'Verano 1993', premiada de Berlín a Málaga
Verano 1993 es, a juicio del jurado, la mejor película española de la vigésima edición del Festival de Málaga, que quedó clausurada este sábado. La ópera prima de Carla Simón, que había dejado un estupendo sabor de boca general, era la candidata evidente, favorita de prensa y público. Últimos días en La Habana, de Fernando Pérez, se hizo con la biznaga de oro a la mejor película iberoamericana. El festival de cine de Málaga, desde este año festival “en español”, desdobla así su máximo reconocimiento: uno para el cine producido en España y otro para el producido en Iberoamérica.
A Verano 1993 casi le colgaron el cartel de favorita antes de verla, porque ninguna de las 18 películas a concurso venía con el lustre de un premio en la Berlinale, en este caso a la mejor ópera prima. En todo caso, los pases de la película confirmaron que era la más compleja y delicada de cuantas obras han pasado por Málaga esta semana. Verano 1993 es el desnudo emocional de Simón, que cuenta aquí su vida a partir de la muerte de sus padres por SIDA siendo ella una niña. Simón se adentra con sutileza en un asunto complejo y duro: cómo se gestiona una muerte cuando el que lo hace es un niño. Frida, que es el nombre que Carla Simón se ha dado a sí misma, se enfrenta al conocimiento en una nueva familia (la de sus tíos) y en un nuevo sitio (el campo).
Tanto gustó Verano 1993 que también se llevó el premio de la asociación de críticos de cine, y el reconocimiento generalizado del público. Su éxito dejó en segundo plano la buena colección de premios que ha acumulado No sé decir adiós, de Lino Escalera: Biznaga de Plata Premio Especial del Jurado, mejor actriz (Nathalie Poza), mejor actor de reparto (Juan Diego) y mejor guión (Pablo Remón y Lino Escalera). No sé decir adiós es otra historia sobre la familia y la muerte. También sobre la comunicación, o su ausencia, entre una hija cocainómana (Poza) y su padre enfermo terminal de cáncer (Juan Diego). El debut de Lino Escalera merece también una mención especial “por saber transmitir con verdad, crudeza y emoción la llegada inminente de la muerte”.
El jurado, presidido por Emilio Martínez Lázaro, también ha reconocido el descaro de Selfie, la singular aventura del hijo del ministro corrupto enamorado de la militante de Podemos. La película de Víctor García León se lleva una mención especial y la Biznaga de Plata Premio Especial del Jurado de la Crítica por “su frescura y riesgo” y por “ser un reflejo libre y original del momento sociopolítico de la España actual”.
La mejor película iberoamericana del festival de cine en español (y el premio del público) ha sido Últimos días en La Habana (Fernando Pérez), la historia de Miguel, un cubano que espera trabajando como friegaplatos (y conviviendo con Diego, postrado en la cama) un visado para Estados Unidos. El premio a la mejor dirección fue para Víctor Gaviria, por La mujer del animal, mientras que Leonardo Sbaraglia, reconocido este año por su trayectoria, se llevó también el premio a mejor actor por El otro hermano.
El problema del desdoble
Entre la crítica ha cundido la sensación de que el nivel ha mejorado y que ha sido una semana de buenas películas que no pasarán desapercibidas por la cartelera durante el año. La nueva etapa, con la incorporación del cine iberoamericano a la sección oficial, debería implicar una mejora del nivel general de las películas a concurso, por más que los premios principales se los hayan llevado, en esta ocasión, películas de producción española.
Precisamente por eso no encaja del todo bien en esta integración la entrega de un doble premio a mejor película. Si Juan Antonio Vigar, el director del festival, insistía en entrevista con este medio en que la mutación en festival de cine “en español” era el signo de los tiempos en un mercado y una cultura global, ¿por qué desdoblar el premio a mejor película en española e iberoamericana?
En las secciones secundarias, Julia ist, dirigida por Elena Martín, ganó la biznaga de plata a mejor película de Zozazine, la tradicional sección alternativa del festival. El premio a mejor documental es para La balada de Oppenheimer Park, de Juan Manuel Sepúlveda, el mejor corto documental lo recibe Gure Hormek (María Elorza y Maider Fernández), el mejor corto de animación Down to the wire (Juan Carlos Mostaza), y el mejor corto de ficción Our friend the moon (Velasco Broca).
