Una clase en una plaza de Cádiz: “Es imposible garantizar la seguridad con la misma ratio, aulas y profesorado”
La plaza de Mina de Cádiz ha sido elegida para demostrar que en un colegio público cualquiera, con unas medidas normales como cualquier centro público, no hay forma de dar clases seguras. “Nos están haciendo elegir entre salud y educación, y vamos a elegir la salud”, sostiene Marián Gil, presidenta de FLAMPA Gades (Federación de Asociación de padres y madres de la escuela pública de Cádiz). Esta Federación con la Coordinadora de la Escuela Pública han querido realizar una prueba. Una clase tal y como se plantea para el curso que viene en puntos de Cádiz capital y San Fernando.
El lugar elegido no ha sido baladí, ya que está justo delante de la sede de la delegación territorial de Educación de la Junta de Andalucía en Cádiz. Ahí se han colocado 25 pupitres. Todo se ha hecho como plantea la Junta desde la segunda semana de septiembre: toma de temperatura, gel en las manos y entrada en clase. Una profesora ha preguntado a los 25 alumnos si se cumplían con las medidas anti COVID, lo que los alumnos han comprobado con una cinta métrica. Tras salir poco a poco, al final solo con 12 se ha cumplido la medida de que haya al menos un metro y medio entre cada uno de ellos.
Rodeando al aula, cartones con nombres de los centros educativos gaditanos han escenificado su presencia en el acto.
“Hemos demostrado que es imposible”
Marián Gil lo tiene claro. “Hemos demostrado que con la misma ratio en clases, mismas aulas y mismo profesorado es imposible garantizar las medidas sanitarias que exigen”, explica, mostrando “la preocupación ante las críticas de directivos de colegios púbicos e institutos, poniendo sobre la mesa la imposibilidad de las instrucciones dadas por la Junta”.
Por eso, “pedimos a la administración competente que dote a los centros de los recursos que necesitan para una vuelta al cole segura. Más equipos de limpieza, recursos humanos, profesores de refuerzo, EPIS”, y tenga en cuenta que habrá que aplicar “un refuerzo de alumnos que se quedaron atrás por la brecha digital en el confinamiento”.
Con todo, “no puede haber más profesores con la misma ratio y aulas”, y advierte: “Si esto sigue así vamos a animar a las familias a que no lleven a los niños a los centros educativos en septiembre”.
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