Golpe a los hoteles malagueños: la cancelación del Festival frena en seco el arranque de la temporada turística
El Festival de Málaga no se celebrará este año en marzo, tal y como estaba previsto. El Ayuntamiento de Málaga anunció a mediodía de este martes, a falta de tres jornadas para el arranque oficial, que había tomado la decisión de suspender el evento. El motivo que alegó el Consistorio es “la incertidumbre que genera el coronavirus”. Apenas un par de horas antes, el presidente de la Junta de Andalucía Juan Manuel Moreno había asegurado que ni el festival ni la Semana Santa estaban en peligro, porque no había “razones motivadas” para la suspensión.
En la decisión del Festival y el Ayuntamiento, sin embargo, pesó el anuncio de las recomendaciones emitidas por el Ministerio de Sanidad poco después de que hablara Moreno. “Aunque las autoridades sanitarias no impiden expresamente mantenerlo, su recomendación de no viajar dificulta que la cita se desarrolle con normalidad”, explicó el Ayuntamiento. Poco después, el festival envió una nota a los medios en la que añadía que buscaba nuevas fechas para la celebración. Los organizadores también trabajan para devolver el precio de las entradas que ya habían vendido.
El impacto en los hoteles: del 30 al 40% de ocupación
La cancelación del festival supone un golpe para el sector hostelero y hotelero de la provincia. Aún es imposible saber la cifra de cancelaciones, pero consultado poco después de conocerse la decisión, Luis Callejón, presidente AEHCOS (la patronal hotelera malagueña), ha explicado a eldiario.es/Andalucía que los asociados ya le estaban anunciando una cascada de cancelaciones.
“No hay seguro que cubra esas cancelaciones”, lamenta Callejón, que asegura que la mayoría de las reservas se hacen hoy concediendo al cliente la posibilidad de cancelación gratuita.
Según explica, los hoteles de la capital suelen rozar el 90-95% de ocupación coincidiendo con la semana del Festival de Cine, que este año iba del 13 al 20 de marzo. En torno al 30 o 40% estaría vinculado directamente al festival. Así, a los aficionados al cine se suman estos días artistas, personal de producción o técnicos, todos de visita en Málaga.
Precisamente, el festival cambió de fecha (de abril a la segunda semana de marzo) por ser este un periodo menos turístico. El cambio le sentó bien al turismo. Según el INE, el número de turistas hoteleros creció un 13,59% en marzo de 2019 con respecto a marzo de 2018, a pesar de que la Semana Santa de 2018 se celebró en este mes.
Marzo es también el mes de arranque de la temporada turística, cuando empiezan a realizarse las contrataciones para el verano y la crisis del coronavirus puede frenarla en seco. Con la cancelación del evento llueve sobre mojado: “Las reservas ya estaban cayendo con el coronavirus y esto aporta más caídas”. Según Callejón, las pérdidas acumuladas por efecto del coronavirus ya superaban los dos millones de euros antes de la suspensión del festival: “Ya era escalofriante, y ahora habrá que sumar estas nuevas cancelaciones”.
En la provincia de Málaga hay más de 150.000 camas hoteleras, y el turismo en hoteles genera unos 22.000 puestos de trabajo en temporada alta. Callejón ya pide ayudas económicas porque, advierte, “sin pernoctaciones no hay empleo”.
Un gasto directo de 1,6 millones de euros en 2019
Al impacto sobre el sector hotelero se suma la pérdida de actividad directamente vinculada al festival. Intentando dar respuesta a las peticiones del sector, los organizadores han tratado en los últimos años de hacer partícipes a los sectores productivos y de servicios de la ciudad. El año pasado contrató a empresas, profesionales y personal de Málaga por valor de 620.000 euros, mientras que la contratación de servicios para la producción (módulos, audiovisuales, iluminación, sonido) ascendió a más de 410.000 euros, según los datos del propio festival.
Se generaron 127 empleos directos de personal eventual y la contratación de 150 empresas malagueñas para tareas logísticas y de producción.
También gastó en torno a 360.000 euros en servicios hoteleros y de restauración y 120.000 en servicios de comunicación, soportes e imagen. En total, en 2019 se gastaron casi 1,6 millones de euros de forma directa en la ciudad.
Los ingresos por taquilla y el número de espectadores alcanzaron el año pasado los 177.376,40 euros, un 16,4 por ciento más que en 2018. La edición de 2019 (la 22ª) contó con casi 149.000 espectadores y participantes en algunas de las actividades paralelas a las proyecciones.
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