La comisión para la reconstrucción de Andalucía se achica: UGT no irá si la preside Vox y CCOO ve un “fracaso personal” de Moreno

En las primeras 48 horas de vida, la “gran alianza” que ideó el presidente de la Junta para sacar a Andalucía de la crisis del coronavirus ha perdido el consenso político y el consenso con los agentes sociales. Tras el plantón de los grupos de la oposición, PSOE y Adelante Andalucía, la ejecutiva regional de UGT ha decidido que no participará en la comisión para la reconstrucción económica y social de Andalucía mientras esté presidida por un diputado de Vox, partido que sustenta al Gobierno de PP y Ciudadanos. “El presidente Juan Manuel Moreno debe reconsiderar el haber dejado el control de este órgano parlamentario en manos de un partido que votó en contra de su creación”, explican fuentes de la dirección sindical a este periódico.

CCOO también cuestiona que el mando de la comisión recaiga en un grupo “que no cree en su utilidad, como tampoco cree en el Parlamento autonómico”, aunque su ejecutiva aún sopesa si acudirá en caso de ser citados como comparecientes. El portavoz de la Junta, Elías Bendodo, ha descartado este martes, con rotundidad, apartar a Vox de la presidencia de la comisión, o sustituirle por un diputado de Cs, como ha propuesto el PSOE.

Tanto la secretaria general de UGT, Carmen Castilla, como su homóloga en CCOO, Nuria López, respaldaron la iniciativa del presidente Moreno de impulsar “una gran alianza para la recuperación de Andalucía tras la crisis del coronavirus”. El anuncio cristalizó, este lunes, en la constitución de la citada comisión parlamentaria, fórmula propuesta por la líder del PSOE andaluz, Susana Díaz. Gobierno y oposición coincidieron en crear un marco de negociación para definir las estrategias políticas con las que hacer frente a la crisis del coronavirus y su impacto en la economía andaluza. Moreno y Díaz también estaban de acuerdo en contar con la participación activa de los agentes sociales: sindicatos y patronal.

Pero el nacimiento accidentado de la comisión para la reconstrucción ha dinamitado todos los puentes que se pretendían construir. PP y Ciudadanos entregaron la presidencia a Vox, que había votado en contra de su creación y rebautizado la “gran alianza” de Moreno como “una alianza imposible con socialcomunistas”. Los grupos de izquierda, PSOE y Adelante Andalucía, abandonaron la comisión, negándose a participar en este “circo”. La “gran alianza” que propuso el presidente andaluz perdió primero a los partidos de la oposición y ahora está a un paso de oír el portazo de los sindicatos de clase.

El rechazo de UGT es rotundo: “Vox es un partido ultraderechista que cada vez que puede menosprecia la lucha sindical”, explican fuentes de la ejecutiva, que además vinculan a miembros del partido de Santiago Abascal con la agresión que sufrió un miembro de su sindicato en la manifestación del pasado domingo en Málaga. “Pedimos que se reconduzca la constitución de esta comisión. Políticamente no tiene sentido que esté presidida por Vox, que ni siquiera cree en el diálogo con el resto de fuerzas parlamentarias. Es necesario recuperar el consenso con la oposición y no limitar el debate de la recuperación a los tres partidos que sustentan a la Junta”, explican desde UGT. 

CCOO coincide en que el punto de partida de la comisión para la recuperación “es fallido, porque nace sin el consenso político prometido”. “Si la gran alianza fracasa así, será un fracaso personal del presidente de la Junta. Moreno tendrá que revisar muy bien en manos de qué negociadores de su partido ha empeñado su apuesta por esta mesa para la reconstrucción”, explican fuentes próximas a la secretaría general. CCOO valora los objetivos de la comisión parlamentaria, pero recuerda que su espacio de trabajo es la “mesa para el diálogo social” que sindicatos y patronal mantienen con el presidente de la Junta. En este sentido, recuerdan que no se han vuelto a reunir desde el pasado 8 de enero, previo a la pandemia, y que en marzo fueron convocados a San Telmo por Moreno, el vicepresidente Juan Marín y el titular de Salud, Jesús Aguirre, para ser informados de la crisis sanitaria en ciernes.

El pasado lunes, horas antes de que reventara en el Parlamento el consenso político en torno a la constitución de la comisión para la reconstrucción, las líderes de CCOO y UGT estaban reunidas en San Telmo con el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, el de Economía, Rogelio Velasco, y la de Empleo, Rocío Blanco. “Un acuerdo político de todas las fuerzas parlamentarias es deseable, pero nuestro trabajo es negociar con el Gobierno andaluz de turno en la mesa para el diálogo social”, advierten desde CCOO, que no descartan enviar sus propuestas para la recuperación económica a la comisión parlamentaria, si ésta se las reclama.

El diputado de Vox elegido para presidir la comisión para la reconstrucción de Andalucía es Manuel Gavira, que ha obtuvo los votos de PP, Cs y de su propio partido. Inmediatamente después de la votación, el PSOE y Adelante Andalucía abandonaron el órgano parlamentario recién constituido. La elección del presidente de la comisión se hace por voto ponderado, esto es, cada portavoz que alza la mano representa a todos los diputados de su grupo. 

Vox había votado en contra de la creación de este órgano y su intención era no participar en la votación. Sin sus 12 votos, los mismos que sostienen al Ejecutivo de Moreno, PP y Cs estaban en minoría (47 votos) frente a PSOE y Adelante (50 votos). Esto explica, en parte, por qué los socios de Gobierno entregaron la presidencia a Vox, garantizándose así sus apoyos y la mayoría conservadora frente a la oposición. “Si la comisión hubiera estado liderada por un diputado del PSOE, la habrían convertido en otro órgano de control al Gobierno”, explican fuentes populares.

El PSOE trató in extremis que la presidencia recayera en Ciudadanos, como “mal menor” para que la comisión no quedara en manos de Vox. Pero el partido naranja renunció a presentar a un candidato propio y se sumó a la propuesta del PP para apoyar al diputado ultraconservador.