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El bilingüismo en la educación andaluza: sólo uno de cada cinco docentes tiene nivel alto para impartir otro idioma

Un aula de un colegio en Andalucía (Foto de archivo).

Consuelo Durán

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El bilingüismo en los centros de educación pública y concertada de Andalucía continúa siendo una asignatura pendiente y destaca que, en el profesorado, sólo uno de cada cinco docentes tiene nivel alto en una lengua extranjera para su impartición. Lo revela un informe de la Cámara de Cuentas de Andalucía con datos del curso 2020-2021.

Hay un crecimiento “progresivo”, según el informe, pero las cifras están lejos de ser significativas. En cinco años (si se compara con el curso 2016-2017) se ha pasado de 5.342 docentes a 8.879, de los que más del 70% tiene nivel B2, que es el mínimo exigido para impartir áreas no lingüísticas en lengua extranjera en los centros de enseñanza catalogados como bilingües. Pero los de C1, nivel alto, apenas superan el 20%, y ya con C2, que implica el domino del idioma a la perfección, son solo un 1,5%.

Se une a esto el escaso tiempo dedicado a la enseñanza en otro idioma, especialmente en las edades más tempranas, cuando más fácil resulta el aprendizaje a los niños. Sin embargo, en educación infantil y en primer ciclo de primaria, y en colegios catalogados como bilingües, apenas son dos sesiones de 45 minutos a la semana. La propia plataforma por la Cultura y Enseñanza de las Lenguas Europeas (LECE) advertía de ello recientemente, pero en todos los niveles.

Por otro lado, pese a que ha crecido el número de docentes acreditados, la Cámara de Cuentas de Andalucía estima que harían falta 1.205 más para cubrir las necesidades del sistema. Pero, además, las medidas y actuaciones del Plan Estratégico de Desarrollo de las Lenguas en Andalucía (Pedla) “resultan insuficientes para cumplir con el objetivo de mejorar y ampliar la formación del profesorado”, según reza el informe.

¿Y esta falta de formación de profesorado impacta en el alumnado? Lo cierto es que, según el mismo informe, hace cinco años que la Consejería de Educación y Deporte no evalúa los niveles de competencia lingüística en lengua extranjera del alumnado en sus colegios e institutos.

Por ello, desde el órgano fiscalizador se insta a “establecer medidas y actuaciones que favorezcan el crecimiento de la plantilla acreditada para la docencia en el nivel C1 y C2”, así como promover más incentivos “para reducir el número de renuncias entre los auxiliares de conversación”.

Más, pero ¿mejor?

Por otra parte, el estudio destaca que el porcentaje de alumnado que cursa una segunda lengua extranjera es muy superior en Andalucía que en el conjunto de España. En Andalucía se alcanza el 67,6% del alumnado de primaria, el 57,1% de secundaria y el 64,8% de bachillerato frente al 20,3%, 43,3% y 24,0%, respectivamente, de la media nacional. Eso sí, los porcentajes en Andalucía, siendo mejores, no llegan al exigido por la Unión Europea para 2020 con relación a que el 75% de la población menor de 15 años estudie dos lenguas extranjeras.

Del mismo modo, el fomento de la figura de los auxiliares de conversación para la inmersión lingüístico-cultural del alumnado ha incrementado en cinco años más del 85% su presencia en las aulas, pasando de 737 a 1.374 profesionales. La dotación de, al menos, un auxiliar de conversación por centro escolar estaba garantizada desde el curso 2018-2019. Sin embargo, por el efecto de las renuncias, la cobertura es de poco más de la mitad.

Desde sindicato de profesionales de la enseñanza pública ANPE coinciden en la necesidad de profundizar en la formación permanente del profesorado y que pueda realizarse como parte de su horario laboral. “En lo que se refiere concretamente a las enseñanzas bilingües compartimos el criterio de que lo ideal sería que el profesorado implicado tenga un nivel mínimo de C1, pero entendemos que la exigencia de dicho requisito haría imposible la supervivencia del actual número de unidades bilingües en funcionamiento”, subraya Francisco Padilla, presidente de ANPE en Andalucía.

Propuestas para corregirlo

“Dada la necesidad indiscutible de más profesores con C1 y C2, entendemos que por parte de la Junta de Andalucía habría que fomentar la participación del profesorado en actividades formativas que favorezcan su acceso a ese nivel de titulación”, prosigue. Por ello, apuesta por una programación temporal que debería tener en cuenta los siguientes elementos: “Priorizar el acceso de los docentes a las enseñanzas que se imparten en las escuelas oficiales de idiomas y potenciar las modalidades de educación a distancia; mayor reconocimiento administrativo en los concursos de traslados, y demás procedimientos de provisión de destinos, a la posesión de títulos de idiomas; y establecimiento de un complemento retributivo que reconozca el esfuerzo de estos profesores”.

En cualquier caso, Francisco Padilla incide en la necesidad de que “en un hipotético escenario futuro en el que el número de docentes con C1 posibilitara un cambio, se salvaguarden los derechos adquiridos del profesorado con B2 con plaza en estas enseñanzas y cuya experiencia no puede ser minusvalorada”.

Respecto al porcentaje de tiempo en el que se utiliza con carácter vehicular la lengua extranjera, cree que “lo ideal es que fuera cada vez mayor, pero eso es algo que tendrá que ir determinándose a partir una evaluación de resultados del programa”.

Alan McDyre, presidente de la Asociación de Centros de Enseñanzas de Idiomas de Andalucía (Aceia), recuerda que el Plan Estratégico de Desarrollo de las Lenguas en Andalucía Horizonte 2020 “tenía como objetivo que ese año el 100% del profesorado tuviera el C1 y evidentemente eso no se ha cumplido”. Se añade a ello, prosigue, que “los auxiliares de conversación no son profesores, por lo que cree que ha sido una receta para el fracaso”.

Recuerda que desde el sector de enseñanzas no regladas que representa trabajan con el empeño de que “a los 18 años se tenga como mínimo un B2 y en muchos casos el C1”.

En cualquier caso, valora el compromiso de la Junta de Andalucía con el sector, tras haberlos incluido como esenciales durante la pandemia y también con la posibilidad de desgravar en el IRPF las cuotas en academias de idiomas. Supone “un reconocimiento a nuestro papel en la enseñanza”, asevera.

Problema de enfoque

Otra cuestión que revela el informe de la Cámara de Cuentas es la falta de compromiso a la hora de afinar el tiro. “La mejora del programa de bilingüismo se ha conseguido mediante la diversificación de las enseñanzas, entendiendo como tal el aumento del número de centros de educación bilingües por cada idioma, así como adoptando medidas para la atención a la diversidad. Sin embargo, no se han aportado datos ni información sobre la consecución de dicha mejora a través de la extensión de la oferta a barrios desfavorecidos”, apunta el estudio.

En la misma línea, incide en que la garantía de la igualdad de oportunidades “no queda asegurada con el aumento progresivo ya que no se evalúa esta correlación ni se aporta información sobre los autorizados según su índice socioeconómico y cultural”.

Según datos que facilita la Consejería de Educación y Deportes, en el curso 2021-2022 Andalucía cuenta con 1.226 colegios e institutos bilingües, 695 y 531, respectivamente. La mayoría son de inglés (1.136), seguidos de los de francés (26), alemán (12). Están también los plurilingües: 34 de francés- inglés, 17 de inglés-francés y uno de inglés-alemán.

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