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El desacuerdo entre Rajoy y Pedro Sánchez deja en el aire el relevo de la Defensora del Pueblo

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en una imagen de archivo

Gonzalo Cortizo

La distancia entre Rajoy y Pedro Sánchez ha dejado sin cubrir el primero de los puestos “constitucionales” que exigen el acuerdo entre los dos principales partidos. El Boletín Oficial del Estado publica hoy el cese de Soledad Becerril como Defensora del Pueblo. El nombramiento de su relevo exige un acuerdo que garantice tres quintas partes de los votos en el Parlamento; un consenso imposible habida cuenta de la lejanía marcada entre el nuevo PSOE y el Partido Popular de Mariano Rajoy.

Como consecuencia de la falta de acuerdo, el cargo pasa a manos del segundo en el escalafón, el socialista Francisco Fernández Marugán: “Nosotros no tenemos prisa, quien tiene que mover ficha es Rajoy”, aseguran en el grupo parlamentariuo socialista.

La Constitución otorga al Defensor/a del Pueblo las funciones comisionadas por las Cortes Generales para la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Sin entendimiento entre las principales formaciones, el cargo queda desierto y en manos del PSOE.  La ley que rige este organismo acredita a su titular para “supervisar la actividad de la Administración”. Por ahora esas funciones quedarán en manos de los socialistas. 

Durante el encuentro que Pedro Sánchez y Mariano Rajoy mantuvieron el pasado 6 de julio la cuestión del Defensor del Pueblo estuvo sobre la mesa y Rajoy se comprometió a proponer un nombre, según fuentes próximas a los equipos de ambos interlocutores. Sin embargo, el presidente del Gobierno no ha cumplido con su promesa y la llamada para dar un nombre no se ha producido.  

El acuerdo sobre el defensor del Pueblo no es el único pendiente en las agendas del presidente del Gobierno y del líder de la oposición. Rajoy y Sánchez tienen que acordar la manera en la que se genera el relevo en la presidencia de Radio Televisión española, tras el acuerdo parlamentario para renovar la dirección con un acuerdo político. 

Sobre la cuestión de RTVE, ambas partes calculan que podría empezar a hablarse de un nombre a partir del mes de enero. Para entonces esperan llegar a un consenso sobre las bases que regirán la convocatoria para cubrir la plaza de quien habrá de mandar en la televisión y radio públicas. 

La cuestión de TVE es la que más preocupa a Pedro Sánchez, decidido a acabar con la deriva publicitaria de los medios públicos a favor del PP. Según fuentes del grupo parlamentario popular, “cuando empecemos a negociar la tele, el PSOE nos devolverá la presidencia del Defensor del Pueblo”. 

Estos acuerdos, tradicionalmente denominados como “constitucionales”, exigen de un refrendo de tres quintos en la parlamento. Esta por ver cuál es el margen de maniobra de Unidos Podemos para influir en la elección de candidatos para ambos puestos. Por ahora ninguno de los dos asuntos ha estado entre los temas agendados para la mesa de coordinación permanente que ambas formaciones han puesto en marcha en el Congreso de los Diputados. 

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