“La Giralda es bonita, pero lo que hace a Sevilla ser una ciudad tan marciana es que todos tenemos una 'pedrá' gorda”
El inspector Jiménez tiene una nueva misión: descubrir si Jesucristo nació en Triana. “En la orilla correcta”, añade. Ojito que, si se confirmara su origen, lo de los tres días muerto pudo ser en realidad una siesta larga, reflexiona el protagonista de la saga policiaca de Julio Muñoz, Rancio (Sevilla, 1981)
¿Estará la sevillanía de los miembros de Serva la Bari detrás del asesinato del speaker del Betis? ¿Quién uso una felpa para colgar al autor del himno del centenario del Sevilla? Quién sabe si José Manuel Poto y Curro Tomillo tienen las claves del evangelio apócrifo del decimotercer apostol, Ponce, amigo de Jesús en la infancia, al que compraron su silencio dándole el nombre de un pueblo (Santiponce, claro) para no revelar el mayor secreto guardado por la Iglesia Católica durante siglos y que ha otorgado ciertos privilegios a Sevilla.
El escritor (y otras tantísimas cosas) vierte su inconfundible estilo al servicio de un Código Da Vinci de sevillanas maneras, 'El enigma del evangelio Triana' (Editorial El Paseo) mientras sus casi 80.000 seguidores en Twitter siguen disfrutando de sus originales ocurrencias.
¿El 'lavangelio' de las fake news es, como dice el que fuera speaker del Betis, que da igual si las cosas existan si se cuentan que existen?
Incluso como la religión. Una vez leí una cosa que me encantó: en una reunión de científicos se pretendía señalizar unos residuos atómicos para que, dentro de miles de años, se supiera que ahí no se podía pisar. Llegaron a la conclusión de que lo único que podía aguantar tanto tiempo era inventarse una religión. Independientemente de que dios exista o no exista, funciona porque nos lo creemos. Si funciona en tu mente, existe fuera, como en la canción Islamabad de Los Planetas. Y eso es lo que dice Melado (el speaker).
¿Cómo se toman las personas reales aparecer en tus libros?
Como cada vez que saco un libro tengo esos temores de que se lo puedan tomar mal o no les guste, les pregunto antes directamente y todos me dicen que sí. Pero, claro, nunca saben si van a morir o si van a aparecer como un testigo, y algunas veces con gente mayor da mal rollo 'matarla', ¿no? Todo tiene que ver mucho con la idiosincrasia de Sevilla y todos se lo toman con muy buen humor. La intención es esa, aunque puede que alguien se lo tome de otra manera.
Y en las redes sociales, ¿cómo gestiona sus bromas?
Si hago alguna broma y me dicen algo, lo borro del tirón, pero en un libro te la juegas. Una madre me mandó una vez un vídeo de un niño de una cruz de mayo, levantando un paso muy gracioso, y luego me llamó para que por favor lo quitara porque le estaban dando poca. Y en esas ocasiones puedes rectificar.
Una de las incógnitas con las que juega en su libro es si Jesucrito era del Betis o del Sevilla.
Necesariamente del Betis, porque el Betis tiene que ver mucho con el cristianismo. Aquello de 'pon la otra mejilla' es muy bético. Y todo lo del Sevilla es mucho más tangible y objetivo porque gana cosas y da alegrías. Un sevillano que nace tiene el 50% de probabilidades de acertar. Acierta si te haces del Sevilla. Yo me hice del Betis pero tenemos otras cosas. El mensaje de Cristo tiene más que ver con la actitud del bético de sufrimiento y tal. Siempre se dice aquello de que por qué Jesús no hizo que no le crucificaran... Eso es muy bético, eso de 'de aquí no me bajáis de la moto, ya me podáis lancear'.
Pero hace poco dijo en Twitter que su equipo favorito es el Triaca...
Para reivindicar lo nuestro. En los libros me gusta, en la medida que yo pueda, dar difusión a lo que normalmente no la tiene, ya sean personajes que pasan por la calle o, como en este caso, a equipos de fútbol de Sevilla. Hay un personaje que me tiene ahora fascinado que es El Biri de Triana, un árabe que va vendiendo chapas por la calle, que te mueres de risa con él, que la está liando per se y que le da igual. Su instagram es una muestra de antropología trianera. Me parece de exposición. Ese tipo de personajes son los que a mí me gusta reivindicar. La Girdalda es muy bonita, la Torre del Oro o la Plaza de España o lo que sea, pero lo que de verdad hace que Sevilla sea una ciudad tan marciana es la gente que pasa por la calle, que todos tenemos una 'pedrá' gorda.
¿Cree que su cantante de ficción El Tabardillo le haría un himno al eterno rival como hizo el rockero Silvio con su canción Betis?
A mí me encantaría. Los libros míos los puedes leer como un divertimento, que de eso se trata, pero humildemente se intenta lanzar un mensaje de conciliación. A mí la figura de Silvio me fascina por un montón de cosas y una de ellas es porque fue el primer sevillano complejo al que le daban igual los bandos, porque era semanasantero y rockero, sevillista y le hizo una canción al Betis, ... Últimamente estamos recuperando esa complejidad, pero durante mucho tiempo nos hemos empeñado en meternos en cajones estancos. El Arrebato, que no escribió el himno del Sevilla sino el de todos los equipos de fútbol, porque todo el mundo lo canta, si hiciera uno del Betis lo pasaría mal en su momento pero, a largo plazo, sería un pepinazo para su carrera. No sé qué le dijeron a Silvio cuando el “no busques más que no hay”.
Silvio, como su hijo.
Sí. En Madrid lo pasó mal porque me preguntan si le he puesto Silvio a mi hijo por Berlusconi o si la madre es italiana. O me preguntan, ¿por el cubano?
Volvamos a Sevilla: ya huele a Feria, ¿no? ¿Cómo afronta un sevillano, residente en Madrid la mayor parte de los días, el arranque de las fiestas de primavera?
Pues este año vengo a la Feria toda la semana. El año pasado apenas pude venir. Además, empieza el sábado, que eso es bueno para todo el mundo menos para Lola Índigo creo, que ha puesto un concierto ese día y en Sevilla Este. Veremos a ver... La Feria es algo que acabarán prohibiendo, porque es algo demasiado divertido. Estamos acostumbrados a verlo, pero inventarse una ciudad de la nada, cada uno con su casita, durante una semana, y solo para comer, beber y bailar. ¡Ea! Es una cosa muy loca que la cuentas y no se entiende. Aunque cuando hacías botellón antes, daba hasta pereza ir.
Aunque ahora “sale menos que un padre nuevo”, nunca mejor dicho, ¿no?
O que el picaporte de dentro ¡Hombre! Yo ni me acuerdo pero, si salgo, a las 00.30 h estoy deseando acostarme. Ahora disfruto acostándome antes de las 22.30. Yo mataba al nota que se inventó lo de poner en la alarma 'quedan x horas para que suene'. Esa personas es Satanás para mí. Mi reto para 2019 es acostarme antes de las 22 h.
Primavera electoral también, ¿cuándo cree que los partidos políticos se pondrán de acuerdo en algo? ¿“cuando el Jueves Santo caiga en domingo”?
Venimos de 40 años de una opción y de 30 años de dos opciones. No tenemos cultura del diálogo. Cuando uno negocia, siempre tiene que renunciar a cosas. Si no, estaríamos todo el día haciendo elecciones y yo tengo un montón de cosas que hacer. Tenemos que madurar y ver que van a tener que ceder todos. Va a haber cosas en las que nos vamos a sentir traicionados porque es un momento de negociación. Se estila poco porque los políticos no tienen la costumbre y porque los que los elegimos, todo hay que decirlo, nos enfadamos mucho.
¿Observa mucha crispación, como dicen algunos?
Con la gente con la que ideológicamente comparto menos cosas, cuando la escucho, encuentro lugares comunes que me enriquecen. Yo lo he dicho mil veces, yo soy bastante de izquierdas, pero hablas con gente más conservadora y también les entiendes. Si solo escuchamos a la gente que piensa como nosotros acaba uno empobreciéndose y retroalimentándose. Y luego, cada uno tenemos un mundo que nos condiciona. Hay que hacer también un ejercicio de empatía, porque las experiencias de cada uno no son las mías. Vamos a echar un café, joé, no enfadarse tanto.
Mejor hablarlo, ¿no?
Tengo mucha fe en que se puede convencer a alguien cuando se es objetivo. Después me pego grandes hostias, aunque al otro la realidad le esté dando una bofetada en la cara. El otro día leí que el cerebro humano emplea mucha menos energía en gestionar que le han mentido que en cambiar de opinión. Si te crees lo que es verdad y lo que es mentira pues entonces para qué vamos a hablar.
¿Y qué le parece que últimamente las listas electorales incluyan a personajes conocidos?
Es como muy pop. Tampoco es que vengamos de una gran tecnocracia. Hay ministros que han pasado por siete ministerios. ¿De todo sabe? Había otro clientelismo. A mí me gustan los políticos que vienen de fuera. Me recuerda mucho al fútbol, cuando un jugador acaba siendo entrenador. Tiene mucho ganado porque los códigos los tiene desde el principio, pero la política debía comunicarse con otros sectores y gente que haya hecho una carrera fuera entre y aporte otra visión. Si son más o menos televisivos, habrá que hablarlo; pero la política como carrera profesional nunca me ha olido muy bien. Lo que me da miedo es eso de que por fin alguien habla sin complejos. ¡Pero si eso que dice es una barbaridad!
¿Qué diría su protagonista el Inspector Jiménez de poder usar armas de fuego en defensa propia?
Jiménez, como policía, se habrá dejado su arma en casa más de la mitad de las veces y lo habrá resuelto de mejor manera. El reto que tenía con ese personaje era conseguir que alguien fuera bastante desastre pero que en su desastre hubiera un método. A mí me encanta cuando, en una pelea, el más débil se lleva el gato al agua por ingenio. Para mí, el ingenio es la cualidad que más envidio.
Tampoco parece que le haga mucha falta... Cambiando el tercio, ¿supongo que contento con el auge del fútbol femenino en España?
Cuando entramos en la Federación Española de Fútbol uno de los objetivos era activar bienes que estaban depreciados y empezamos a darle bola y ofrecer el mismo tratamiento que se le daba a la selección masculina. Cuando abríamos las puertas para ver los entrenamiento de la selección femenina no venía nadie y las niñas que iban decían que sus ídolos eran Torres, Hiniesta, etc. No se me olvidará el día en que una de esas niñas dijo que quería ser como Vero Boquete. Fue un curro importante llevar todo eso a los diarios deportivos y lo pusimos en agenda cuando no era lo habitual.
¿Qué proyectos tiene a la vista?
Estoy presentando el pregón heterodoxo, sigo muy bien con mi agencia de comunicación corporativa y luego tengo otra cosa de la que no puedo decir nada y que me hace muchísima ilusión.
¿Alguna pista?
De momento no, pero pronto.