La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, constituida en 1990, es una asociación de carácter privado, sin ánimo de lucro, cuyo fundamento lo constituye la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU en 1948. Aunque el ámbito de afiliación de la APDHA y su área directa de actuación sea el territorio andaluz, su actividad puede alcanzar ámbito universal porque los Derechos Humanos son patrimonio de toda la Humanidad.
10-D. Todas juntas a la calle: defendamos nuestros derechos
Este año tenemos motivos para transmitir un mensaje optimista: una vez más se ha demostrado que cuando la sociedad se organiza y se manifiesta, logra avances relevantes
Manifestantes en Sevilla durante la convocatoria de la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas en apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular en defensa de la sanidad pública , el pasado 26 de noviembre Eduardo Briones / Europa Press
Diego Boza Martínez
Coordinador General de la APDHA —
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La llegada del 10 de diciembre, conmemoración del Día Universal de los Derechos Humanos, supone para la APDHA la ocasión anual para reflexionar sobre la situación de los derechos humanos y el trabajo que desde nuestra organización venimos haciendo, desde 1990, en defensa de los derechos de las personas excluidas que sufren situaciones de vulnerabilidad muy grave.
Este año, como ya viene siendo casi una tradición en la última década, lo hacemos en un entorno cada vez más complicado, entre otras muchas razones, por el impacto de los discursos de odio que viene cultivando la extrema derecha y que afecta especialmente a los jóvenes. Los mismos jóvenes con los que la APDHA trabaja en colegios e institutos para desmontar estos mensajes y volver a prender la llama de la defensa de los derechos humanos en las generaciones del futuro.
Podríamos reiterar algunas de las advertencias que venimos haciendo sobre el peligro de la ultraderecha y estos discursos de odio en la convivencia social, porque trabajamos intensamente para erradicar de nuestra tierra la xenofobia, la aporofobia y el machismo que se cultivan en esos espacios y que impactan en una parte relevante del tejido social.
Sin embargo, este año tenemos motivos para transmitir un mensaje optimista: una vez más se ha demostrado que cuando la sociedad se organiza y se manifiesta, logra avances relevantes. Sin lugar a dudas, el mejor ejemplo han sido las movilizaciones contra el genocidio que el Estado sionista de Israel está perpetrando en Gaza.
La movilización es imprescindible para la lucha por los derechos. Es la única vía para alcanzar resultados tangibles que, aunque de momento sean parciales o no plenamente satisfactorios, nos muestran el camino a quienes buscamos construir un mundo mejor
Las manifestaciones, concentraciones y movilizaciones que se han llevado a cabo en las calles de Andalucía, del resto del Estado y de otros países del mundo, unidas a otras acciones como la de la Flotilla de la Libertad o el rechazo de la participación del equipo de Israel en la Vuelta Ciclista a España, han visibilizado el rechazo de la mayor parte de la humanidad frente a estos gravísimos crímenes y han provocado que gobiernos como el español adoptasen una postura más clara contra los autores de esta masacre. Y aunque la situación en Palestina sigue sin respetar los derechos de los habitantes de la Franja de Gaza y Cisjordania y el ejército sionista continúa atacando a ciudadanos palestinos indefensos, es evidente que las movilizaciones sociales llevaron a muchos Estados como el nuestro a intensificar sus posiciones contra el genocidio y forzaron al Estado sionista de Israel a aceptar el plan de paz.
En un ámbito más cercano, podemos ver otro ejemplo de movilizaciones que ha logrado influir de forma determinante, aunque aún insuficiente, en las decisiones políticas. Nos estamos refiriendo a la respuesta social frente a la denominada crisis de los cribados. Las calles andaluzas se llenaron de personas que quisieron apoyar el dolor de las mujeres afectadas y mostrar su rechazo frente a las políticas de recortes sanitarios y privatización que la Junta de Andalucía de Moreno Bonilla viene implementando desde su llegada al Palacio de San Telmo. Una realidad que las movilizaciones de la marea blanca venían poniendo de relieve desde hace años y que con la revelación de la desastrosa gestión de los cribados del cáncer de mamá provocó una reacción inmediata de gran parte de la ciudadanía andaluza, hasta el punto de que la consejera de Salud, Rocío Hernández, no tuvo otra opción que dimitir.
Tan importante es la movilización social que Moreno Bonilla ha nombrado como consejero a una persona que ha estado más preocupada en dinamitar las movilizaciones y las asociaciones que las impulsaban que en solucionar el problema de la sanidad en Andalucía.
Ante la ola de pesimismo que nos sacude podríamos centrarnos en que en ambos casos no se ha alcanzado la solución que mejor garantiza los derechos de las personas. Es cierto, pero también podemos albergar la esperanza porque la evidencia que nos ofrece estos ejemplos es que la movilización es imprescindible para la lucha por los derechos. Es la única vía para alcanzar resultados tangibles que, aunque de momento sean parciales o no plenamente satisfactorios, nos muestran el camino a quienes buscamos construir un mundo mejor. Por eso, este 10 de diciembre, desde la APDHA volvemos a reclamar una sociedad movilizada, una sociedad que salga a la calle a defender los derechos humanos.
Sobre este blog
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, constituida en 1990, es una asociación de carácter privado, sin ánimo de lucro, cuyo fundamento lo constituye la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU en 1948. Aunque el ámbito de afiliación de la APDHA y su área directa de actuación sea el territorio andaluz, su actividad puede alcanzar ámbito universal porque los Derechos Humanos son patrimonio de toda la Humanidad.
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