Kast gana las elecciones en Chile y se convierte en el primer ultraderechista en llegar al poder desde el fin de la dictadura
El ultraderechista José Antonio Kast, del Partido Republicano, ha ganado este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile con un cómodo margen y se convierte en el primer líder de la extrema derecha en llegar al Gobierno desde el retorno a la democracia.
Tal y como pronosticaban todas las encuestas, gracias al apoyo de la derecha tradicional de Evelyn Matthei y de la extrema derecha más radical de Johannes Kaiser, Kast ha superado a la progresista Jeannette Jara, que encabezaba la mayor coalición de fuerzas de centroizquierda e izquierda. Kast ha recibido un 58,1% de los votos, mientras que Jara obtiene un 41,8%.
En su primer discurso, el ultraderechista ha prometido que será “el presidente de todos, sin excepción”, y ha prometido “un cambio real” en el país. Kasta ha afirmado que Chile “ha dado un mandato claro, que no admite excusas: no quiere continuidad, quiere un cambio real”.
“Sin seguridad no hay paz, sin paz no hay democracia y sin democracia no hay libertad. Chile volverá a ser libre del crimen, de la angustia y del temor”, ha declarado quien será el primer presidente pinochetista después de décadas. “Chile necesita que el país vuelva a tener empleo digno y orden en nuestras calles, en el Estado, en las prioridades que se han perdido”, ha agregado en su discurso frente a miles de sus seguidores en Santiago.
Kast ha ganado en todas las regiones del país, incluso donde se había impuesto Jara en la primera vuelta (el sur del país, en la Metropolitana y la región de Valparaíso, bastión tradicional del centro-izquierda e izquierda). “La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el presidente electo para desearle éxito por el bien de Chile”, ha señalado Jara. “Nos toca ahora hacer oposición y el camino de la unidad es el único que merece la pena. La unidad es el camino. Construimos una alianza amplia e histórica y tenemos una fuerza social y cultural que debemos consolidad, cuidar y hacer crecer. No hay espacio para el desánimo, hay una tarea que continúa”, ha añadido.
“No queremos promocionar el odio. Somos un solo país”, ha asegurado en tono conciliador. “Debemos hacer una reflexión profunda sobre los factores que condujeron a este resultado”, ha añadido.
A la tercera, la vencida
Kast llegará a la La Moneda tras su tercer intento (los anteriores fueron en 2017 y 2021) y pese a haber perdido la primera vuelta contra Jara por la fragmentación de candidaturas dentro de su propio sector.
De 59 años, es hijo de un matrimonio de migrantes alemanes –su padre estuvo afiliado al partido nazi– y licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica. Fue diputado 16 años por la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), partido nacido al alero del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) al que abandonó para fundar el Partido Republicano.
Un defensor de Pinochet en La Moneda
Con estrechos vínculos con la dictadura, la ha defendido a lo largo de su trayectoria política: su hermano fue ministro del dictador y él apoyó la continuidad del régimen en el plebiscito de 1988. Durante su carrera ha aplaudido en varias ocasiones el legado neoliberal del pinochetismo.
Hasta ahora, el primer y único presidente de derecha en Chile desde el retorno a la democracia había sido el fallecido Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022), que votó en contra de la permanencia del dictador.
Con la gran promesa de formar un “gobierno de emergencia” para aplicar mano dura contra la delincuencia y la migración irregular, el abogado ultracatólico y padre de nueve hijos colocó la seguridad y el orden público en el centro de la discusión electoral. Según su programa, blindará la frontera norte con vallas y zanjas, construirá cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para líderes del narcotráfico y endurecerá las penas para cualquier delito, entre otras.
Tras su victoria, ha afirmado que “quien no cumpla la ley, va a recibir todo el peso de esa ley”, advirtiendo de que “los padres tendrán que responder por los daños que provoquen sus hijos”. Ha dicho que su victoria “no es la meta, sino el punto de partida”, desde el cual los cambios que propone empezarán a aplicarse “de inmediato”, pero frente a las expectativas que puedan tener los votantes, les ha advertido de que “los resultados no se verán al día siguiente”.
Con el triunfo de Kast, Chile se suma a la ola de gobiernos ultraderechistas del mundo y de la región, consolidando un nuevo polo en Sudamérica, junto con la Argentina de Javier Milei y con la mano tendida a Donald Trump. Pese a tener agendas muy parecidas, el tono y las formas del ultra chileno son menos agresivas y confrontacionales que las de estos otros mandatarios del continente. Su perfil es más parecido al de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, de quien se ha declarado admirador, o al de la francesa Marine Le Pen.
Meloni ha felicitado a Kast por su victoria a través de un mensaje en X: “Felicito a mi amigo José Antonio Kast por el gran éxito obtenido en las elecciones presidenciales de Chile”. “Italia y Chile son naciones amigas y estoy segura de que nuestras relaciones bilaterales se fortalecerán aún más”, ha afirmado la primera ministra.
En el continente americano, Milei ha expresado su “enorme alegría” por la victoria de Kast, a quien ha calificado de “amigo”, y ha asegurado que ambos Gobiernos trabajarán para que “América abrace las ideas de la libertad”. Desde las antípodas del espectro político, el presidente de Brasil, Lula da Silva, ha felicitado a Kast y le ha deseado “mucho éxito”, reafirmando el compromiso de Brasil de fortalecer las relaciones bilaterales, así como los lazos económicos y comerciales, y de preservar a Suramérica como una “zona de paz”.
Mientras, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha advertido de que “vienen los vientos de la muerte” a América tras la victoria de Kast, afirmando que “el fascismo avanza” y que él jamás le dará la mano “a un nazi y a un hijo de nazi”, comparando el ganador de las elecciones en Chile con la figura de Pinochet.
Desde Washington, el secretario de Estado de Donald Trump ha felicitado a Kast en un comunicado y se ha mostrado convencido de que, bajo su liderazgo, “Chile va a avanzar en prioridades compartidas, que incluyen fortalecer la seguridad pública, poner fin a la inmigración ilegal y revitalizar la relación comercial con EEUU”.
Kast recibirá la banda presidencial el próximo 11 de marzo de parte del mandatario saliente, Gabriel Boric, que por ley no pudo presentarse a la reelección. El presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, ya anunció hace días que el Gobierno de Kast incorporará a ministros de la coalición de la derecha tradicional, Chile Vamos, que lo ha apoyado en estos comicios, pero está por ver si se sumará también el ultraderechista radical Johannes Kaiser, quien tras perder la segunda vuelta hizo campaña por Kast, pero no ha aclarado si quiere integrar el próximo Ejecutivo chileno.
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