“La sociedad banaliza el consumo de cannabis”
El cannabis y su relación con la salud mental es uno de los temas abordados en el XXIV Curso de Actualización en Psiquiatría, que se celebra en Vitoria. Se trata de una cuestión que en los últimos años ha llenado de preocupación a los psiquiatras, que opinan que en la sociedad actual se “banaliza el consumo de cannabis”. Y eso supone un “riesgo muy importante para la salud mental”, especialmente de los jóvenes. Así lo cree el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Miguel Gutiérrez. Su colega, Ana González-Pinto, jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital de Álava, ha recalcado que “el consumo de cannabis en personas jóvenes es un factor de riesgo importante para la psicosis, pero también para el aprendizaje o la motivación”. La psicosis se refiere a los trastornos de la mente caracterizados por cierta pérdida de contacto con la realidad. Por eso, los especialistas previenen contra la propaganda que se hace de esta sustancia, tratándola como “una droga blanda, que relaja y se consume de forma recreativa”. La dosis que se toma y la frecuencia también es una cuestión fundamental.
Según González-Pinto, los jóvenes que se “enganchan” al cannabis tienen un riesgo de casi el 20% de hacerse dependientes. “El consumo de cannabis en la etapa adolescente genera mucho riesgo para el sistema nervioso central que todavía no está desarrollado de manera completa”. El cerebro del ser humano se va desarrollando a lo largo de la infancia y la adolescencia hasta los 24 o 25 años. La introducción de sustancia psicoactivas en ese periodo de formación, a partir de los 14 años, que suele ser la edad de inicio, tiene un efecto sobre “la memoria, el rendimiento y las capacidades cognitivas, entre otras afecciones”, apuntan los especialistas.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, Miquel Bernardo, ha reclamado más presupuestos para la investigación en salud mental porque, según ha incidido, ello repercutirá en el ahorro de recursos sanitarios futuros. El también investigador del Cibersam (Centro de Investigación en Salud Mental) ha explicado que áreas como las enfermedades infectocontagiosas como el sida o patologías cardiovasculares reciben en la actualidad una parte sustancial de los presupuestos sanitarios frente a otros campos como la salud mental. “Invertir más dinero en la investigación en el campo de la psiquiatría redundará en un beneficio para la calidad de vida de las pacientes, pero también supondrá un ahorro a la larga en recursos sanitarios”.
