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Los sanitarios esgrimen la saturación de las UCI para criticar la reapertura de la hostelería y el comercio en Granada

Los hospitales granadinos continúan luchando contra la Covid-19

Álvaro López

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La vida ha vuelto a las calles de Granada, aunque nunca haya dejado de estar presente del todo en estas últimas semanas. La reapertura, tres semanas después, de bares y comercios hasta las seis de la tarde, como en el resto de Andalucía, ha aliviado a trabajadores y autónomos y ha llenado algunas terrazas en las que se pueden ver caras de cierto alivio entre los comensales. Pero esta flexibilización de las medidas en la ciudad se vuelve temor entre los sanitarios locales que creen que la reapertura ha llegado demasiado pronto, porque la presión de los hospitales aún se estaba recuperando de la enorme avalancha de ingresos de octubre y noviembre.

Este medio se ha puesto en contacto con médicos y enfermeros de los dos hospitales principales de Granada capital, el Virgen de las Nieves y el San Cecilio del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) para pulsar el ambiente y conocer cómo viven en ambos centros que la Junta de Andalucía haya permitido que las medidas contra la Covid-19 hayan vuelto a relajarse. Aunque apenas han pasado horas entre anuncio del presidente del Gobierno andaluz, Juan Manuel Moreno, y la reapertura, los sanitarios quieren adelantarse a futuros acontecimientos.

Con los números encima de la mesa, la segunda ola de la pandemia ha dejado de ser tan severa como lo era hace unas semanas. En menos de un mes, Granada ha pasado de ser la provincia más castigada por el coronavirus, a ser una de las que han logrado bajar de los 500 casos de incidencia acumulada. Y si hace tres semanas había cerca de un millar de pacientes hospitalizados, hoy lo están la mitad. En vista de las cifras, el cierre de la actividad no esencial durante dos semanas parece haber dado sus frutos. Pero el personal sanitario cree que las restricciones deberían haber durado más, para que la presión hospitalaria continuara bajando y, sobre todo, porque en este tiempo también ha habido que lamentar más de cien fallecimientos.

Demasiado pronto

El propio presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, defiende que abre la mano porque han escuchado las “recomendaciones de los expertos”. Asumiendo que “han sido 20 días en los que los granadinos han demostrado mucha responsabilidad” y que “siempre hemos buscado un equilibrio entre economía y salud, salvo en los casos que hemos vivido en la provincia de Granada”, pide a los ciudadanos que eviten las aglomeraciones y que limiten su movilidad. Para Moreno, se trata de intentar salvar también la economía.

En lo que coincide con los sanitarios es en su obsesión por “evitar la pérdida de vidas humanas”. Sin embargo, los enfermeros y médicos consultados no ocultan su preocupación porque éstas no puedan estar a salvo si vuelven nuestros brotes. Al respecto, Luis Miguel Gutiérrez, de UGT, pone su mirada en las unidades de cuidados intensivos (UCI). Cree que la ocupación de las mismas sigue siendo preocupante y que antes de abrir la actividad “habría que esperar a que bajaran un poco más tanto los índices de Covid como las camas de UCI y de hospital ocupadas”.

Según los sanitarios, la realidad de las UCI es que su ocupación continúa siendo alta. Actualmente hay más de 80 pacientes ingresados en las UCI de los dos hospitales de Granada capital. Un número elevado, pero menor al que había semanas atrás cuando el porcentaje de ocupación de camas superaba el 100% y los enfermos eran más de un centenar en total. Pero que la cifra sea menor, no implica que el escenario sea el ideal para que vuelva la actividad, afirman los sanitarios.

“Los pacientes que están ingresados en estas unidades pueden tardar uno o dos meses en salir”, explica Jesús Arco, enfermero del Virgen de las Nieves. “Si había intención de salvar la Navidad, estando todavía en noviembre, había mucho margen para seguir bajando la ocupación sobre todo de las UCI”, añade. Aunque los profesionales de la salud reconocen que la presión hospitalaria es menor, siguen al límite si se producen nuevos brotes.

Poco personal

La opinión es generalizada entre todas las voces consultadas. Raúl –nombre ficticio por temor a represalias- es médico del Virgen de las Nieves y recuerda que “las camas de UCI ocupadas a día de hoy son más de las que el propio plan del hospital consideraba y tardarán en marcharse de alta esos pacientes”. Además, como sus compañeros, defiende que de nada sirve que haya más camas si estas no están bien atendidas por falta de medios o profesionales. Algo que podría ocurrir si al final tuviese que abrirse la capilla de su hospital, que está acondicionada por si tuviera que usarse como UCI.

Los sanitarios censuran que la capilla no es el lugar idóneo para colocar estas unidades porque los pacientes no podrían estar atendidos de la mejor manera posible. Entre los defectos lógicos de la infraestructura se encuentran que “los pacientes no tienen intimidad para asearlos, las camas no son adecuadas y los colchones no son antiescaras”. Sin embargo, eso no es lo peor porque “el factor más limitante es el personal con el que cubres esas camas más que el espacio físico en sí”, sostienen fuentes hospitalarias.

Como vienen recordando los médicos y enfermeros tanto del Virgen de las Nieves como del San Cecilio del PTS durante toda la pandemia, “no sirve de mucho que se amplíen camas, si no hay personal suficiente”. Al respecto, la Delegación de Salud responde que la Junta está trabajando en incorporar a nuevos profesionales y que en todas estas semanas ya se ha contratado a un millar de sanitarios.

Temor a lo que viene

Pero lo que trasladan desde los centros hospitalarios no se corresponde con las cifras que anuncia la Junta de Andalucía. Enfermeros y médicos dicen estar “agotados” y quemados con el “triple de carga” de la que tendrían en condiciones normales. Además, temen que la reapertura de los comercios y bares haya llegado justo cuando tendrá lugar el macropuente de la Constitución que provocará mucha afluencia de personas en las calles de Granada durante el próximo fin de semana.

La preocupación mira ahora a la Navidad. “En los anteriores brotes salimos porque teníamos camas libres suficientes, pero ahora no, en un día malo se te llenan”, dicen fuentes sanitarias. Fayna Gómez, de SATSE, censura que es una “temeridad volver a abrir, porque significa volver a aumentar el número de contagios y entonces sí que tendríamos problemas más importantes de los que hemos tenido”. De forma tajante se expresa también Inmaculada Giménez, de CCOO, mostrándose irónica: “Dicen que es más importante la economía que la salud, pues venga, ¿Qué hacemos?”.

Por último, desde el Sindicato Médico siguen la línea del resto de sus compañeros sin ocultar el temor a lo que pueda venir. Carmen Serrano asegura que “si se repiten los mismos errores de hace un mes, volveremos a estar mal”. Pese a que la presión hospitalaria es menor, “las UCI están sobrecargadas”. Serrano va un paso más allá alertando de que “la atención primaria está al borde del colapso” y que los centros de salud están “atendiendo una demanda superior a la media con menos de un tercio de los facultativos disponibles”.

“Es preciso que los ciudadanos sean conscientes de las medidas básicas de seguridad, así como del cumplimiento, de los periodos de cuarentena y aislamiento, aunque físicamente se encuentren bien. Hemos avisado una y otra vez de los riesgos que provoca la relajación de las medidas de aislamiento social. Esperemos no tener que lamentar, a la vuelta de Navidad, otro confinamiento como el que vivimos la pasada primavera”, insisten desde el Sindicato Médico.

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