Una protesta por el calor en los colegios lleva las clases a la refrigerada Delegación de Hacienda de Sevilla

Alumnos del CP San Jacinto en el vestíbulo de la Delegación de Hacienda

Luis Mesa

Ocho y media de la mañana. Como un día cualquiera, mochilas con ruedas cargadas de libros avanzan por la acera de la Calle Pagés del Corro de Sevilla, muy transitada al haber dos colegios en apenas trescientos metros. Con 25 grados ya en la calle en plena ola de calor, en esta ocasión la primera hora de clases en el Colegio Público San Jacinto no se imparte en las aulas como de costumbre, sino que se desarrolla a apenas un minuto andando de allí, en el vestíbulo de la Delegación del Ministerio de Hacienda en Sevilla, un espacio claramente más climatizado.

Esta es la última protesta de una serie de padres y madres de alumnos del Colegio Público San Jacinto, que llevan denunciando años que espacios públicos tan cercanos como esta delegación sí estén adaptados a las altas temperaturas mientras el colegio, en la misma acera, registra “temperaturas cercanas a los 35 grados” en junio. No están siendo los únicos padres que están reivindicando mejor climatización en las escuelas. De hecho, ya ha habido concentraciones ante el Parlamento de Andalucía, la colocación de toldos en otros centros y una acción conjunta de AMPAS que invitaban a llevar a los niños con cosas de playa y baño.

En palabras de María, madre de uno de los alumnos, es “una contradicción que haya un edificio público con aire acondicionado” tan cerca de otro que “tiene un protocolo de sanidad para menores pero no tiene aire acondicionado ni visos de solucionarse pronto”. Los niños, junto a ventiladores portátiles, pulverizadores de agua o abanicos, han visto una ligera solución con la instalación de un aire acondicionado portátil en una de las aulas por parte de los padres “ante la pasividad del colegio y la Junta”, indica la madre. 

La actividad escolar tampoco puede desarrollarse con normalidad con altas temperaturas. María José, otra de las madres presentes en la protesta, recalca que en el colegio “se están teniendo que impulsar actividades alternativas”, recurriendo a las sombras del patio o “a las clases casi a oscuras” para paliar el calor. Ante el anuncio de la Junta de Andalucía por el cual se permite a padres y madres no llevar a sus hijos al colegio por las altas temperaturas, también se apunta que “no todos los padres pueden quedarse con sus hijos en las mañanas, y esto lleva a que muchos alumnos sigan sufriendo el calor”. 

El hecho de que el calendario escolar para alumnos de Enseñanza Primaria concluya esta semana es un ligero alivio para los padres de colegios como este, aunque se teme que a la vuelta en septiembre la situación sea la misma. Tal como indican los padres y madres del alumnado, “en septiembre volveremos y estará la cosa igual, pero seguiremos dando la pelea”. Como métodos alternativos al calor, resaltan que “no todo es el aire acondicionado, sino que una buena vegetación, cubiertas o grandes ventanales podrían ser soluciones ante este calor”. 

Con todo, dan las nueve de la mañana en el barrio de Triana, y tras la sirena del colegio que indica el inicio de las clases, los alumnos entran una mañana más a unas aulas que les recibirán con calor. A la una de la tarde toca clase de gimnasia, pero aún hay la duda de si se podrá realizar con las altas temperaturas. Sea como sea, la primera hora lectiva este martes sí ha sido algo más fresca. 

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