UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
Permanecemos en nuestra tierra y seguiremos documentando la verdad
Al sur de Hebrón, entre las áridas colinas de Masafer Yatta, se encuentra la aldea palestina de Umm al-Kheir, una pequeña comunidad que vive bajo los continuos ataques de los soldados y los colonos israelíes.
Hace apenas tres meses, Awdeh Muhammad Khalil Al-Hathaleen, un profesor palestino de 31 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza por un colono israelí, justo en frente de su casa. El ataque ocurrió durante una operación a gran escala alrededor de la aldea, cuyo objetivo era expandir el asentamiento de Karmei El.
Khalil Al-Hathaleen, hermano de Awdeh y presidente del Consejo de Umm al-Kheir, relata: “Awdeh era activista y documentaba las violaciones [de derechos humanos] con su cámara, dando voz a nuestra aldea. Lo mataron para silenciarlo, pero se ha convertido en símbolo de nuestra resiliencia. Si pudieran acabar con el aire que respiramos, lo harían”.
Una larga historia de desposesión y desplazamiento
Umm al-Kheir alberga a unas 300 personas refugiadas de Palestina de la familia Al-Hathaleen, desplazada de la ciudad de Beerseba en 1948. Tienen las tarjetas de UNRWA que las identifican como refugiadas y los documentos que acreditan que las tierras que habitan son de su propiedad, pero a Israel no parece importarle. Desde la década de 1980, ha ido confiscando sus tierras y estableciendo asentamientos en las inmediaciones, incluido el de Karmei El.
Alrededor de 100 viviendas han sido demolidas desde 2007 bajo el pretexto de construcción sin licencia. “Las personas aquí viven en condiciones extremadamente duras. Se enfrentan a inviernos gélidos y veranos abrasadores en refugios temporales que no son aptos para vivir”, denuncia Khalil.
La precariedad afecta a todos los ámbitos: Umm al-Kheir solo recibe agua siete horas a la semana y la electricidad depende de pequeños paneles solares que apenas permiten alimentar un frigorífico o cargar el teléfono móvil, lo que deja a la aldea a oscuras durante los meses de invierno.
Hace solo cinco años, las familias tenían unas 4.000 ovejas. Debido a la sustracción de tierras y a la subida del precio de los alimentos de ganadería, hoy solo tienen 300.
Umm al-Kheir carece de escuelas y centros de salud. Los niños y niñas caminan hasta dieciocho kilómetros al día para asistir a clase en las aldeas vecinas, enfrentando amenazas y ataques por parte de los colonos por el camino.
“El transporte escolar ha sido suspendido por dos años, obligando a los estudiantes mayores a caminar bajo amenaza constante”, explica el maestro Walid Al-Hathaleen. “Más de once estudiantes abandonaron la escuela el año pasado por lo peligroso del trayecto. Ninguno terminó los exámenes finales de secundaria”.
Los ataques contra la población palestina se intensifican
Tras los sucesos del 7 de octubre de 2023, la violencia contra la población palestina en Cisjordania ha aumentado dramáticamente. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 1.000 personas han sido asesinadas y otras 10.000 han resultado heridas a causa de las incursiones militares israelíes. Los ataques de los colonos también han aumentado.
Umm al-Kheir no es una excepción, y la situación ha empeorado desde el asesinato de Awdeh. “Los colonos atacan a la población impunemente, a menudo con uniformes militares. Confiscan tierras, propiedades y ganado. Hace unos días, cuando mataron a mi hermano Awdeh, establecieron un nuevo puesto de colonos al norte de la aldea”, asegura Khalil.“La línea de agua fue cortada inmediatamente después de su muerte. Diecinueve personas de la aldea fueron arrestadas, mientras que el colono que lo mató fue liberado sin castigo”, añade.
Awdeh, un símbolo de resiliencia
Awdeh Muhammad Khalil Al-Hathaleen era profesor de inglés, jugaba al fútbol y se había convertido en uno de los activistas más reconocidos de su comunidad.
Contribuyó con sus grabaciones a la película No Other Land, ganadora del Óscar al Mejor Largometraje Documental en la última edición de los premios cinematográficos. La cinta muestra el hostigamiento constante que sufren las comunidades palestinas de Masafer Yatta.
Awdeh también construyó una casa de huéspedes, donde recibía a periodistas y personas voluntarias de todo el mundo. Allí les contaba, en primera persona, las dificultades a las que se enfrentaba la población de la aldea.
Su primo, Ahmad Al-Hathaleen, comenta: “Él era el puente entre Umm al-Kheir y el mundo. Un colono lo atacó por exponer la verdad. Nuestra pérdida es inmensa. Todos lo querían: era amable, tranquilo y generoso”.
Ahmad insta a la comunidad internacional: “Tenemos todos los documentos que prueban nuestra propiedad. Sin embargo, la ocupación permite que los colonos nos ataquen. Hacemos un llamamiento al mundo para que intervenga y garantice que la voz de Umm al-Kheir sea escuchada a nivel global”.
La muerte de Awdeh Muhammad Khalil Al-Hathaleen vuelve a poner de manifiesto que Palestina no va a quedarse en silencio frente a la desposesión y el desplazamiento. Umm al-Kheir no tiene agua suficiente ni electricidad, no tiene escuelas para los niños y niñas, pero sus habitantes no se rinden y envían un mensaje claro: “Permanecemos en nuestra tierra y seguiremos documentando la verdad, compartiendo la historia de Umm al-Kheir con el mundo”.
Protección y dignidad para las personas refugiadas de Palestina
En este contexto, la labor de UNRWA en Cisjordania adquiere especial relevancia. Su trabajo en materia de protección comprende todo tipo de actividades orientadas a salvaguardar los derechos humanos, la seguridad y la dignidad de las personas refugiadas de Palestina bajo su mandato. La Agencia no se limita a la asistencia material y la prestación de servicios, también interviene en situaciones de riesgo o especial vulnerabilidad.
Entre otras cosas, UNRWA documenta y denuncia violaciones de derechos humanos, acompaña a las personas refugiadas de Palestina en procesos legales complejos y, cuando los desplazamientos forzosos o las demoliciones obligan a las familias a abandonar sus hogares, proporciona asistencia para que puedan hacerlo en condiciones dignas.
Además, UNRWA interviene ante las autoridades locales y mantiene un diálogo constante con la comunidad internacional con el fin de frenar los abusos y garantizar que las voces de quienes los sufren sean escuchadas.
Sobre este blog
UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
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