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Cineuropa lleva a Santiago la fuerza transformadora del amor (al cine) contra el genocidio y los discursos de odio

Fotograma de 'The President's Cake', Cámara de Oro a la mejor ópera prima en Cannes, la película que inugurará Cineuropa 39

Luís Pardo

29 de octubre de 2025 16:48 h

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El León de Oro de Venecia, el Oso de Oro de Berlín, el Leopardo de Locarno... y “prácticamente” todo el palmarés de Cannes, excepto la Palma de Oro y “porque se estrenó hace una semana”. En su edición número 39, Cineuropa vuelve a confirmar su carácter de “festival de festivales” y, entre el 7 y el 23 de noviembre, pondrá a disposición de los espectadores compostelanos algunas de las grandes películas del año. A nombres como Sorrentino, Jarmusch o Linklater se suman los de los premiados: Jaione Camborda, Jonás Trueba y el palestino Kamal Aljafari. En un año marcado por el genocidio de Gaza y el “discurso iliberal que lo cubre todo”, la cita –desde su propio cartel– apuesta con claridad por el amor. Pero no por el melodrama ni el romanticismo, sino por el amor como fuerza transformadora y, sobre todo, por el amor al cine.

“Nunca sabemos si la cosecha [de películas] del año va a ser buena o mala y si después, en Cineuropa, vamos a tener suerte o no para conseguir esas películas. Pero este ha sido, sin duda, un año bueno”. El director del festival, José Luis Losa, se mostraba satisfecho en su comparecencia en el Ayuntamiento de Santiago, una urbe que, cada noviembre, se rinde a “la liturgia de compartir la sala”, en palabras de la portavoz del gobierno local, Miriam Louzao. Por eso, desde hace casi cuatro décadas –las cumple el próximo año– se ha convertido en un “símbolo de la ciudad” y en una “referencia imprescindible del panorama cinematográfico gallego”

Bajo el lema Salir del otoño y de la clandestinidad, el festival invita a recuperar el placer colectivo de la sala oscura como antídoto a esos discursos de odio y la incertidumbre contemporánea. “Cada film es una tesela de un mosaico de culturas, lenguas y emociones, un discurso coral del arte, que es el mejor lenguaje con el que encarar el presente y el porvenir, señaló Losa.

Cartel de la edición 39 de Cineuropa

Ese mosaico se abre el 7 de noviembre con la iraquí The President's Cake, premio Cámara de Oro a la mejor ópera prima en la última edición del Festival de Cannes y se cierra dieciséis dias después con el estreno de una cinta gallega, Así chegou a noite, de Ángel Santos. En el medio, casi 150 películas entre las que, una vez más, destaca lo que el propio Losa define como “el mainstream dentro del cine de autor”, las cintas “que están marcando la temporada”.

Así, se podrán ver Father Mother Sister Brother, de Jim Jarmusch (León de Oro en Venecia) o El agente secreto, de Kleber Mendonça Filho, ganadora del premio al mejor director y al mejor actor en Cannes. Junto a ellas, lo nuevo de Paolo Sorrentino, Richard Linklater, François Ozon, Olivier Assayas, Lucrecia Martel, Radu Jude o Joachim Trier

Óperas primas brillantes y premios a cineastas consagrados

Será además el quinto año que Cineuropa cuente con una vertiente competitiva, más allá del tradicional premio del público que vota después de cada sesión. Cineastas del presente –abierta en exclusiva a directores que rodaron su primera o segunda película– cuenta con once participantes de otros tantos países, desde Francia hasta Perú o Tailandia. Entre ellas, Losa ubica varias de las “películas del año”, como Un fantasma útil, ganadora de la Semana de la Crítica en Cannes y premiada en Sitges, donde recibió el Méliès de plata a mejor filme europeo otra de las contendientes, la húngara Feels like home.

Los premios Cineuropa son otro de los grandes momentos del festival. Dos de ellos tienen una vinculación clara tanto con la ciudad como con la cita. Uno es el de Jaione Camborda (O Corno, Concha de Oro en San Sebastián). Losa admitió que saldaban así la deuda pendiente con la directora y guionista “donostiarra-galega”. El otro, el de Jonás Trueba, del que el director de Cineuropa recuerda el pase “muy singular” de su primera película, Todas las canciones hablan de mí, tras la que se convirtió en un fijo.

El tercer galardón, “especialmente reseñable”, será para el director palestino Kamal Aljafari, que presentará With Hasan in Gaza, premiado en Locarno. “No es un cineasta urgente, es un cineasta de calado, que lleva veinte años buscando formas de atrapar la memoria de Palestina”. La cinta que lo trae a Compostela parte de un viaje a Gaza en 2001 para visitar a un compañero con el que estuvo en la cárcel y se nutre de imágenes de la franja de aquella época. Un cine que “trata de mirar a este presente trágico a través de mecanismos cinematográficos como la memoria”. Por eso, a Losa le parece “especialmente adecuado reconocer su trayectoria en este momento”.

La deputada de Cultura de la Deputación de A Coruña, Natividade González; la portavoz del gobierno local de Santiago, Miriam Louzao y el director de Cineuropa, José Luis Losa, en la presentación del festival

Melodramas, no

“No hablamos de melodrama”, advirtió Losa al anunciar el apartado Las cosas del querer, donde se proyectarán 39 películas. Esta sección paralela mostrará el amor “entendido en una dimensión amplísima”. “En un momento como éste, en el que los discursos de odio y la negación del diferente se están imponiendo, nos parecía especialmente relevante destacar la capacidad del cine para buscar una armonía”.

Aunque se le hacía difícil escoger entre las casi cuarenta proyecciones, Losa acabó decantándose por Je, Tu, Il, Elle, una muestra del amor como algo “abierto, no canónico” habitual en las películas de su directora, Chantal Akerman; el Kung Fu Master de Agnès Vard a o –contradiciendo esa negativa inicial al melodrama– Some came running, de Vincent Minnelli, “reivindicado ahora como director feminista”, una cinta interpretada por Frank Sinatra y Shirley McLaine.

Otra de las secciones paralelas es el ciclo dedicado a Faye Dunaway, una actriz “que se enfrentó a Hollywood” y a la que Losa, admitiendo una posible “hipérbole”, compara en cierta manera con Greta Garbo. Dunaway fue “una irrupción sorprendente” en aquel cine americano de los 70 que habían empezado a revolucionar Brian de Palma, Coppola o Scorsese. La actriz siempre “fue por libre” y lo demostró en su enfrentamiento abierto con Roman Polanski –“que ya apuntaba maneras sadomasoquistas con los actores”– en el rodaje de Chinatown. “Ahí comenzaron a generarse los anticuerpos que le proporcionaron fama de incómoda”. Por eso, tras su Oscar por Network, su carrera, que debería haber explotado, casi finalizó. “No se desvaneció como Garbo: la desvanecieron”.

La memoria siempre tiene un papel crucial en Cineuropa y esta vez viene ejemplificada por el documental Bajo las banderas, el sol, uno de los participantes en Cineastas del presente. En la cinta se descubren imagenes hasta ahora inéditas de la dictadura de Alfredo Stroessner, un régimen que Losa considera que –al lado de los de Chile, Argentina, Brasil o Uruguay– habría pasado aún más desapercibido si no fuese por la novela Yo, el supremo de Agusto Roa Bastos. El director de la película, Juanjo Pereira, debatirá sobre las dictaduras silenciadas con el público de Cineuropa.

Y una efeméride que el festival no quiere dejar pasar: los 50 años de la huelga de actores en los estertores del franquismo, “una huelga por los derechos laborales pero que fue claramente política”, según Losa y cuyo medio siglo “ha pasado bastante despercibido en el mundo del cine y la cultura”. A Santiago acudirá Petra Martínez, protagonista de un conflicto que llevó a la cárcela a actrices como Tina Sáenz o Enriqueta Carballeira y en el que tomaron parte activa Concha Velasco, Juan Diego o Ana Belén. Las piezas del mosaico con el que el director del Festival quiere mandar un mensaje a sus fieles espectadores: “Que sepan que Cineuropa también ama a su público”.

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