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La titular andaluza de Salud admite que le habría gustado que su ex número dos la hubiera avisado de su fichaje por Asisa

La consejera de Salud, Catalina García, dialoga con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en una imagen del miércoles 22 de marzo.

Daniel Cela

Sevilla —

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La consejera andaluza de Salud, Catalina García, no pudo responder el martes a las preguntas de los periodistas sobre el polémico fichaje del que hasta hace tres meses era su número dos, Miguel Ángel Guzmán, que acaba de fichar por el Grupo Asisa, una de las mayores aseguradoras médicas del país con una decena de hospitales privados en Andalucía.

No pudo, porque el portavoz de la Junta, Ramón Fernández Pacheco, decidió responder a una pregunta dirigida a ella, sobre un asunto que el Gobierno andaluz dice haberse enterado por la prensa y para la que, 24 horas después de su publicación, no tenía una explicación sobre las causas ni las consecuencias de lo ocurrido.

Este miércoles, la consejera de Salud ha sido entrevistada en Canal Sur Radio, donde le han preguntado por el fichaje de Guzmán en Asisa y sobre la noticia adelantada por eldiario.es en Andalucía: los casi 44 millones en contratos a dedo que el entonces gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y luego viceconsejero adjudicó a la empresa que ahora lo ha contratado, y que parte de un expediente para contratación de emergencia durante la pandemia firmado por él.

García ha admitido que le hubiera gustado que su viceconsejero le hubiera avisado antes de encontrarse la noticia en la prensa, “más que nada para haber comprobado antes, con seguridad, con garantía que no existe ningún problema”.

La Consejería de Justicia y Administración Pública está estudiando si el salto de la pública a la privada de Guzmán, en apenas tres meses, vulnera la Ley andaluza de Incompatiblidades, que fija el plazo mínimo en dos años para que responsables públicos vuelvan a trabajar en el sector privado en el que han tenido previamente competencias.

Todos los partidos de izquierdas en la oposición -PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía- han denunciado este fichaje como un caso de “corrupción política”, y los dos últimos ya han presentado una denuncia ante la Oficina Antifraude de Andalucía para que abra una investigación.

La consejera de Salud ha pedido comprensión para Guzmán, a la espera de que la Junta “esclarezca todo”, y ha comparado la polémica de su fichaje con la investigación judicial a la ex vicepresidenta del Gobierno de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, que acaba de ser archivada sin atisbo de responsabilidad después de meses de presión mediática, política y judicial que terminó con su imputación y posterior dimisión.

“A Mónica Oltra se la investigó y se acaba de archivar la causa, pero la pena ya la lleva. Yo pido esperar a que aclaremos todo”, ha insistido en referencia a la investigación interna abierta por la Consejería de Justicia.

García ha querido matizar que el Expediente de emergencia del que emanan los contratos a dedo con clínicas privadas lleva la firma de Guzmán “cuando era gerente del SAS”, es decir, en la etapa de su antecesor como consejero y hoy presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre. Pero que las prórrogas que dilataron los contratos entre enero de 2021 hasta junio de 2023 -con ampliaciones de gasto vía adendas hasta los 243 millones de euros- “ya no las firmó él”.

La ministra censura las “puertas giratorias”

En dos años y medio, el viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía hasta hace tres meses, Miguel Ángel Guzmán, adjudicó a dedo contratos por valor de 43,6 millones de euros a 11 hospitales y clínicas privadas del Grupo Asisa en Andalucía, empresa por la que acaba de fichar como director médico en esta comunidad. Asisa se llevó casi el 18% de las adjudicaciones y fue la primera o segunda beneficiada en cinco de las ocho provincias andaluzas frente a otras empresas.

Las adjudicaciones de emergencia para sanear las listas de espera enviando pacientes a la privada –sin publicidad ni concurrencia competitiva ni fiscalización previa– se realizaron entre enero de 2021 y junio de 2023, con la finalidad declarada de aliviar la “sobrecarga en la red propia derivada de la pandemia covid-19”, según el propio título de los expedientes.

El expediente de emergencia inicial lleva la firma de Guzmán, entonces gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS). La última prórroga de gasto expiró siete meses antes de su cese como número dos de la consejería (el 27 de diciembre) y diez antes de fichar por Asisa.

Sobre este asunto, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha dicho esta mañana que se trata de “una puerta giratoria de libro y otro triángulo amoroso entre el PP y una aseguradora privada”, tras conocerse, a través de una información de elDiario.es, que el ex viceconsejero de Sanidad de la Junta de Andalucía adjudicó a dedo 44 millones de euros –a través de contratos de emergencia con clínicas privadas prorrogados sin publicidad ni concurrencia– a la aseguradora Asisa, que le acaba de contratar como directivo.

“En Europa esto se engloba dentro del fraude y la corrupción sanitaria”, ha agregado la ministra en una entrevista en La Hora de la 1, en la que ha urgido a “poner el radar en todos estos casos porque hace que se estén deteriorando las instituciones”. Para la titular de Sanidad, la sucesión de acontecimientos demuestra que Asisa “le paga el favor cuando acaba la vida política”.

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