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Ciudadanos sigue sin expulsar a Luis Salvador por apoyar al PSOE para la alcaldía de Granada dos semanas después de anunciarlo

Luis Salvador firmó hace unos días un documento en nombre de Ciudadanos

Álvaro López

Granada —

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Ciudadanos sigue enfrascado en una lucha interna que no es fácil de entender ni desde dentro ni desde fuera. Más de dos semanas después de que se anunciara que Luis Salvador y José Antonio Huertas serían expulsados del partido por haber apoyado al PSOE para que se hiciese con la alcaldía de Granada, ambos siguen perteneciendo a los naranjas. Según el presidente andaluz de Cs, Juan Marín, están “suspendidos de militancia”. Sin embargo, ambos siguen perteneciendo al grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento.

El esquema de lo que ocurre se traza de la siguiente manera: desde que Luis Salvador dimitió como alcalde el pasado 1 de julio, al quedarse solo tras la dimisión en bloque del bipartito que tenía con el PP, la ruptura con Ciudadanos es total, pero no definitiva, al menos en cuanto a su afiliación. Porque desde el momento en que renunció a ser regidor, Salvador anunció que apoyaría al PSOE en contra de la opinión de la dirección andaluza y nacional de su partido. Una intención que mantuvieron tanto él como Huertas hasta el mismo día de la investidura como alcalde del socialista Francisco Cuenca y que hizo que los naranjas anunciaran ese mismo día que ambos políticos serían expulsados de Ciudadanos.

Pero nada más lejos de la realidad. Tanto Salvador como Huertas siguen perteneciendo a la formación de Arrimadas y permanecen en el grupo municipal que tiene Cs en el Ayuntamiento de Granada. Una situación tan anómala como difícil de entender incluso dentro del propio partido. Hay quienes apuntan a que lo que está ocurriendo es “puro teatro” porque habría tacticismo en las decisiones de ciertos miembros de la cúpula de Ciudadanos. Desde que Luis Salvador anunció su apoyo al PSOE, son muchas las voces que sostienen que acabará regresando al partido del que se marchó hace una década, aunque sea a través de un puesto que le asegure una remuneración. Por eso, fuentes de los naranjas sostienen que hay barones del partido naranja que no le han expulsado aún para no enemistarse definitivamente y cerrar la puerta a los socialistas ante la más que evidente desintegración de Ciudadanos. Algunos de estos cargos llevan tiempo buscando un acomodo que les permita sobrevivir políticamente, según fuentes naranjas.

Esperando el final

Desde el círculo próximo a Luis Salvador aclaran que efectivamente hay un expediente de expulsión de Cs, pero que tanto Salvador como Huertas enviaron sus escritos de alegación contra su baja de la formación. “Ellos los presentaron y están a la espera de que se les comunique algo”. También explican que “no son tránsfugas como se dice porque no han dejado el partido para irse a ninguna parte. Han impugnado su expulsión”. Además, hay una serie de plazos que se deben cumplir y que ya se han dado con otras expulsiones del partido. “El expediente puede resolverse en un mes o en seis, pero se puede eternizar”.

Mientras eso ocurre, en el Ayuntamiento de Granada ha habido movimientos que dibujan un escenario aún más incomprensible. José Antonio Huertas ha entrado a formar parte del equipo de Gobierno del socialista Francisco Cuenca. Lleva la cartera de Deportes y Hacienda, como ya hizo durante el bipartito con el PP, y es tercer teniente de alcalde. Hasta que no sea expulsado de Ciudadanos, sigue figurando como miembro del partido naranja en el Consistorio y por lo tanto integra un nuevo bipartito con el PSOE.

Pero aún hay más. Luis Salvador, que de momento no ha entrado en ese equipo de Gobierno y que en un principio solo rechazó públicamente participar de la Junta de Gobierno Local que preside el alcalde, firmó hace unos días un documento para apoyar que el Corredor Mediterráneo pase por el litoral granadino para mejorar la economía de la zona. Salvador firmó en calidad de “coordinador de Ciudadanos”“ y lo hizo junto a la Diputación de Granada y a Francisco Cuenca que selló su compromiso como alcalde de la ciudad. Esa firma también ha provocado malestar en el seno de los naranjas que no comprenden cómo es posible que se anunciara la expulsión de Luis Salvador, que no se haya hecho efectiva y que siga haciendo alarde de pertenecer al partido en citas como esta.

Acontecimientos como ese ponen de manifiesto que las contradicciones son continuas en Ciudadanos. Su presidente andaluz, Juan Marín, insiste en que Granada no tiene estructura y que hay que nombrar una nueva: “En este momento no tenemos representación en el grupo municipal porque Salvador y Huertas están suspendidos de militancia y al estarlo no pueden ocupar ningún cargo orgánico. Además, como Luis Salvador era coordinador (provincial), habrá que nombrar uno”“. Pero fuentes del Ayuntamiento de Granada y de Cs explican que el grupo municipal seguirá existiendo hasta que el partido no los expulse e informe de ello en las instituciones en las que tiene representación. Algo que aún no ha ocurrido, según confirman desde el Consistorio granadino.

De hecho, desde el entorno de Luis Salvador añaden que “sigue siendo el portavoz municipal del partido y, tal y como va el procedimiento de expulsión, el grupo político del Consistorio no se podría disolver, como mínimo, hasta el pleno ordinario de finales de septiembre, una vez que Ciudadanos los hubiese echado y se diera cuenta de esa situación”. Las fuentes consultadas cercanas al exalcalde dicen que Juan Marín demuestra “no tener ni idea” de lo que está pasando en el Ayuntamiento de Granada. “Está más pendiente de ver cuándo serán las elecciones andaluzas”. E insisten: “Van a seguir impugnando su expulsión hasta las últimas consecuencias. Incluso aunque haya que ir a la justicia ordinaria”.

Apoyos en juego

Así, la realidad de Ciudadanos en Granada es sumamente compleja. Por una parte, Luis Salvador y José Antonio Huertas están suspendidos de militancia, pero siguen ejerciendo como miembros activos del partido, pero por otro lado se da por hecho que los dos acabarán marchándose en cuanto consigan acomodo en otro sitio. Si no ha ocurrido aún, dicen las fuentes naranjas consultadas, es porque Salvador tiene varios ases en la manga que le permiten presionar a su todavía partido para tener cierto margen de maniobra. El siguiente paso que pueda dar el exalcalde será esclarecedor.

En los pasillos del Ayuntamiento de Granada se da por hecho que acabará integrando el equipo de Gobierno de Francisco Cuenca, pero que esto no ocurrirá hasta que el foco mediático se calme. Hasta entonces, se está negociando su incorporación y el PSOE no lo niega. No obstante, ese movimiento debe estar muy calculado porque los socialistas se juegan que Unidas Podemos-IU se niegue a entrar en un tripartito con Cs.

El portavoz de la coalición de izquierdas, Antonio Cambril, ha sido muy claro al respecto en varias ocasiones. “En Granada tiene que ser viable lo que ha sido posible en el Gobierno de España: un acuerdo preferente con Unidas Podemos y no con tránsfugas de la derecha”. En Unidas Podemos-IU, cuyos tres concejales son vitales para que el PSOE logre superar la mayoría absoluta de 14 votos en cada pleno, dicen que no tienen problemas con ninguna persona, “pero sí con determinados comportamientos políticos”. “Consideramos que el comportamiento de Salvador y Huertas no ha sido ejemplar, como el del resto de sus socios de la derecha”“.

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