El PP-A augura unas negociaciones largas antes de llegar a un acuerdo de investidura
La candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, afronta este viernes ante el Pleno del Parlamento la segunda votación para su investidura. Todo apunta a que volverá a contar con el voto negativo de todos los grupos de la oposición, al no haberse logrado ningún acuerdo en el marco de las negociaciones establecidas. Aparentemente cerradas las opciones de acuerdo con Podemos y Ciudadanos, las negociaciones parecen dirigirse al acuerdo con el PP, quien no duda en tomárselo con calma: hay tiempo.
Díaz necesita actualmente obtener la mayoría simple, más síes que noes, para salir elegida presidenta. Con un parlamento de 109 diputados, de los que 47 pertenecen al PSOE, Díaz necesita de la abstención del PP, de Podemos y C's, o de Podemos e IU. La ahora presidenta en funciones mantiene la postura de reclamar a los grupos de la oposición (PP, Podemos, Ciudadanos e IU) que abandonen “su actitud de obstruccionismo y bloqueo porque los andaluces no pueden esperar hasta el 24 de mayo”, fecha de las elecciones municipales. En el caso de no conseguirse la mayoría simple, se podrá convocar a nuevas votaciones cada 48 horas. Si en dos meses no se solucionara, habría que convocar nuevas elecciones.
El presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, garantizó este jueves el voto negativo de los populares para Díaz este viernes ya que, a su jucio, “no hay tiempo material para ningún tipo de negociación”. Moreno avanzó que el acuerdo se hará esperar: “Queda mucho por hablar y no ha habido ningún tipo de avance”. El PP ha enviado a los socialistas un documento con 146 propuestas. Mientras, las otras dos fuerzas con las que ha estado negociando el PSOE en las últimas semanas, Podemos y Ciudadanos, mantienen que no han vuelto a producirse contactos.
La distancia entre PSOE y Ciudadanos se antoja hoy insalvable después de que Albert Rivera asegurara públicamente que el PSOE tendría que exigir el acta al expresidente de la Junta Manuel Chaves en cuanto se firmara el pacto anticorrupción que habían acordado, cuando dicho escollo parecía ya salvado.
Tampoco se ha movido nada con Podemos, que reitera su exigencia con dos condiciones: la reducción de los altos cargos en la administración de la Junta y sus entes instrumentales, y que la Junta retire sus cuentas de las entidades bancarias que realizan desahucios. La dura intervención de Rodríguez en el Parlamento y el encontronazo a raiz de la filtración de un informe jurídico de la Junta, que avalaba la imposibilidad de retirar las cuentas de los bancos, ha tensado la relación entre ambos grupos.
Resultado de los discursos, avatares e informaciones de la semana, todos siguen defendiendo el diálogo aunque mañana en la votación de investidura el resultado mayoritario será “no”.