Málaga capital: la engañosa victoria socialista que esconde un triple empate
Málaga es la mayor capital en manos del Partido Popular. Los populares conservaron la ciudad en 2015 gracias a la popularidad del alcalde Francisco de la Torre, capaz de retener el bastón de mando pese a perder la mayoría absoluta. Por eso llama la atención del resultado de estas autonómicas en la capital de la Costa del Sol: el PSOE ha ganado en Málaga capital, dando la vuelta al resultado de las autonómicas de 2015.
El resultado sólo puede interpretarse en clave de bloques: el PSOE es primero porque Ciudadanos ha logrado un resultado histórico principalmente a costa del PP, que ha pasado del primer lugar en 2015 al tercero en 2018. A tenor del resultado de este domingo, Ciudadanos será un serio competidor por la alcaldía en las municipales. Sin embargo, conviene no desestimar el peso del candidato, que en Málaga parece ser cada vez más determinante. En el ocaso de su vida política, y después de mucha intriga, el septuagenario Francisco de la Torre (76 años) volverá a presentarse a la reelección.
La sangría de votos del PSOE en la provincia ha supuesto la pérdida de 50.000 papeletas y una cuarta parte de quienes les votaron en 2015, pero en la capital la caída ha sido más leve: 12.000 votos menos y una caída de tres puntos porcentuales, hasta el 22,15%. Sin embargo, más que en una resistencia socialista en la ciudad de Málaga, la causa de este aterrizaje suave hay que buscarla en las elecciones de 2015. Ya entonces el PSOE bajó al 25,33% en Málaga capital, por un 30,11% en la provincia y un 35,43% en Andalucía. En cierta medida, Málaga actuó como un termómetro de lo que este 2 de diciembre le ocurrió al PSOE en toda Andalucía.
La caída relativamente escasa del PSOE en Málaga capital es el primer factor que explica su victoria. El otro es que se han cumplido los pronósticos, y la batalla de la derecha ha sido encarnizada, hasta el punto de que Ciudadanos irrumpe como segunda fuerza en la capital de la Costa del Sol, desbancando al PP no sólo del primer puesto en la ciudad, sino mandándolo al tercero.
El partido naranja, que presentó a Javier Imbroda como número uno por la provincia, ha logrado 51.775 votos en Málaga, apenas 1.600 menos que el PSOE, y 1.900 más que el PP, sobre un total de 243.492 contabilizados. En la práctica, un triple empate, con los tres partidos en una horquilla de 1,5 puntos.
Grandes municipios
Por detrás, Adelante Andalucía mejora en la capital sus resultados en la provincia: 17,03% en la ciudad, por el 15,64% en toda la circunscripción. El peso relativo de la capital en el total de votantes malagueños de Adelante Andalucía es el mayor de todos los grandes partidos, lo que da idea de que le falta implantación en los grandes municipios de la Costa del Sol, como Marbella, Benalmádena, Mijas, Fuengirola o Torremolinos.
El voto a la confluencia en Málaga se concentra en la capital y en pequeños municipios donde Adelante Andalucía se ha impuesto, como Casabermeja, Casares o Teba (los tres con gobiernos de Izquierda Unida), e Istán y Humilladero, con una izquierda históricamente asentada. Así, de sus 98.440 votantes en la provincia, 40.979 viven en Málaga, el 41,6%%, por encima del porcentaje que representan en el PSOE (el 35%), el PP (también el 35%) e incluso Ciudadanos (41%), el gran triunfador en Málaga capital. Estos porcentajes muestran también que el PSOE y el PP resisten mejor en los pequeños municipios, como se esperaba.
En la ciudad de Málaga, donde Vox programó uno de sus actos centrales de campaña, el partido de Santiago Abascal logra 27.728 sufragios, el 11,52%, un resultado prácticamente calcado al que logra en la provincia (11,51%), y similar al 10,97% que ha logrado en Andalucía.
