Las productoras andaluzas denuncian la falta de financiación pública y apoyo de la Junta de Andalucía
Los rostros se han ensombrecido en menos de un año. El informe 'caritas', que acuñó el histórico líder socialista Luis Pizarro, da buena cuenta de cómo el sector audiovisual andaluz ha pasado de celebrar por todo lo alto una nueva Ley del Cine para Andalucía a comienzos de año, a sentarse, con cara seria, ante un auditorio para el que desgranaba el abismo abierto entre el éxito del cine andaluz y el apoyo institucional.
La asociación de productores andaluces (Aeppa-Apria) ha ofrecido este miércoles en Sevilla datos, impresiones, valoraciones y una conclusión: “con dos duros no se pueden liderar los mercados internacionales”. Manuel Gómez Cardeña, presidente de la patronal, dixit.
Según la asociación, hay dos pilares sobre los que se apoya el cine y que el Gobierno andaluz no está apuntalando: las ayudas públicas de la Consejería de Cultura y las televisión andaluza. “Las cantidades que nos dan no sirven para liderar proyectos. Pedimos a la Junta que cumpla con su ley y sus promesas”, ha señalado Gómez. El productor ha indicado que el gobierno autonómico “no dota a su televisión de acuerdo a su importancia” y eso impide que Canal Sur pueda cumplir con el 6% de inversión en producciones cinematográficas.
En cuanto a la línea de ayudas al cine que debía convocarse durante el primer trimestre de este año, ha habido tres conflictos: “se han convocado deprisa y corriendo a final de verano, no habrá ayuda para documentales y no se invertirá lo previsto”. Han recordado que la ayuda al cine solo supone un 0,006% de los presupuestos autonómicos.
Olmo Figueredo, productor ejecutivo y fundador de La Claqueta, ha recordado que solo se han convocado las ayudas a largometrajes de ficción, “que son a las que más cuesta acceder”, orillando otras subvenciones que permiten a los autores y productores noveles dar su primer paso: desarrollo, guión, cortometrajes, documentales...
Para el productor de documentales como Nacido en Gaza o 30 Años de Oscuridad, la incertidumbre y la falta de financiación abre “una posibilidad cierta de cierre de empresas y pérdida de empleo”, amén de una fuga de cerebros de egresados y técnicos que migran hacia comunidades más receptivas hacia el mundo del cine como Madrid o Cataluña, donde en 2015 se invirtieron más de ocho millones de euros en el sector audiovisual.
Ante los numerosos ataques políticos y fiscales que ha recibido el sector por parte del Partido Popular desde la época del 'No a la Guerra' en la ceremonia de los Goya de 2003, los productores han subrayado que el cinematográfico es un sector estratégico, que genera una gran riqueza económica, cultural y simbólica.
Gervasio Iglesias, productor de El Hombre de las Mil Caras, La Isla Mínima y Grupo 7 con La Zanfoña, ha destacado que el cine hecho por andaluces en Andalucía ofrece una imagen única de la región. “Una de las cosas más importantes del cine y el documental es que nadie viene a contar tu historia por ti. En los últimos 15 años se ha escrito una memoria viva (de Andalucía) a través de los documentales, cuyos testimonios se valorarán mucho dentro de unos años”.
El sector audiovisual, motor de empleo
En el aspecto económico, la industria ha querido desligarse de esa imagen de sector altamente subvencionado. Antonio Pérez, productor de Maestranza Films, ha insistido en que se trata de una imagen “equivocada y sectaria”, recordando que en Estados Unidos no hay subvenciones, pero sí unas ayudas fiscales que sustituyen a esas ayudas públicas.
Aeppa-Apria ha querido subraya que el sector audiovisual es un “motor de empleo” en la región, que sitúa a Andalucía en el podio español tras Madrid y Cataluña en facturación y creación de empleo, “a pesar de que otras comunidades aplican muchos más recursos al sector”.
Sostienen que por cada euro que invierte la Junta, recupera 1,56 en impuestos, “mientras que las productoras han multiplicado por 4,57 esa inversión” y 3.000 andaluces trabajan en el sector de forma directa.
Producciones andaluzas como La Isla Mínima, El Hombre de las Mil Caras, El Niño o Toro han conseguido recaudaciones millonarias en los últimos años, que se han visto reforzadas con una larga lista de galardones nacionales e internacionales. En este sentido, los productores han recordado que desde el año 2002 se han cosechado una nominación a los Oscar, un Premio de la Academia del Cine Europeo, medio centenar de Premios Goya, tres premios Forqué, dos nominaciones a los Grammy y más de un centenar de nominaciones a los Goya.
