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Granada es la única provincia española con salida al mar que no tiene tren en la costa

Granada carece de conexiones ferroviarias costeras

Álvaro López

13 de enero de 2022 20:19 h

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Si alguien coge un mapa con las conexiones ferroviarias de España podrá comprobar que hay una única provincia española que tiene salida al mar, pero que no tiene trenes en la costa. Esa provincia es Granada. No hay conexiones ferroviarias ahora y tampoco las ha habido nunca. A lo largo del desarrollo del ferrocarril en nuestro país, la Costa Tropical granadina siempre ha acabado en un segundo plano sin que ninguno de los planes se haya materializado. Ahora, el puerto de Motril presiona para que, al menos, haya una conexión directa con Granada capital.

La historia de la falta de trenes en la costa granadina es larga y compleja, pero se puede resumir en que nunca se ha pasado del interés a un proyecto que contase con financiación. De hecho, aunque el Corredor Mediterráneo -que conectará España con Europa por tren sobre todo para el transporte de mercancías- va a pasar por todo el litoral del noreste y sureste de la península Ibérica, la única zona por la que no pasará a pie de playa será en la provincia de Granada. En 2011 se desechó esa posibilidad. El lobby ferroviario que más presiona para que esta infraestructura se construya, conocido como Ferrmed, sí está a favor de que la costa granadina esté en el trazado, pero existe un conflicto de intereses que hace muy difícil que llegue a ocurrir, según explican fuentes del sector.

Estas voces explican que el principal problema que hay es que el puerto de Motril, que debe ser el eje central de todas las operaciones ferroviarias de la Costa Tropical de Granada, ve más prioritaria una conexión con el centro peninsular que con el litoral. Prueba de ello es que ya hay un proyecto planteado para construir esta línea que llegue primero a Granada capital y que después empalme con Jaén para llegar hasta Madrid. Esta primera parte del trazado, el que une Motril con Granada, no está exenta de polémica por la inversión que haría falta y por el planteamiento que se ha hecho para esta posible infraestructura. Carlos Peña, representante de Granada por el Tren, considera que “el área de influencia de Motril va muy ligada a una autovía ferroviaria con Madrid”.

Conflicto de intereses

“Hay movimientos telúricos por debajo e intereses bastante importantes”. Lo que ha planteado el puerto de Motril, con el respaldo de la Junta de Andalucía, la Diputación de Granada y la Universidad de Granada, es que se construya un tren entre la costa y la capital granadina que permita cumplir con lo que consideran que es una “demanda histórica”. Sin embargo, este proyecto no contempla que los 70 kilómetros de trazado puedan servir para un ferrocarril de cercanías que conecte con los municipios próximos por los que pasa. “Lo que se ha proyectado ignora por completo al Valle del Lecrín y a sus pueblos”, argumenta Peña. La conexión sería directa entre Granada y Motril y no tendría paradas, entre otros motivos porque casi la mitad de su recorrido iría a través de un túnel.

El desembolso que haría falta para que se construyera sería de 2.500 millones de euros que las instituciones y empresas que forman parte del proyecto creen que podrían salir de los fondos europeos para la recuperación de la crisis de la Covid-19. El problema es que esta línea no está en la planificación ferroviaria que hace el Ministerio de Transportes, que es el organismo que tiene la competencia para construirlo. “Si la Junta de Andalucía considerase que esta red tiene importancia regional, podría invertir en ella, pero parece muy difícil”, explica Carlos Peña de Granada por el Tren. Además, existe un conflicto de intereses porque Granada aún no se ha subido al Corredor Mediterráneo y el tiempo se acaba para que lo pueda hacer.

Antes de 2030 debe estar construido todo el ramal que conecte este corredor con el resto de Europa y la provincia granadina está en una situación de franca desventaja. Sin haber resuelto aún los problemas de la llegada de la Alta Velocidad a Granada (sin soterramiento ni variante exterior de Loja entre otras razones), aún está por ver cómo se unirá al Corredor Mediterráneo por Almería, lo que choca directamente con las pretensiones del puerto de Motril. Si bien la conexión granadino-almeriense está aprobada dentro de los planes de Transportes, no está claro cómo se va a hacer. Porque la línea ferroviaria ya existe, pero no está adaptada a las exigencias técnicas del Corredor Mediterráneo y las soluciones pasan por hacer una remodelación del trazado actual o construir uno nuevo. Pero el tiempo apremia.

Los plazos se acortan

“Lo que no se haya construido a 2030 de lo que se aprobó entonces, no se construirá. En 2026 el Corredor tiene que llegar a Almería, pero después solo quedarán 4 años para hacer todo lo demás, cuando en Granada ni se ha planteado el soterramiento del tren, la creación de una estación de mercancías ni la variante exterior de Loja que mejoraría la velocidad de conexión con Antequera, que forma parte del Corredor”, explican fuentes del sector ferroviario granadino. Algo que deja claro que Motril tiene difícil que su pretensión de conectar con Granada pueda ser realidad. Además, fuentes del sector afirman internamente que Motril no es prioritario en el mapa ferroviario.

Sin embargo, desde el puerto motrileño insisten en la necesidad de que se construya. Su presidente, José García Fuentes, habla de que es una cuestión “de justicia” para la provincia ya que considera que es una infraestructura “imprescindible” para que Granada se sitúe “en la parrilla de salida en igualdad de oportunidades”, que no limite su crecimiento y que amplíe sus oportunidades de desarrollo. Para ello, el proyecto por el que apuestan contempla dos trenes diarios de mercancías y cuatro diarios por sentido de viajeros. Una opinión que comparte con la Diputación de Granada que firmó un manifiesto conjunto a finales de 2020 para reclamar esta infraestructura.

Por otra parte, los empresarios granadinos también piden que Motril se conecte por tren con Granada. Joaquín Rubio, director de la Cámara de Comercio, argumenta a este medio que “el tren de Motril es casi una obsesión desde que se fundó esta entidad a finales del siglo XIX”. Como parte del desarrollo económico de la provincia, para Cámara Granada, “el trazado granadino del Corredor del Mediterráneo, sumado a la conexión ferroviaria con el Puerto de Motril, son dos patas de un mismo proyecto vital para el desarrollo de la provincia porque ofrece una oportunidad para la salida de nuestros proyectos y porque multiplica el valor de nuestro puerto”.

 “Granada es una de las provincias con más déficits en materia de infraestructuras ferroviarias de España y eso se hace especialmente sangrante en la costa. Tenemos el único puerto de interés general del Estado, Motril, que no tiene conexión ferroviaria y eso es un lastre para el desarrollo de la economía de toda la Costa Tropical y con ello de toda la provincia”, recuerdan desde la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía. “Granada necesita que haya una conexión entre la capital y Motril, es fundamental. También es imprescindible mejorar la conexión con Almería, a través del Corredor Mediterráneo, con Málaga y con todo el territorio andaluz y español”.

Sin embargo, la realidad sigue dibujando un mapa en el que la Costa Tropical de Granada no se sube al tren. No lo ha hecho nunca desde los primeros ferrocarriles del siglo XIX. “Nunca ha habido una clase empresarial que apostase por ello”, explican desde el sector ferroviario local. Por si fuera poco, opina que “en los últimos años se ha apostado todo a la Alta Velocidad y se ha perdido al ferrocarril convencional como eje fundamental de transporte para conseguir mejores conexiones y reducir el impacto de los gases de efecto invernadero que generan los coches”. El horizonte sigue siendo incierto.

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