Adelante Andalucía pide dimisiones en IU y Podemos tras el fallo del Constitucional contra la expulsión de Teresa Rodríguez

En esta crónica aparecen dos sujetos políticos con el mismo nombre: Adelante Andalucía. Uno es el que actualmente ocupa el grupo mixto del Parlamento andaluz, con dos diputados, y otro es el que existía en noviembre de 2020, con 17 diputados, de los que seis orquestaron una operación para expulsar a su líder, Teresa Rodríguez, y otros ocho compañeros.

Una operación ideada por Podemos e IU, ejecutada por la Mesa del Parlamento andaluz con la connivencia de PSOE, Ciudadanos y Vox, y censurada hace dos días por el Tribunal Constitucional por vulneración de los derechos fundamentales de representación política de los afectados.

El fallo, que admite el recurso de amparo de Rodríguez y sus compañeros, no puede resarcir a los expulsados “por tránsfugas”, porque ocurrió hace tres años, en otra legislatura, y de ellos sólo uno sigue siendo parlamentario. El superviviente es José Ignacio García, portavoz de la nueva Adelante Andalucía, que ocupa el escaño que dejó Teresa Rodríguez el pasado diciembre cuando abandonó la primera línea política para regresar a la docencia.

García es quien ha pedido este miércoles audiencia al presidente del Parlamento andaluz, el popular Jesús Aguirre, para demandarle algún tipo de compensación por el “daño político” que sufrió su grupo. También ha exigido la dimisión de su antigua compañera de filas, la diputada Inmaculada Nieto, que actualmente ocupa la portavocía de una nueva coalición de izquierdas, Por Andalucía. “La señora Inmaculada Nieto debería dimitir por ser la responsable política de la voladura de la izquierda andaluza”, ha dicho, en términos muy duros.

Tras la comparecencia de García, ha entrado en la sala de prensa la aludida, que ha tenido que responder a una lluvia de preguntas sobre su participación activa en la operación de expulsión de sus ex compañeros, tildada de inconstitucional por el tribunal de garantías. “Hicimos lo que entendimos correcto. Mantener el escaño habiéndote desvinculado de la organización con la que concurriste a las elecciones no es un comportamiento positivo y había un consenso generalizado de que eso debía tener consecuencias”, ha dicho Nieto, negándose a responder a las duras críticas vertidas por el diputado de Adelante.

Toni Valero, Enrique Santiago, Martina Velarde

García también ha señalado a otros dirigentes nacionales de IU y Podemos en una suerte de complot para desactivar políticamente a Teresa Rodríguez y la deriva andalucista que pretendía impulsar desde la marca Adelante: Toni Valero, coordinador andaluz de IU; Enrique Santiago, líder del Partido Comunista Español; y Martina Velarde, secretaria general de Podemos Andalucía. Los tres son ahora diputados de Sumar en el Congreso.

El fallo del Tribunal Constitucional contra la expulsión de los nueve parlamentarios de Adelante ha reavivado la bronca interna entre Podemos, IU y los andalucistas. En esta trifulca, de hace tres años, las direcciones de Podemos e IU iban de la mano -formaban parte de la coalición Unidas Podemos, socio del Gobierno del PSOE- y se organizaron para apartar a Rodríguez del grupo parlamentario andaluz en una alambicada operación política y jurídica.

Esa connivencia entre Podemos e IU hoy no existe. Saltó por los aires durante las volcánicas negociaciones para conformar otra coalición de izquierdas -Por Andalucía- para las elecciones andaluzas de 2022, de las que sacaron cinco diputados (venían de tener 15); y profundizaron el cisma antes de volver a unirse bajo el paraguas de Sumar, el proyecto político que lidera Yolanda Díaz (seis diputados en Andalucía) para las generales de junio.

Los protagonistas de este litigio miran atrás desde otra legislatura, en la que el PP de Juan Manuel Moreno gobierna con mayoría absoluta (58 escaños) y Vox supera en diputados a los dos bandos enfrentados a la izquierda del PSOE (15).

En las elecciones generales de junio, Adelante Andalucía concurrió sólo por la provincia de Cádiz, con el regreso de Teresa Rodriguez y José María González 'Kichi' a la primera línea política (números dos y tres de una lista encabezada por la ex líder del Partido Andalucista, Pilar González). Lograron 9.064 votos, el 0,2% del escrutinio en las generales. En Andalucía, los candidatos de Sumar salieron, principalmente de IU, con un resultado de 520.825 votos y seis diputados (11,95%).

Andalucía dentro de Sumar

Las pugnas internas en el seno del bloque progresista y la polarización de las últimas elecciones que provocó el plebiscito contra Sánchez impulsado por el PP y plebiscito contra un hipotético Gobierno PP-Vox impulsado por el PSOE terminaron por desangrar la base electoral de las izquierdas.

Adelante Andalucía se pregunta hoy qué espacio ocuparían en la escena política si la justicia hubiera intervenido antes para que el Parlamento no consumara su expulsión del grupo, la retirada de los fondos para su funcionamiento -unos dos millones que se quedaron los seis diputados al mando- y el destrozo de su marca electoral, que Podemos e IU dejaron varada para crear la coalición Por Andalucía (ahora barajan rebautizarse como Sumar).

La coalición que lidera Yolanda Díaz en el Congreso, con 31 diputados, aglutina a 16 partidos, aunque son las formaciones de perfil regional las que han logrado portavocías y más visibilidad en la Cámara Baja: Compromís de la Comunidad Valenciana; En Comú Podem de Cataluña y Más País de Madrid. La dirección federal de IU ha elevado una queja a Díaz por haberse quedado fuera de este reparto -con mucha menos presión que Podemos, que ha anunciado su “autonomía política” dentro de Sumar-.

Ese escalón inferior que ocupa IU ha afectado especialmente a Andalucía, donde la preeminencia de los comunistas no se ha traducido en un foco territorial mayor como sí ha logrado Valencia, Cataluña y Madrid. Preguntada por esto, Nieto ha tratado de restar importancia explicando que el arranque de un grupo parlamentario tan complejo necesita tiempo para asentarse. Desde Adelante Andalucía, en cambio, lo ven como el ejemplo claro de que hacía falta un partido andalucista en el Congreso para defender los intereses de los 8,5 millones de habitantes que tiene esta comunidad.