la cadena de mando. Uno de los objetivos de Goirizelaia era lograr la imputación del Ugarteko, uno de los mandos que está en la comisaría de Bilbao supervisando, junto a otros mandos y cargos policiales, el operativo policial cuando ya se habían producido incidentes en el lugar donde cayó mortalmente herido Cabacas y en otras zonas de Bilbao. Según consta en las grabaciones aportadas a la causa, es quien da la siguiente orden: “Le repito las ordenes para que queden bien claras. Se lo acabo de comunicar al suboficial de grupo que está trabajando. Entren al callejón con todo lo que tenemos, entren en la 'herriko', controlan la situación y los que haya que pueden ser posible agresores se les controla o se les echa, y se toma toda la posición”. La difusión parcial de esas conversaciones las realizó naiz.info al de un año de iniciada la instrucción.

No ordena “utilizar las escopetas”

La fiscal considera que no es posible atribuir a este mando [Ugarteko] la responsabilidad de dar la orden de cargar a los agentes de la Ertzaintza que se encontraban en el lugar de los hechos. “En el momento de la investigación en la que nos encontramos, no nos permite deducir que el citado agente sea el que dio la orden directa de disparar y, que como consencuencia de esa carga, falleciera Íñigo Cabacas”. La fiscal considera “precipitada” la afirmación que en su escrito hace la letrada Goirizelaia de que el Ugarteko “es quien da la orden de manera reiterada de entrar en la plaza, de actuar en el lugar, con frases tales como entrar con todo lo que tenemos, o entrar en el callejón de la 'herriko'”. La abogada de la acusación particular interpreta que la frase del mando Ugarteko de “entren al callejón con todo lo que tenemos” en realidad “quiere decir entrar con las escopetas”, a él le atribuye la letrada “la orden directa” y “si no hubiera dado la orden, la muerte de Íñigo Cabacas no se habría producido”.

Por contra, la fiscal infiere que de las diligencias practicadas hasta esa fecha -finales de noviembre- “no se desprende que el citado agente mandara cargar a los agentes de la Ertzaintza (...) en ninguna de ellas se escucha que dicho agente ordenara directamente utilizar las escopetas, ni tampoco que como consecuencia de sus órdenes falleciera Íñigo Cabacas”. Esta postura tan clara de la Fiscalía echa por tierra el objetivo de Goirizelaia de subir un peldaño el nivel de responsabilidades, salvo que la juez instructora opine lo contrario. Pero la magistrada no se ha pronunciado. Y tras las declaraciones de los cuatro imputados -los tres únicos ertzainas que admitieron haber disparado pelotas de goma aquella noche y el suboficial al cargo de la furgoneta donde estaba destinados aquella noche los que admitieron haber disparado-, la fiscalía no ha pedido ninguna imputación.

Sin “responsabilidad penal”

El otro bloque de imputaciones que la acusación particular quería lograr es el de todos los agentes que “llevaban escopetas el día de los hechos”. De nuevo, la fiscal rechazaba en su escrito tal petición. “Lo mismo hay que señalar en relación a la solicitud de citación en calidad de imputados de todos los agentes que llevaban escopetas el día de los hechos, de las diligencias llevadas a cabo hasta ahora, no se deriva ninguna responsabilidad penal de los mismos, sin perjuicio de que si de las diligencias que se van a llevar a cabo, existieran indicios de responsabilidad penal en algún agente más se le llame a declarar por el juzgado como imputado”. Pero tampoco en ese extremo ha habido novedades tras las declaraciones de los cuatro imputados hace ya varios meses.

Finalmente, la fiscal rechaza otra serie de diligencias solicitadas por la acusación como una relacionada con el control del material antidisturbios que llevaba cada furgoneta y el funcionamiento de las escopetas, al considerar “que ya consta en la causa” que “no se ha llevado ningún registro del correcto o incorrecto funcionamiento de las escopetas, si han sido utilizadas o los cartuchos que se han usado”. El responsable último de que ese material estuviera controlado era el entonces 'nagusi' (jefe) de la comisaría de Bilbao y hoy de la Ertzaintza, Jorge Aldekoa. La Fiscalía se opone también a la diligencia en la que Goirizelaia pretendía saber “si hubo alguna reunión de coordinación” pues “de lo hasta ahora practicado no se ha constatado la recepción [de] una orden expresa en el uso del material antidisturbios que derivara de dicha reunión”.

Y no se considera pertinente ni la declaración como testigo de un agente en su día entrevistado por el diario Deia -ya que no consta que formara parte del operativo o fuera testigo de los hechos-, ni tampoco la información sobre los daños producidos y el expediente administrativo o los expedientes existentes de las compañías aseguradoras. Sobre este asunto, la fiscal le recuerda a Goirizelaia que ya se ofició en su día a la comisaría de la Ertzaintza para que informara si “se efectuó algún tipo de informe sobre daños sufridos por las furgonetas en la actuacion realizada el día 5 de abril de 2012”, fecha en la cayó herido mortalmente Íñigo Cabacas.

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