La Alhambra dispara la imaginación del PP cuando llega la campaña: focos de colores, música, funiculares y ascensores
Considerada por muchos uno de los monumentos más impresionantes del mundo, la Alhambra de Granada es además uno de los más visitados de España solo por detrás de la Sagrada Familia de Barcelona. En 2018, según datos de la Red de Espacios Culturales de Andalucía, el monumento granadino recibió 2,76 millones de visitantes.
Con estos datos, resulta un tema atractivo para cualquier partido político. La última de estas propuestas la ha hecho pública el PP de Granada de cara a las municipales del 26 de mayo. El candidato a la alcaldía granadina, Sebastián Pérez, propone ahora que la Alhambra cuente con un sistema de luces y música que consiga “ampliar los reclamos turísticos de la ciudad en horario nocturno para aumentar las pernoctaciones de los viajeros”. Pretende lograrlo a través de lo que los populares califican de “espectáculo nocturno de luz y sonido que se podrá contemplar desde estos rincones”.
El PP pretende instalar varios focos de luz a lo largo y ancho de la colina de la Sabika en la que está la Alhambra. Dichos focos se encenderían al ritmo de la música iluminando la Torre de la Vela, los palacios nazaríes o el propio bosque en el que estarían los focos. Los populares reconocieron durante la presentación de la idea que aún deben consultarla con expertos que determinen si el espectáculo podría llevar música incluida. El proyecto también contempla que los visitantes puedan disfrutar de la función audiovisual desde alguno de los miradores del Albaicín, a la que se daría acceso mediante dos pases semanales.
La propuesta ha sido calificada de “ocurrencia” por parte del resto de partidos políticos que también optan a la alcaldía. De hecho, Vamos Granada va más allá y apunta que el espectáculo no podría llevarse a cabo porque va contra la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía que, en su artículo 19, prohíbe explícitamente cualquier contaminación visual o perceptiva “que degrade los valores de un bien inmueble integrante del Patrimonio Histórico”.
Proyectos controvertidos
Más allá de lo viable de la propuesta, lo cierto es que el Partido Popular de Granada lleva más de una década prometiendo modificaciones en la Alhambra, con proyectos de diversa índole que siempre se han presentado en campaña electoral y que han provocado encendidos debates en la sociedad granadina.
Uno de los más importantes fue el que provocó el acceso con ascensores y túneles que prometió el PP en 2011. Durante aquella campaña electoral el entonces candidato a la reelección, José Torres Hurtado, propuso la construcción de túneles y ascensores que permitieran conectar el Paseo de los Tristes con el monumento nazarí, logrando el rechazo generalizado de los partidos de la oposición.
La idea no era nueva, ya se había planteado durante el mandato a finales de los 90 del exalcalde, también popular, Gabriel Díaz Berbel. Sin embargo, nunca hasta 2011 se había propuesto de una manera tan convencida. Tan seria llegó a ser la idea que el proyecto llegó a mantenerse meses después de que Torres Hurtados y el PP obtuviesen su tercera mayoría absoluta consecutiva. Se convocó una comisión entre el Ayuntamiento y el Patronato de la Alhambra que quedó en nada.
Horadar la colina de la Sabika en la que se encuentra el monumento granadino y colocar ascensores y túneles frente al Paseo de los Tristes no era una actuación especialmente viable. De hecho, la Alhambra es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1984 y una intervención de ese tipo ponía en peligro dicha distinción. El ente impide llevar a cabo obras que cambien de manera irreversible la fisonomía del patrimonio que protege. Siguiendo esa línea, una de las voces más críticas con la propuesta del PP fue la del entonces fiscal superior de Andalucía, Jesús Calderón. En su condición de experto en patrimonio, Calderón calificó como “torpe” y “veleidad” el proyecto.
Conectar con el Albaicín
La obsesión de los populares con la Alhambra no se reduce a estos proyectos puntuales. El exalcalde Torres Hurtado ya propuso otra modificación del entorno del monumento en la campaña de 2007. Entonces prometió que instalaría un funicular para conectar la Alhambra con el barrio del Albaicín. Un proyecto que también quedó en el aire hasta que en 2013 se puso en marcha un controvertido “tren”.
Dicho “tren” no era, ni es, un ferrocarril, pero se vendió como un medio de transporte moderno y alternativo para evitar el paso excesivo de vehículos por el Albaicín con dirección a la Alhambra. Si bien el “tren” no ha funcionado mal, ya ha sido protagonista de varias polémicas. Los vecinos han protestado en varias ocasiones por el malestar que les provoca la presencia de dicho medio de transporte al provocar contaminación visual y acústica. Y su seguridad se ha puesto en entredicho recientemente cuando llegó a ser suspendido el servicio tras estrellarse, sin causar víctimas, por culpa de la lluvia, que hace muy difícil el manejo de este peculiar transporte.
Órdagos contra la Junta
La realidad es que el Partido Popular trataba de crear con la presentación de estos proyectos un relato paralelo al oficial de la Junta de Andalucía, entonces en manos del PSOE. Los populares han defendido históricamente que la Alhambra está gestionada “desde Sevilla” y que esa circunstancia repercutía negativamente en la economía de Granada que no recibía “los dineros” -así llegó a calificarlos Torres Hurtado- que deja la Alhambra por cada visitante.
Un relato que ha saltado por los aires recientemente con la llegada al Gobierno andaluz de Juanma Moreno. Con los populares en la presidencia de la Junta de Andalucía, el PP de Granada no puede mostrarse vehemente ni beligerante ante el nuevo Patronato de la Alhambra que, de hecho, preside Rocío Díaz, la exportavoz de los populares en el Ayuntamiento.